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Las elecciones del 2022 al Senado fueron más que exitosas para los demócratas. Pese a tener un mapa favorable, defendían asientos muy competitivos en Nevada, Arizona y Georgia. A pesar de que las encuestas mostraban lo contrario, lograron retener todas sus bancas y hasta se dieron el lujo de voltear Pennsylvania, plasmando una mayoría de 51-49. Sin embargo, si Chuck Schumer levanta la cabeza y mira hacia 2024, tiene motivos de sobra para preocuparse: ¡podría perder hasta 8 asientos!
El mapa del Senado en 2024 le sonríe a los republicanos. De los 34 asientos que estarán en juego, solo 11 corresponden al GOP. Por si fuera poca ventaja, casi no tienen asientos vulnerables. Previo al 2022, algunos demócratas miraban con cariño los asientos ostentados por Ted Cruz (R-TX) y Rick Scott (R-FL), pero las “midterms” se encargaron de despejar al camino para la reelección de ambos.
En la vereda de enfrente, el caucus liderado por Chuck Schumer deberá defender 23 escaños (veinte demócratas y tres independientes). Lejos de ser un mapa amigable, deberá defender a capa y espada 8 asientos competitivos. Virginia Occidental, Montana, Ohio, Arizona, Wisconsin, Nevada, Pennsylvania y Michigan amenazarán la primera mayoría real de Joe Biden en la Cámara Alta.
Virginia Occidental: Joe Manchin tiene en vilo al estado
Al leer la lista de estados competitivos, este es posiblemente el primero que uno puede asumir como perdido para los demócratas. Después de todo, Donald Trump se llevó el estado por 38,9 % en 2020 y la senadora Shelley Moore Capito hizo lo propio por 43 %. Sin embargo, Manchin siempre se las arregló para teñir el estado de azul una vez cada seis años.
Tras ganar el asiento en una elección especial en el 2010, fue electo para un mandato completo en el 2012 e hizo lo propio en el 2018, por un ajustado 49,6 % a 46, 3 %. Aunque todavía no ha decidido si volverá a correr, el demócrata moderado sabe perfectamente que la única oportunidad de los demócratas en el estado es con su nombre en la boleta.
Como dato agravante para Manchin, la elección tendrá lugar el mismo año que la elección presidencial. En otras palabras, si el candidato republicano repite el margen de Trump en el 2020, el demócrata debería lograr que casi un 40 % del electorado vote rojo para presidente y azul para el Senado.
Grandes oportunidades para el GOP en Montana, Ohio y Arizona
Independientemente de los candidatos, ambos estados parecerían ser presa fácil para el Partido Republicano. Si bien Montana ha elegido demócratas en un pasado cercano, la coincidencia con la elección presidencial hará que el camino de Jon Tester a la reelección sea mucho más empinado. Trump se llevó el estado por casi 17 % en el 2020 y el nuevo (o viejo) nominado republicano bien podría ayudar a cruzar al retador la línea de meta.
Si bien el senador no es precisamente el más moderado de la Cámara Alta, en comparación por ejemplo con el mismo Manchin o Kyrsten Sinema, ha logrado mantenerse popular entre los votantes de Montana. En efecto, presume de ser el titular más popular entre los que buscan la reelección en 2024.
Por otro lado, sería prácticamente un milagro si los demócratas retienen Ohio. Trump se impuso en dos oportunidades por 8 % y, a pesar de no cosechar muchos éxitos en estados clave durante las elecciones de medio término del 2022, su candidato al Senado se impuso por 6,1 %. Ese pareciera ser el piso de los republicanos en el estado y hay muchas chances de que todos sus candidatos lo superen en 2024.
Hasta el momento, solo Matt Dolan anunció su intención de desafiar a Sherrod Brown, quien asumió su cargo en 2007. Dolan podría describirse como un candidato al estilo del gobernador Mike DeWine y confesó que fue el primer en anunciar su candidatura para ganar más reconocimiento de nombre.
