La crisis en Afganistán, donde los talibanes se hicieron del control de Kabul en apenas tres días, mandando a la basura 20 años de esfuerzos americanos en este país, ha detonado una bomba en el seno de la administración Biden que hoy enfrenta críticas desde todos los frentes.
No solo republicanos y conservadores cuestionan al mandatario, sino también el mainstream media en general, pues los medios liberales le soltaron la mano al presidente Joe Biden. Sin embargo, en lugar de dar la cara en medio de la peor crisis de política exterior en años, el presidente decidió desaparecer por tres largos días mientras caía Kabul. Jen Psaki, su secretaria de prensa, no se quedó atrás y decidió tomarse unas «vacaciones» para no atender a los medios por una semana desde el 15 hasta el 22 de agosto.
Finalmente, aunque de imprevisto, el presidente de los Estados Unidos dio señales de vida y hablará a las 3:45 PM de este lunes 16 de agosto. El anuncio se da en medio de las críticas por su ensordecedor silencio con la consigna “#WhereIsBiden” convirtiéndose en tendencia en Twitter.
«¿Dónde está Biden? ¿Dónde está Harris? ¿Dónde está Blinken? ¿Dónde está Psaki? ¿Alguien va a hablar con el pueblo americano y con aquellos que sacrificaron tanto en los últimos 20 años?», escribió en Twitter Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur.
«¿Dónde está Joe Biden? Hay un desastre de política exterior en curso y Joe Biden no se encuentra por ningún lado», tuitearon desde la cuenta del GOP el 15 de agosto, mientras Kabul era tomada por los talibanes.
Este 16 de agosto, Brianna Keilar de CNN, le preguntó a Jonathan Finer, asesor adjunto de seguridad nacional de Biden, «¿dónde está el presidente?». Finer evadió la pregunta.
Mandatarios hablan primero que Joe Biden
La peor crisis en política exterior que vive Estados Unidos en décadas tiene hoy una cara visible: la del presidente Joe Biden. Estados Unidos tiene más dos décadas en la guerra de Afganistán, es el país que sufrió el atentado de las Torres Gemelas y era el encargado de mantener presencia militar para resguardar la zona; por ello, es inaudito que otros mandatarios se hayan pronunciado primero que el presidente Biden.
El 15 de agosto, mientras Kabul era tomada por los talibanes, el primer ministro británico, Boris Johnson, publicó un pronunciamiento audiovisual sobre la situación en Afganistán.
Nadie quiere que Afganistán se convierta en un «caldo de cultivo para el terror», explicó Johnson, mientras la capital afgana caía. La situación es “extremadamente difícil” en Afganistán y “se está volviendo más difícil”, continuó el primer ministro.
«Nuestra prioridad es asegurarnos de que cumplimos nuestras obligaciones con los ciudadanos del Reino Unido, con todos aquellos que han ayudado al esfuerzo británico en Afganistán durante 20 años, y sacarlos de allí tan rápido como podamos», dijo. «Lo que estamos tratando ahora es muy probablemente el advenimiento de un nuevo régimen en Kabul. Todavía no sabemos exactamente qué tipo de régimen será».
«La situación en Afganistán continúa deteriorándose y las vidas de los afganos están amenazadas. Para ayudarlos, estamos ampliando nuestro programa de reasentamiento: reasentaremos a 20.000 afganos vulnerables y agilizaremos los plazos de procesamiento», dijo el 13 de agosto Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.
El expresidente Trump también criticó a Biden
El expresidente Donald Trump se pronunció varias veces sobre la situación en Afganistán antes que el presidente Joe Biden.
«Joe Biden se equivoca siempre en política exterior, y en muchos otros temas. Todo el mundo sabía que no podía soportar la presión. Incluso el secretario de Defensa de Obama, Robert Gates, lo dijo. Salió corriendo de Afganistán en lugar de seguir el plan que nuestra Administración le dejó, un plan que protegía a nuestra gente y nuestra propiedad, y que aseguraba que los talibanes nunca soñarían con tomar nuestra embajada o proporcionar una base para nuevos ataques contra Estados Unidos. La retirada se guiaría por los hechos sobre el terreno», escribió en un comunicado el exmandatario.
«Después de eliminar al ISIS, establecí una disuasión creíble. Esa disuasión ya no existe. Los talibanes ya no tienen miedo ni respeto por Estados Unidos, ni por el poder de Estados Unidos. Qué desgracia será cuando los talibanes levanten su bandera sobre la embajada de Estados Unidos en Kabul. Esto es un completo fracaso por debilidad, incompetencia y total incoherencia estratégica».
Por su parte, el 14 de julio pasado, el expresidente George W. Bush advirtió que la retirada de tropas americanas desencadenaría una crisis política y una tragedia humanitaria.
«Me temo que las mujeres y niñas afganas van a sufrir un daño indescriptible», dijo el expresidente Bush a la cadena estatal alemana Deutsche Welle desde su casa en Maine.
A Bush le consultaron por el retiro de tropas y comentó que, para él, fue una equivocación.
«Creo que sí, porque creo que las consecuencias van a ser increíblemente malas, y estoy triste».
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
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