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La invasión de Rusia a Ucrania ha causado consecuencias devastadoras para los niños en una escala no vista desde la Segunda Guerra Mundial, según la ONU, cuyos reportes indican que millones de niños han sido desplazados y cientos han sido asesinados desde el principio de la guerra en febrero.
Según el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), unos 5.2 millones de niños han sido desplazados desde que Rusia inició la invasión del territorio ucraniano el 24 de febrero.
Del total, 3 millones al interior de Ucrania y otros 2.2 millones en distintos países “necesitan asistencia humanitaria”, en una guerra que ha desplazado a dos tercios de los niños ucranianos.
La juventud devastada de Ucrania
Datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) indican que, en promedio, más de dos niños son asesinados y más de cuatro son heridos en Ucrania como resultado de los ataques rusos en zonas pobladas.
El informe de las Naciones Unidas señala que los ataques con explosivos por parte de las tropas rusas han afectado al menos 256 instalaciones de salud y una de cada seis “escuelas seguras” apoyadas por UNICEF, al igual que cientos de escuelas a lo largo del país.
La organización advirtió además que las condiciones para los niños en el este y el sur de Ucrania, donde los combates se han intensificado, son cada vez peores.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, lamenta que la situación sea tal al llegar el 1 de junio, designado como el Día Internacional para la Protección de los Niños en Ucrania y en toda la región.
“En lugar de celebrar la ocasión, nos acercamos solemnemente al 3 de junio, el día número 100 de una guerra que ha destrozado la vida de millones de niños”, dijo Russell. “Sin un alto el fuego urgente y una paz negociada, los niños seguirán sufriendo, y las consecuencias de la guerra afectarán a los niños vulnerables de todo el mundo”.
La advertencia de UNICEF también incluye las posibles consecuencias en la protección infantil, dado que los niños que huyen de la guerra corren un riesgo significativo de separación familiar, violencia, abuso, explotación sexual y tráfico, y la gran mayoría de ellos ha estado expuesta a eventos profundamente traumáticos.
“Estos niños necesitan urgentemente seguridad, estabilidad, servicios de protección infantil y apoyo psicosocial, especialmente aquellos que no están acompañados o han sido separados de sus familias”, lee el informe. “Más que nada, necesitan paz”.
La guerra de Vladimir Putin ha dejado el lamentable saldo de 262 niños asesinados y 415 heridos en tres meses. Hasta el primero de junio, UNICEF llegó a más de 610,000 niños y cuidadores con apoyo psicosocial y de salud mental; y proporcionó materiales de aprendizaje a casi 290,000 niños, víctimas de la guerra.
Un total de 4,113 personas han muerto y 4,916 han sido heridas como consecuencia de la invasión, según estimaciones de la OHCHR.
