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La pasada semana se convirtió en trending topic mundial la tercera canción de Shakira asegurando que tiene superada su ruptura con la estrella del fútbol Gerard Piqué.
Debido a la concatenación de canciones con el mismo tema, y al aumento progresivo en cada canción de la hostilidad hacia su expareja y padre de sus hijos, mucha gente ha reaccionado en contra de la cantante colombiana, acusándola de revanchista, abusadora de la posición que le da su profesión o de no anteponer el bienestar de sus hijos frente a las desavenencias con su padre.
La enésima frívola pelea pública entre dos celebridades no tendría la mayor importancia si no fuera porque Shakira, sus fans y muchos medios de comunicación están tratando de convertir la polémica en una causa feminista y, por lo tanto, en política.
Demostrando que no solo tiene astucia para componer hits, Shakira ha lanzado un comunicado apelando a los temas fetiche del feminismo, sabiendo que esto le garantizará el apoyo mediático —y, llegado el caso, institucional— que necesita para ganar su particular batalla contra Piqué.
“Quiero abrazar a las millones de mujeres que se sublevan ante los que nos hacen sentir insignificantes”, escribió en su Instagram. “No como nos lo ordena la sociedad, sino de la manera que se nos ocurra, la que nos sirva para salir adelante por nuestros hijos, nuestros padres y por aquellos que nos necesitan y esperan en nosotras”, añadió.
Si algo ha demostrado el victimismo feminista promovido por la izquierda es que no entiende de clases, ya que curiosamente, quienes más lo emplean son mujeres de la élite como Shakira y tantas otras actrices o deportistas de alto nivel, quienes lo utilizan para reclamar cosas como la igualdad salarial y toda suerte de privilegios.
Al igual que la instrumentalización del feminismo por parte de la izquierda es hipócrita y oportunista, el feminismo de Shakira tampoco parece estar exento de incongruencias. El feminismo se llena la boca con conceptos como la sororidad entre mujeres, pero abraza con entusiasmo la canción de Shakira en la que critica despiadadamente a la nueva pareja de Piqué.
También para el feminismo, cualquier inocente chiste sobre suegras es sexista e intolerable, pero hacen la vista gorda ante el dardo envenenado que la colombiana lanza contra la madre de Piqué.
Que la canción de Shakira se convierta en un himno feminista será la demostración perfecta de la naturaleza de este movimiento político, que consiste en explotar los rencores y complejos individuales de forma colectiva para que solo algunas —y algunos— facturen y saquen rédito político.
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
Social Networks: @ignaciomgm