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En abril del año pasado, los directores del Banco Interamericano de Desarrollo recibieron en su correo electrónico una denuncia anónima que acusaba a su presidente, Mauricio Claver-Carone, de desvío de fondos y de mantener una relación con una persona de su equipo, una relación que sería contraria a las normas del banco.
En la misiva no sólo se omitían los datos de los denunciantes. Tampoco se aportaban pruebas y los implicados negaron las acusaciones. Sin embargo, la junta de gobernadores ordenó a un despacho de abogados una investigación para aclarar los hechos.
Cinco meses después, la investigación no ha podido probar las alegaciones vertidas contra él y ha concluido que no existen evidencias que prueben que haya violado el código de conducta del banco. Sin embargo, la junta de gobernadores ha utilizado el proceso para expulsar al que es el primer norteamericano en presidir este Banco.
El papel de la Administración Biden no ha podido ser más deshonroso. La representante de Estados Unidos en la junta directiva del BID ha impulsado el voto para la expulsión de Mauricio Claver-Carone. Con ello, no sólo han dejado de defender un proceso con las debidas garantías para un ciudadano americano; sino que sobre todo, están perjudicando los intereses americanos en la región en favor de un gran ganador: China.
Mauricio Claver-Carone fue un estrecho colaborador del Presidente Trump, su Presidencia en el banco representaba una oportunidad histórica para Estados Unidos, el proveedor del 30% de los fondos del banco. En apenas dos años de mandato, Claver-Carone logró poner coto al desenfrenado gasto del banco; diversificó la fuentes de financiación dando entrada al sector privado y logró una financiación sin precedentes de más de 23.500 millones de dólares.
Con esta decisión, que a todas luces parece política y no basada en pruebas, China, la principal amenaza estratégica de Estados Unidos, gana influencia por la puerta de atrás de nuestros vecinos. Lo que comenzó durante el mandato del presidente anterior –en el que la influencia de China en el banco creció tanto que en 2019 llegó a celebrarse la reunión anual del BID en la ciudad china de Chengdu– continúa. Y lo hace ahora con la ayuda del propio presidente Biden.
Vanessa Vallejo. Co-editor-in-chief of El American. Economist. Podcaster. Political and economic analysis of America. Colombian exile in the United States // Vanessa Vallejo. Co-editora en jefe de El American. Economista. Podcaster. Análisis político y económico de América. Colombiana exiliada en EE. UU.