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En medio del debate que se ha generado en torno a la nueva ley electoral de Georgia, donde la desinformación ha sido la carta utilizada por los demócratas, Pablo Kleinman analiza en El American Libre cuál es la intención de la reforma electoral en Georgia y la del Partido Demócrata, que ha coordinado sus críticas hacia la nueva ley para presionar por su derogación.
En su análisis, Kleinman afirmó que Joe Biden y el expresidente Barack Obama han respaldado el boicot a la economía del estado que están llevando a cabo algunas de empresas, que han catalogado la nueva ley como “Jim Crow 2.0”, algo que Pablo considera falso.
Es la primera vez que un presidente se suman a una campaña de este tipo, afirma y sostiene que la reforma es para que el proceso electoral sea más transparente y confiable.
«El eje central de esta reforma fue el establecimiento de nuevas salvaguardas para impedir el fraude, pero esto produjo una reacción furibunda por parte de la oposición demócrata. Los demócratas, que en Georgia tienen poco poder político porque no logran convencer a la mayoría de los votantes, están tratando de aplicar toda la presión posible sobre los funcionarios electos para deshacer la reforma».
La MLB y la reforma electoral en Georgia
Kleinman recordó la decisión de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) de trasladar el partido de las Estrellas de 2021 de Atlanta, como respuesta a la Ley electoral de Georgia aprobada la semana pasada. Aseguró que es parte del plan del Partido Demócrata para evitar que se aplique la ley.
«Biden pidió a las empresas que impulsen sus objetivos políticos fuera del sistema político legítimo, boicoteando a Georgia. Es el primer presidente en la historia en presionar abiertamente para que boicoteen a un estado con motivo a la implementación de medidas legales que simplemente no le gustan y que su partido no tiene el poder político de revertir», resaltó Kleinman.
Finalmente, especificó que la reforma electoral no tiene como intención generar racismo ni discriminación, sino que, por el contrario, su objetivo es generar confianza en el proceso electoral de Georgia y evitar un fraude: «Se trata de un régimen de votación extremadamente generoso que consagra prácticas que pueden colaborar en la seguridad en general. La idea no es restringir la votación, sino hacer más difícil que el fraude se lleva a cabo».
La ley electoral en Georgia, impulsada por los republicanos, impone nuevas normas al proceso electoral. Entre ellas establece que los ciudadanos presenten un documento de identificación con foto para poder votar y estandariza el horario de votación en todo el estado, de 09:00 a. m. a 05:00 p. m., con la posibilidad de que cada condado lo amplíe hasta las 07:00 p. m.
Pablo Kleinman no solo recordó lo bueno, lo malo y lo feo de la nueva ley electoral de Georgia, también tuvo palabras para los republicanos, quienes, afirma, se han dejado amedrentar por la falsa narrativa de los medios en torno a esta ley y les envió un mensaje, como cierre del tercer episodio de El American Libre:
«Señores republicanos de Georgia, y de donde sea, pónganse los guantes y mantengan el equilibrio todo lo que puedan, preferentemente, hasta que logren hacerles ver a los demócratas que su único camino para conseguir lo que quieren es dejar de pelear sucio».
