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La preocupante pérdida de autoridad moral de Estados Unidos en el mundo

Estados Unidos y su preocupante perdida de autoridad moral

El intercambio de ideas a veces puede ser conflictivo. Una discusión puede elevarse de tono, al igual que un debate, y no dejará de ser un intercambio de ideas. Allí no hay un abuso de autoridad, así uno eleve más la voz que su contraparte, ambos están al mismo nivel.

Habitualmente se leen críticas a personalidades políticas como Ron DeSantis, Jair Bolsonaro o el mismo expresidente Donald Trump porque su trato hacia la prensa es hostil. Allí no había ni hay diplomacia, ciertamente. Aun así, no es abusivo, de hecho, bien que se critica en los medios esa actitud de los tres políticos.  

Ahora, hay algo que sí es abusivo y una inmensa falta de respeto para la sociedad: no atender a los medios. Imponer políticas polémicas rechazadas por parte de la ciudadanía, y huir de la prensa para no dar explicaciones o exponer argumentos, no solo es un acto de cobardía, sino de inmoralidad. 

Eso hace Joe Biden. Lo ha hecho casi sistemáticamente. Ahora mismo en Estados Unidos se están desarrollando varias crisis, la primera es migratoria, la frontera está colapsada, con migrantes llegando al país ante la promesa de demócratas de un trato «más humanitario» con respecto a Trump. Puras mentiras. La segunda es diplomática. Primero Afganistán, con la desastrosa retirada de tropas que dejó a Estados Unidos como un pésimo aliado y una potencia en decadencia ante el mundo, y ahora con Francia; histórico aliado de Washington que ahora acusa al país de clavar un puñal a sus espaldas.

Estados Unidos y su preocupante perdida de autoridad moral
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, camina por el jardín sur de la Casa Blanca para partir en el Marine One, en Washington, DC, Estados Unidos, el 20 de septiembre de 2021. (EFE).


Debo decirlo: tanto el acuerdo de submarinos nucleares con Australia y Reino Unido, que deja marginada a Francia, como la difícil decisión de retirar las tropas de Afganistán me parecen políticas sensatas. Sin embargo, las ejecuciones no fueron buenas. Y allí es donde la Administración Biden debe dar la cara; abordando las críticas y dando explicaciones a los americanos abandonados en Kabul, a los aliados que quedaron a merced de los talibanes, a los aliados parisinos y también a la prensa crítica.

Así funciona esto. Decisiones y consecuencias. La prensa sirve como puente entre la élite y los comunes; es el principal responsable de evaluar y criticar a la clase dominante, y el acuerdo es que los poderosos mínimamente le deben algo de respeto, pues irrespetarla es como irrespetar a la sociedad civil.

Es profundamente decepcionante escuchar y ver a Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, reprender a Reino Unido y al primer ministro Boris Johnson por aceptar preguntas de la prensa «sin dar un previo aviso». ¿Es que acaso el Gobierno británico debe dar explicaciones a Washington para atender a los periodistas? La Administración Biden se está acostumbrado a que el presidente solo enuncie discursos sin aceptar preguntas.

Sin autoridad moral y sin liderazgo

Los talibanes también se burlan. Cuando la prensa los cuestionó por la poca libertad de expresión que tuvieron los afganos bajo su régimen, sagazmente respondieron que Facebook y las Big Tech censuran a los conservadores en Estados Unidos. Y acá también está involucrada la Casa Blanca y los demócratas porque ellos, en gran medida, son quienes presionan a las empresas privadas para «combatir la desinformación». Sí, «desinformación», seguro el New York Post conoce el tipo de «desinformación» que combaten Facebook y Twitter.

Claramente es terrible, la tierra de las libertades, la joya de Occidente, hoy no puede condenar a un tiranuelo tercermundista sin ser tildada de hipócrita por su falta de autoridad moral. Y es lamentable porque Estados Unidos debería ser la nación que dé el ejemplo al mundo.

Afortunadamente, todavía queda una importante reserva moral en el país. La Administración Biden no representa los valores tradicionales americanos y tampoco a una buena parte de la sociedad civil. La Casa Blanca, hoy por hoy, no representa a las valientes tropas que llevaron adelante, por ejemplo, la operación pineapple express; que salvó a cientos de aliados afganos. Tampoco a los americanos trabajadores y honestos que generan empleo e impulsan la economía. Mucho menos a los latinos que llegan a Estados Unidos en busca de oportunidades y con la esperanza de cumplir el sueño americano. La pérdida de autoridad moral de Estados Unidos, bajo esta administración, es preocupante; pero no será definitiva.  

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

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