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El senador Joe Manchin (D-WV) anunció que llegó a un acuerdo con el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer (D-NY), para aprobar un proyecto de ley que financiaría beneficios en materia de atención sanitaria, la energía y las políticas climáticas, al tiempo que recaudaría más de 700,000 millones de dólares en ingresos a través de un impuesto de sociedades más alto y métodos de aplicación de impuestos mejorados por parte del IRS. El inesperado anuncio del proyecto de ley Manchin-Schumer supone una importante victoria para la Casa Blanca de Biden, que ahora intentará sacar adelante su último paquete de conciliación antes de las elecciones de mitad de mandato.
El acuerdo, denominado oficialmente Ley de Reducción de la Inflación, supone un importante giro para la agenda legislativa de los demócratas, que se ha visto estancada debido a que las numerosas facciones del Partido Demócrata han luchado entre sí durante casi dos años por la agenda legislativa de Biden. El año pasado, los díscolos demócratas aprobaron un proyecto de ley de infraestructuras, pero los senadores moderados consiguieron bloquear el plan de gasto de 3 billones de dólares “Build Back Better” que Biden impulsó durante meses.
Las esperanzas de los demócratas de aprobar otro proyecto de ley importante en el Congreso parecieron morir hace unas semanas cuando el poderoso senador moderado de Virginia Occidental dijo que no apoyaría ninguna legislación que subiera los impuestos o que implicara una política climática, ya que dijo estar preocupado por la inflación. Sin embargo, el anuncio del miércoles muestra que las negociaciones de última hora de Schumer funcionaron con Manchin.
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-NY), anunció el acuerdo el miércoles (EFE)
¿Qué contiene el proyecto de ley Manchin-Schumer?
En una declaración conjunta enviada a la prensa, ambos senadores anunciaron las grandes líneas del proyecto de ley, que incluye una estimación de 739,000 millones de dólares en ingresos federales y 433,000 millones de dólares en gastos gubernamentales durante los próximos diez años. Según el esquema de una página, el proyecto de ley reduciría las emisiones de carbono en un 40 % para 2030, permitiría a Medicare negociar los precios de los medicamentos recetados y supuestamente reduciría el déficit nacional en 300,000 millones de dólares.
Según Schumer y Manchin, el gasto se pagaría “en su totalidad cerrando las lagunas fiscales de los individuos y las empresas ricas”. El esquema argumenta que recaudará 313,000 millones de dólares a través de una subida del impuesto de sociedades, 288,000 millones de dólares en la reforma de los medicamentos con receta, 124,000 millones de dólares en una aplicación más estricta de los impuestos del IRS, y 14,000 millones de dólares cerrando la laguna de intereses. Schumer y Manchin calculan que estas medidas recaudarán 739,000 millones de dólares.
El proyecto de ley también afirma que la mayoría de los ingresos se invertirían en políticas climáticas y energéticas, es decir, 369,000 millones de dólares. En comparación, 64,000 millones de dólares se dedicarían a la prórroga de tres años de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (conocida popularmente como Obamacare), y los 306,000 millones restantes se destinarían a la reducción del déficit.
El proyecto de ley Manchin-Schumer introduciría un impuesto mínimo de sociedades del 15 % (EFE)
El difícil camino que le espera al proyecto de ley
Los demócratas intentarán aprobar el acuerdo Schumer-Manchin a través del proceso de reconciliación presupuestaria, que es la misma táctica del Congreso que les permitió aprobar el paquete de gastos de 1,9 billones de dólares en marzo de 2021 y la que intentaron utilizar para aprobar el proyecto de ley de 3 billones de dólares de Biden ese mismo año.
Aunque el apoyo de Manchin es una victoria fundamental para el Partido Demócrata del Congreso, el proyecto de ley todavía se enfrenta a un duro camino por delante, ya que los demócratas necesitarán una total disciplina del partido para conseguir que la legislación propuesta llegue al escritorio de Biden. Dado que el control de los demócratas en el Congreso es muy estrecho, cualquier lucha de poder entre las numerosas facciones del partido puede sentenciar a muerte el proyecto de ley.
En el Senado, Schumer tendrá que convencer a la senadora Kyrsten Sinema (D-AZ) para que apoye el proyecto de ley, ya que ella no tenía conocimiento previo del mismo. Si Sinema, que se opuso junto a Manchin al proyecto de ley de Biden de 3 billones de dólares el año pasado, decide no apoyar el proyecto, los demócratas necesitarían el voto de los republicanos para sacar adelante su proyecto. Sinema se vería sometida a una fuerte presión para respaldar el acuerdo, ya que probablemente será la única demócrata que se oponga al proyecto de ley, aunque podría luchar contra el acuerdo inicial y pedir algunas concesiones a cambio.
La presidente Nancy Pelosi (D-CA) tendría que reunir a su díscola bancada para apoyar el proyecto de ley (EFE)
Si el proyecto de ley se aprueba en el Senado, la presidenta Nancy Pelosi tendría que arrear a los díscolos demócratas de la Cámara de Representantes para que apoyen el proyecto. Debido a la ajustada mayoría de los demócratas, sólo pueden permitir la deserción de cuatro representantes si quieren que el proyecto se apruebe. Este pequeño margen de error permite a cualquier facción de los demócratas de la Cámara hundir el acuerdo si lo consideran demasiado radical o no lo suficientemente radical; los progresistas intentaron hacer esto el año pasado para bloquear el proyecto de ley de infraestructuras negociado por Manchin. Este escenario podría repetirse si cualquier acuerdo potencial con Sinema se considera demasiado conservador para los demócratas progresistas de la Cámara.
El acuerdo de Manchin con Schumer da a los demócratas la oportunidad de conseguir una última ley en el Congreso antes de las elecciones de mitad de mandato, en las que se espera que los republicanos recuperen al menos una cámara del Congreso. Que lo consigan o no dependerá de Schumer, Pelosi y Sinema.
Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.