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El American Rescue Plan Act (ARPA) fue un proyecto de ley de 1,9 billones de dólares que los demócratas hicieron aprobar en el Congreso en una votación de línea de partido a principios de 2021. Pero con la pandemia de COVID casi totalmente contenida, y la inflación alimentada por el gasto todavía sin frenar, muchos americanos se preguntan, casi dos años después, si necesitamos un “plan de rescate” para el Plan de Rescate Americano.
El ARPA se vendió como una medida de emergencia para ayudar a Estados Unidos a hacer frente a la pandemia de COVID-19 y a su impacto económico. Pero, según un reciente informe de Fox News, hasta ahora se ha gastado “solo el 12 % de los más de 100,000 millones de dólares destinados a las escuelas primarias y secundarias”, según las estadísticas federales. Y a finales de marzo de 2022, “solo se habían gastado unos 70,000 millones de dólares de los 350,000 millones asignados a los gobiernos estatales y locales. Algo más de 100,000 millones de dólares de ese dinero estaban comprometidos por contrato para ser gastados”.
Aunque gran parte de ARPA que se ha gastado se destinó sin duda a la respuesta COVID, hay mucho que se ha destinado a partidas no COVID, y gran parte de los fondos presupuestados están aún sin utilizar.
El informe de Fox News cita a un portavoz del Tesoro que indica que al menos el 67 % del dinero disponible para los gobiernos estatales y locales estaba presupuestado hasta marzo, cuando la financiación disponible era “algo menos de 225,000 millones de dólares”.
“Eso significa que probablemente alrededor de la mitad de los 350,000 millones de dólares totales habían sido presupuestados para su uso futuro a finales de marzo”, añade el informe.
“Washington asignó 350,000 millones de dólares a los gobiernos estatales y locales para cerrar déficits presupuestarios que ni siquiera existían”, dijo el investigador principal del Instituto Manhattan, Brian Riedl, a Fox News Digital. “Estos estados están totalmente inundados de más dinero del que saben qué hacer, así que no es de extrañar que no hayan asignado todavía: van a estar sentados en este dinero durante años”.
“Por supuesto, las normas van a caer y van a buscar cualquier excusa para gastar el dinero, sin importar el despilfarro”, dijo Riedl.
El informe cita un rastreador del Instituto Brookings que proporciona una forma excepcional para que los ciudadanos localicen los fondos asignados a su condado, junto con los programas probablemente susceptibles de ser mal asignados y despilfarrados.
Entre las ciudades que encabezan el gasto de los gobiernos locales en septiembre se encuentran New York, Los Ángeles, San Francisco, Houston, New Orleans y San Diego.
Sin embargo, hay ciudades que destacan entre la multitud de premios dudosos: San Diego, por ejemplo, tiene una subvención de 150,000,000 de dólares, así como muchas subvenciones menores con objetivos poco definidos. En la lista de una subvención de más de 9 millones de dólares figura “crear y distribuir comunicaciones sobre las actividades de COVID-19 en el condado”. Muchas de las actividades parecen ser redundantes con los esfuerzos de las agencias federales de salud.
Austin es otra ciudad gobernada por los demócratas con una serie de adjudicaciones cuestionables, como más de 10 millones de dólares para “educación y concienciación en materia de salud pública”, incluyendo la contratación de un “consultor de relaciones públicas especializado en mensajes de cambio de comportamiento.”
El condado de Harris (Texas), que alberga parte de la cuarta ciudad más grande de USA, Houston, tiene un programa de “pagos directos o subsidios”, que incluye 1,500 dólares para los hogares de bajos ingresos etiquetados como “ayuda financiera flexible“.
A pesar de que el condado de Harris no proporcionó transparencia pública adecuada y la rendición de cuentas para un paquete de alivio de COVID de 30 millones de dólares en 2020, y las preguntas sobre el desvío de la financiación de COVID a los grupos activistas de izquierda como Houston en Acción, el condado se adjudicó un adicional de 30 millones para el alivio de las pequeñas empresas procedentes de ARPA en agosto de 2021.
ARPA parece estar lleno de corrupción pública, malversación de fondos y despilfarro de recursos públicos. Incluso si los fondos no se utilizan “ilegalmente”, se están utilizando políticamente —una práctica común en los países del tercer mundo conocida como “corrupción oficial”—. Hay varias entradas en la base de datos de seguimiento de ARPA que son claramente de naturaleza política.
Minneapolis asignó 300,000 dólares para “Promover la curación y la activación positiva en la comunidad negra para construir e implementar una visión más amplia de una recuperación equitativa y resistente del COVID-19 y del trauma racial”, informó Fox News. “Estos eventos de estilo pop-up ayudarán a abordar la necesidad de curación y cohesión social”.
La ciudad también ha asignado más de 3 millones de dólares para un “Programa de Participación en los Costos Verdes… centrado en la eficiencia energética y la energía renovable en, las comunidades BIOPOC, y las viviendas de bajos ingresos”.
Las escuelas públicas de la ciudad de New York han destinado 12,308,279 dólares de sus fondos ARPA a ampliar su programa de “justicia restaurativa” woke “a todas las escuelas medias y secundarias de la ciudad”.
“Ese es el tipo de cosa que debería sorprendernos exactamente en un 0 %”, dijo el investigador principal del R Street Institute, Jonathan Bydlak, a Fox News. “Cada vez que tienes tanto dinero fluyendo desde Washington, francamente sin ningún tipo de ataduras o supervisión real… vas a tener estos casos”.
Hay otras partidas dudosas: el condado de Adams, en Colorado, asignó 349,294 dólares para “ayudar al distanciamiento social” en entornos de congregación. Algunas son rotundamente deshonestas. Los fondos de ayuda para los problemas de salud mental de los niños suelen culpar al virus, cuando es innegable que las medidas de respuesta son las que más han agravado la crisis.
Anchorage, Alaska, por ejemplo, ha asignado 600,000 dólares en fondos para “servicios de salud mental en las escuelas para seguir respondiendo a las necesidades de salud mental de niños y jóvenes exacerbadas por la pandemia de COVID-19”.
Al igual que la llamada Ley de Reducción de la Inflación no tenía mucho que ver con la lucha contra la inflación, el Plan de Rescate Americano parece tener más que ver con el rescate del Partido Demócrata y su base de sus desastrosas políticas. El Partido Demócrata primero crea daños a la economía americana con políticas como las cuarentenas de COVID y luego ofrece a los americanos la solución de la “pastilla venenosa” de los paquetes de ayuda masiva, que hacen aún más daño a la economía con efectos secundarios como la inflación desenfrenada.
El sistema económico se encuentra en un círculo vicioso que el pueblo americano no puede seguir sosteniendo por mucho tiempo.
Current Founder, CEO and Chief Editor of Becker News. Former Writer & Associate Producer at Fox News for #1 top-rated prime-time cable news show. Former Director of Viral Media and Senior Managing Editor for award-winning startup website IJReview, which grew to a readership of 20-30 million Americans a month. Led editorial and social media team that was #1 ranked news & politics publisher on Facebook for story engagement. Writer whose thousands of digital articles have been read by over 100 million unique users.