En Arizona, el cambio a independiente de Kyrsten Sinema le dio una fuerte patada al tablero electoral. Aquí conviven dos escenarios posibles. Aunque es impopular entre los demócratas, la senadora bien podría capturar el voto independiente para imponerse en una elección general ante los candidatos de ambos partidos. Sin embargo, hay muchas posibilidades de que un republicano aproveche la fragmentación del voto demócrata y termine reclamando un asiento que perteneció al GOP por 40 años.
¿Una revancha para Dave McCormick en Pennsylvania?
Muchos analistas políticos coinciden en que el GOP estuvo solo a 900 votos de ganar en Pennsylvania en el 2022. A pesar de que Fetterman derrotó a Oz por casi 300.000 sufragios, esas tres cifras separaron a McCormick de ser el candidato republicano en esa elección.
Tanto conservadores, como el senador Ted Cruz y Ben Shapiro, como progresistas, el analista electoral Ethan Kelly, están de acuerdo en que McCormick hubiese ganado esa elección de haber sido el nominado. Por lo tanto, la puerta quedó más que abierta en caso de que quiera buscar revancha en el 2024.
Afortunadamente para los republicanos, el exfuncionario de la administración de George W. Bush parece tener claras intenciones de volver a luchar por un asiento en la Cámara Alta. Así lo demostró con el anuncio de su nuevo libro, Superpower in Peril: A Battle Plan to Renew America, el cual lo llevará a recorrer Pennsylvania durante todo el 2023.
En esta oportunidad, su rival será un hueso mucho más duro de roer. Bob Casey Jr. es prácticamente una institución en el “Keystone State”. Hijo del exgobernador Bob Casey, pasó por varios cargos a nivel estatal y buscará su cuarto mandato consecutivo en el Senado.
Incertidumbre en Nevada, Wisconsin y Michigan
El GOP parte como favorito en dos de estos tres asientos y uno de ellos es Nevada. Luego de la frustración con Adam Laxalt en 2022, que lideró las encuestas hasta el día de la elección, pero al final terminó perdiendo por unos miles de votos, los republicanos volverán a apuntar todos los cañones al “Silver State”. Con una titular de un solo mandato y el envión de un año presidencial, los republicanos solo necesitan de un candidato lo suficientemente fuerte como para, de una vez por todas, materializar la ventaja de las encuestas el día de la elección.
El segundo estado en cuestión es Wisconsin, donde ambos partidos registran victorias en los últimos años. Joe Biden se llevó el estado por apenas 0,2 % en el 2020, mientras que Ron Johnson logró la reelección en el 2022 por 1 %, lo que abre la puerta para el desempate.
Particularmente, el asiento que ostenta Tammy Baldwin le ha sido muy esquivo a los republicanos, que no lo tienen desde 1957.
El último estado competitivo en este listado es Michigan, donde la titular Debbie Stabenow anunció que no buscaría la reelección, complicando a los demócratas a nivel político y en cuestiones de financiamiento. Sin embargo, la lógica indicaría que la popularidad de la gobernadora Gretchen Whitmer será suficiente para impulsar a un candidato competitivo y retener el asiento.
En resumen, los demócratas tendrán muy difícil sostener la mayoría en el Senado conseguida en el 2022. Con el escenario actual, si los republicanos aprenden de los errores y nominan candidatos competitivos, solo restaría saber cuál será el margen de la nueva mayoría republicana en la Cámara Alta.
Joaquín Núñez es licenciado en comunicación periodística por la Universidad Católica Argentina. Se especializa en el escenario internacional y en la política nacional norteamericana. Confeso hincha de Racing Club de Avellaneda. Contacto: [email protected] // Joaquín Núñez has a degree in journalistic communication from the Universidad Católica Argentina. He specializes in the international scene and national American politics. Confessed fan of Racing Club of Avellaneda. Contact: [email protected]