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Amazon está destruyendo millones de dólares en productos sin vender

Amazon está destruyendo

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Amazon está destruyendo millones de dólares en productos sin vender, desde mascarillas hasta Iphones; el gigante del retail se deshace de miles de productos —semanalmente— que no han salido de sus inventarios a tiempo para dar espacio a la mercancía de la próxima temporada.

La noticia se hizo pública tras la filtración de un vídeo el 21 de junio en una bodega de Amazon en Dunfermline, Escocia, donde un antiguo empleado mostró cómo cientos de productos eran marcados con la palabra “destruir”. Afirmó que hasta el 50 % de lo productos nunca llegó a abrirse y la otra mitad eran devoluciones, en su mayoría en buenas condiciones.

Según el informante en la central de Dunfermline, la meta era destruir hasta 130,000 objetos a la semana. Los productos eran empacados en camiones para ser destruidos y luego llevados al centro local de desechos de Amazon, pero otra buena parte de los objetos destruidos terminaban en el relleno sanitario de la ciudad.

La situación ha causado indignación en la comunidad que ha pedido con vehemencia a Amazon que pare de destruir miles de productos de buena calidad. El #amazonwaste se ha hecho popular en redes como Twitter. La ONG ambientalista, Greenpeace solicitó una explicación a Bezos sobre el desecho de miles de productos —en el Reino Unido—.

Y es que resulta desconcertante ver que una multinacional como Amazon destruya semanalmente millones de productos en perfecto estado. ¿No le resulta más fácil al gigante del retail vender el producto?

¿Por qué Amazon destruye millones de dólares en mercancía?

La práctica de destruir millones de dólares en mercancía parece algo bastante inoficioso e incluso moralmente reprochable, más aun en un tiempo donde el mundo ha comenzado a preocuparse por la huella ambiental de la actividad económica.

Sin embargo, destruir productos tiene cierta lógica para Amazon. Con la pandemia, se dispararon las comparas en línea, beneficiando naturalmente a Amazon, quien ya era el mayor retailer online de Estados Unidos.

Con el crecimiento de la demanda, Amazon debe tener un mayor número de productos en inventario, más inventario ocupa más espacio en las bodegas, pero desafortunadamente Amazon no puede construir bodegas tan rápido como crece su demanda.

Amazon cuenta con poco espacio en sus bodegas y un exceso de inventario que muchas veces no logra despachar. (EFE)
Amazon cuenta con poco espacio en sus bodegas y un exceso de inventario que muchas veces no logra despachar. (EFE)

Amazon ha tenido que incurrir a distintas estrategias como no recoger devoluciones de sus clientes, o pedirle a los retailers —que utilizan su plataforma— almacenar sus productos en otras bodegas que no sean de la compañía; sin embargo las bodegas del gigante siguen sin poder dar abasto.

A esto se le suma el costo adicional de los miles de pequeños retailers que utilizan a Amazon y sus bodegas como plataforma para vender sus productos, que bien pueden tener una muy buena rotación de inventario o puede ser nula. Estos terceros privan a Amazon del espacio que necesita la compañía para vender sus propios productos, por lo que se elevan los costos de almacenamiento.

Muchos de los productos que se ofrecen en Amazon son de temporada, o bienes no duraderos, por lo que en razón de unos cuantos meses podrían quedarse sin demanda. ¿Por qué no venderlos más baratos?

Al ser una de las compañías de retail más grandes del mundo, para Amazon resulta casi imposible hacer discriminación de precios, es decir, vender productos viejos o usados a precios más baratos o más caros dependiendo de los costos logísticos o capacidad de pago de una población.

Si Amazon intentará discriminar precios, sus clientes no tardarían en darse cuenta y comenzarían a demandar los precios más bajos, por lo que Amazon pronto tendría que bajar todos su precios, arriesgándose incluso a vender a pérdida mucha de esta mercancía.

La demanda de Amazon crece mucho más rápido que su capacidad de construir nuevas bodegas. (EFE)
La demanda de Amazon crece mucho más rápido que su capacidad de construir nuevas bodegas. (EFE)

El otro problema de bajar precio, son los mismo retailers que utilizan la plataforma de Amazon para establecer sus negocios online. Amazon ha sido acusada en el pasado de incurrir en prácticas que ponen en desventaja a los retailers —que utilizan su plataforma— por uso privilegiado de la información y por desterrar a la competencia con precios artificialmente bajos.

En otras palabras, una disminución de precios —para salir del stock que todavía no se ha vendido— podría acarrearle a Amazon futuras demandas e investigaciones antimonopolio para proteger los intereses de los pequeños retailers.

La práctica de destruir inventario no es algo nuevo, empresas como Blackberry, Urban Outfitters, H&M, Nike, Michael Kors y Victoria’s Secret en el pasado han sido acusados de ejercer estas prácticas para salir de inventario. De hecho, como reveló una investigación de Business Insider, la relojera Richemont —la compañía detrás de Cartier y Montblanc— destruyó más de $500 millones en relojes para prevenir que estos pudieran caer en manos de los revendedores.

Si Amazon subastara parte de su inventario —sin vender o devuelto—, este volumen de subastas no sería suficiente para cubrir todo el inventario que se quedó sin vender.

En consecuencia, por escandalosa que pueda ser la destrucción de productos en perfecto estado, Amazon está saliendo de la mercancía porque tiene más sentido económico desocupar espacio en sus preciadas bodegas que esperar a vender productos antiguos y que los nuevos no puedan ingresar.

Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica

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