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Bloque nórdico en la OTAN es un freno para Rusia

Un bloque nórdico haría del Mar Báltico un lago de la OTAN, EFE

La incorporación de Finlandia y Suecia en la OTAN es cada día más probable, aunque persistan las dudas sobre las condiciones para la ratificación de Turquía, pero es un hecho que Ankara no puede enfrentar a Moscú y Beijing por sí sola en el Mar Negro, y un bloque nórdico en la OTAN le daría a la alianza occidental el control del Mar Báltico. Aparte de representar un fracaso para el Kremlin, que lanzó fuertes amenazas contra el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN, el ingreso de los nórdicos a la alianza fortalecería el flanco norte de la OTAN ante una Rusia hostil cada vez más dependiente de Beijing.

La importancia del bloque nórdico depende de que tras el fin de actual la guerra en Ucrania, la OTAN sostenga un compromiso a largo plazo de contener a una Rusia relativamente debilitada que seguirá siendo una potencia nuclear. Rusia enfrentará grandes dificultades para reconstruir sus capacidades militares convencionales, introducir nuevas armas y mejorar su stock tras la guerra si se mantienen las sanciones occidentales, lo que haría a Moscú mucho más dependiente del ambiguo apoyo que pueda obtener de Beijing.

Finlandia y Suecia fortalecerán la posición geográfica de la OTAN porque la alianza tendrá una fuerte presencia en el Mar Báltico y la frontera de Finlandia con Rusia pasará a ser la primera línea de contención de la OTAN a las fuerzas terrestres rusas en el norte. Finlandia y Suecia tienen un prolongado historial de cooperación con la OTAN. Sus fuerzas militares son compatibles con la OTAN, y ambos han sido designados socios de la alianza. Con Suecia y Finlandia en la OTAN el bloque nórdico integraría también las capacidades militares de Noruega y Dinamarca, también militarmente compatibles con la OTAN y próximas a la alianza.

Los cuatro Estados nórdicos sumarán 239 aviones de combate de primera línea en el futuro próximo, incluyendo las ya contratadas entregas a Dinamarca, Noruega y Finlandia de 143 cazas F-35 y los 96 cazas Saab JAS Gripen.

Las fuerzas aéreas de Finlandia y Suecia han realizado muchos ejercicios tácticos conjunto y simulacros junto a la aviación de la OTAN al norte de Suecia. La OTAN sumará el avanzado Sistema de Control y Alerta Temprana Aerotransportada sueca y operará sus aviones desde base más cercanos a las bases aéreas estratégicas rusas.

Con Suecia y Finlandia neutrales, la flota rusa del Mar Báltico podía operar casi sin restricciones desde sus bases bálticas de Kronstadt en San Petersburgo y Baltiysk Kaliningrado. Los rusos incluso podían bloquear el Báltico con su dispositivo A2/AD –antiacceso/denegación de área– de Kaliningrado, que implica una formidable amenaza a las operaciones navales de la OTAN en el Báltico. Y, en una crisis, Moscú habría podido capturar la desmilitarizada isla sueca de Gotland en el centro del Báltico. Con Suecia y Finlandia en la OTAN la flota rusa podrá operar en el Báltico como la OTAN lo permita y ante una crisis los barcos rusos de Kronstadt y Baltiysk quedarían bloqueados.

De hecho Suecia, Finlandia y Estonia planean desarrollar una barrera de misiles antibuque en el Golfo de Finlandia, y como de Tallin a Helsinki hay 87 kilómetros las baterías de misiles en ambos lados imposibilitarían a los buques de superficie de Kronstadt atravesar al Báltico sin permiso de la OTAN.

Entre los costos geopolíticos para Rusia de la guerra en Ucrania se destaca el que la mayoría de los Estados neutrales de Europa se estén alineando con la OTAN con mayoritario apoyo de sus poblaciones. Y como quiera que finalmente concluya la guerra en Ucrania, un nuevo bloque nórdico en la OTAN estará entre las peores consecuencias geopolíticas para Rusia de una guerra en Ucrania en la que Putin apostó demasiado.

Guillermo Rodríguez is a professor of Political Economy in the extension area of the Faculty of Economic and Administrative Sciences at Universidad Monteávila, in Caracas. A researcher at the Juan de Mariana Center and author of several books // Guillermo es profesor de Economía Política en el área de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Monteávila, en Caracas, investigador en el Centro Juan de Mariana y autor de varios libros

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