fbpx
Saltar al contenido

¿Por qué el CDC volvió a recomendar el uso de mascarillas en espacios cerrados?

CDC volvió a recomendar el uso de mascarillas

Read in English

La directora del Centers for Disease Control and Prevention (CDC), Rochelle Walensky, anunció el martes en la tarde que se recomendará nuevamente el uso obligatorio de máscaras en espacios públicos, puesto que no se ha llegado a vacunar un número suficiente de americanos.

«Como han escuchado de mí anteriormente, esta pandemia continúa representando una seria amenaza para la salud de todos los americanos», dijo Walensky ante los medios y explicó porqué el CDC volvería a establecer la recomendación de uso obligatorio de mascarillas en espacio público: «Hoy, tenemos nueva ciencia relacionada con la variante Delta que requiere que actualicemos la guía con respecto a lo que puede hacer cuando está completamente vacunado».

La decisión del CDC de volver a recomendar el uso de mascarillas no vino sin polémica. Incluso el gobernador de la Florida, Ron DeSantis afirmó que la ciencia no respalda la decisión del CDC.

En mayo, el CDC había dicho que las personas completamente vacunadas no necesitaban usar máscaras, pero la decisión fue controvertida por varios epidemiólogos. «Usar máscaras es probablemente de las últimas cosas que debemos dejar de hacer», dijo la epidemióloga de la Universidad de Dartmouth, Anne Hoen, en entrevista con la revista Nature.

La variante Delta, razón por la que el CDC volvió a recomendar el uso de mascarillas

La variante Delta, originalmente detectada en la India, es una cepa del COVID-19 que tiene un alto nivel de transmisibilidad y la evidencia sugiere que los infectados con esta variante tienen mayor probabilidad de ser hospitalizados.

En las comunidades con bajas tasas de vacunación, esta nueva variante está llenando nuevamente las salas y pasillos de los hospitales. Hasta la fecha de este artículo, la Delta se ha expandido por más de 112 países.

¿Por qué el CDC volvió a recomendar el uso de mascarillas en espacios cerrados?
“En mayo el CDC había anunciado que las personas completamente vacunadas no tenían que usar mascarilla en espacios cerrados”. (EFE)

A pesar de la alta transmisibilidad de la variante Delta, la evidencia apunta a que las vacunas contra el COVID-19 disponibles —Pfizer, Moderna, Jansen, Cansino— retienen la mayor parte de su eficacia para contrarrestar contagios o prevenir sintomatología grave en caso de infección. Aun así, una persona completamente vacunada, según el CDC, puede transmitir el virus.

En el presente, la variante Delta es la responsable de aproximadamente el 70 % de los contagios en Estados Unidos. Arkansas, Nevada, Kansas, Missouri y Alaska son los estados donde ha tenido mayor prevalencia, es decir, donde un mayor porcentaje de pruebas de COVID-19 detectan esta cepa del virus. En Arkansas hasta el 30 % de las pruebas han detectado esta variante del coronavirus.

La expansión de la variante Delta en Israel —donde más del 60 % de la población ha sido vacunada— ha causado que la eficacia de las vacunas disminuya considerablemente. Según el Ministerio de Salud de ese país, la eficacia de las vacunas en prevenir una infección ha caído al 64 %, al igual que la capacidad de prevenir una enfermedad con sintomatología. No obstante, aclara que la eficacia de las vacunas para prevenir una enfermedad grave continua alrededor del 93 %.

“La Variante Delta es responsable de hasta el 70 % de las recientes infecciones por COVID-19 en Estados Unidos”. (EFE)

Aparte de la variante Delta, Walensky advirtió que una de las mayores preocupaciones son las mutaciones del coronavirus, pues tienen «el potencial de evadir nuestra vacuna en términos de cómo nos protege de enfermedades graves y la muerte». Recalcó que, hasta la fecha, las vacunas han probado ser eficaces.

El problema de las escuelas K-12 y las mascarillas

Posiblemente la medida que más polémica ha generado es la sugerencia del CDC de implantar el uso de mascarilla entre profesores, niños y adolescentes en las escuelas K-12 de todo el país.

Originalmente se pensaba que la tasa de contagios entre los niños y adolescentes era inferior a la de los adultos, pero el CDC afirma que la menor tasa de contagios se debió inicialmente a que los niños se encuentran en ambientes mucho más controlados y cerrados que los adultos, como en escuelas o guarderías y, en segundo lugar, el cierre de las instituciones educativas previno una mayor incidencia en contagios.

A partir del otoño de 2020, con la paulatina apertura de los colegios, la incidencia de contagios entre niños y adolescentes comenzó a elevarse y comportarse de forma paralela a la tasa de contagios entre los adultos. Según el CDC, los «estudios que han testeado sistemáticamente a niños y adolescentes […] para detectar infección aguda por SARS-CoV-2 o infección previa, han encontrado que sus tasas de infección pueden ser comparables y, en algunos entornos más altas que en los adultos».

“Aunque los niños son mucho menos propensos que los adultos a sufrir una sintomatología leve por el virus, no está probado que la transmisibilidad en ellos sea menor”. (EFE)

Comparativamente con los adultos, los niños y adolescentes infectados de COVID-19 son menos propensos a sufrir síntomas, y en caso de sentirlos, la mayoría son leves. A pesar de ser más propensos a ser asintomáticos, no se ha demostrado que hay menor riesgo de transmisión del virus entre niños y adolescentes que entre adultos.

Hasta el momento, menos del 15 % de la población menor de 18 años está vacunada y el CDC no ha aprobado la vacunación para niños menores de 12 años.

Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica

Deja una respuesta

Total
0
Share