Un nuevo mandato del alcalde Bill De Blasio obliga a toda la fuerza laboral de la ciudad de Nueva York a vacunarse contra el Covid-19, sin opción a presentar pruebas PCR negativas.
La nueva norma cubre a 160,500 trabajadores, de los cuales alrededor del 71% están parcial o totalmente vacunados, según estimaciones oficiales.
Los datos ofrecidos por De Blasio durante su anuncio indican que el 70% de la policía y el 60% del personal del departamento de bomberos han recibido al menos la primera dosis.
Sin embargo, 46,000 trabajadores públicos de la ciudad deben recibir su primera dosis antes de las 5:00 pm del 29 de octubre o de lo contrario podrían perder sus trabajos.
Un mandato con estímulo
Además de obligar a los trabajadores a vacunarse, la ciudad ofrece un estímulo de $500 a los empleados que decidan tomar la primera dosis de la vacuna a partir del nuevo mandato.
“Mi trabajo como su alcalde es mantener esta ciudad segura, mantener esta ciudad saludable”, dijo De Blasio. “La vacuna es el camino. Lo hemos demostrado una y otra vez. Funciona, tenemos que seguir avanzando porque Covid aún no se va”.
De Blasio indicó que su objetivo es “acabar con la era del covid de una vez por todas” y afirmó que “se puede hacer” y que los mandatos de vacunación han funcionado para revertir los efectos de la pandemia en la economía local.
La nueva orden implica que los empleados que no cumplan el mandato serán puestos en licencia sin goce de sueldo y los funcionarios del Ayuntamiento planean negociar en los próximos días con los sindicatos sobre los procedimientos a seguir.
La ciudad ya había impuesto un mandato de vacunación para los trabajadores de la educación y la salud pública. Entre los 167.000 empleados del sistema escolar de la ciudad, el 96% ha sido vacunado.
En una entrevista para MSNBC, el alcalde demócrata dijo que la nueva orden aplica para “todas las agencias de la ciudad”.
“Es hora de que todos se vacunen”, dijo De Blasio. “Nuestros empleados públicos nos sacarán de la era COVID”.
Algunos estados y gobiernos locales, como California, están impulsando los mandatos de vacunación para que los trabajadores públicos aumenten los niveles de inoculación, aunque exenciones a los mandatos generalmente se permiten por razones médicas o religiosas.
Otros estados, como Texas y Florida, han prohibido por ley los mandatos de vacunación y las restricciones por Covid-19, y han apelado a la libertad de decisión médica de sus ciudadanos.
