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Aduladores de Fidel Castro, seguidores de Chávez y estatistas: así es el gabinete del nuevo presidente de Colombia

Aduladores de Fidel Castro, seguidores de Chávez y estatistas: así es el gabinete del nuevo presidente de Colombia

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ESTE DOMINGO 7 de agosto arrancó el Gobierno del izquierdista Gustavo Petro en Colombia. Se trata de un parteaguas en la historia de Colombia, pues Petro es el primer presidente explícitamente socialista que llega al poder, además de que fue miembro del grupo guerrillero M-19 —que se alzó en armas a mediados del siglo pasado contra los gobiernos de Colombia—.

Aunque Petro ha abrazado toda su vida posturas de extrema izquierda, como las confiscaciones de tierra, redistribución de la riqueza, subsidios y controles de precio, esta vez llega a la Presidencia con un discurso un poco más moderado —aún mantiene intactas ciertas propuestas extremistas como acabar con la extracción de petróleo, “democratizar” las tierras improductivas, aumento considerable de impuestos y reformas a las fuerzas públicas—.

Sin embargo, aunque Petro ha tratado de disociar su imagen de la de su pasado guerrillero y extremista, todas las preocupaciones que hay en los mercados sobre su Gobierno cobran fuerza por las personas que el ahora presidente ha designado como ministros.

Su gabinete, aún conformado por algunos políticos de los partidos tradicionales, algo moderados, también cuenta con algunos nombres bastante polémicos, afines al pasado extremista de Gustavo Petro y a algunas de las ideas y relaciones más peligrosas con las que se asoció a su campaña. Estos son algunos de los nombramientos que más preocupan:

Adulador de Fidel Castro

Aduladores de Fidel Castro, seguidores de Chávez y estatistas: así es el gabinete del nuevo presidente de Colombia

El encuentro de Danilo Rueda con Fidel Castro, junto a la senadora Piedad Córdoba.

El pasado 25 de julio el entonces presidente electo designó a Danilo Rueda como comisionado para la paz. Es decir, asesor del presidente frente a todo lo relacionado con los esfuerzos de negociar la paz con grupos armados en Colombia. Es un cargo que fue creado en los noventas, cuando en Colombia se llevaba a cabo un proceso de paz con el grupo guerrillero y terrorista FARC y el M-19 (al que Petro perteneció).

La designación de Rueda como comisionado ha generado polémica, sobre todo por sus afinidades. Danilo Rueda, reconocido activista por los derechos humanos, trabajó con la polémica senadora del partido de Petro, Piedad Córdoba, acusada de ser aliada de las FARC y del régimen de Chávez y Maduro en Venezuela.

Córdoba recientemente fue detenida en un aeropuerto de Honduras cuando iba a viajar hacia Colombia con $68 mil que no había declarado. Es una de las figuras políticas colombianas más controvertidas, hasta el punto que la campaña de Petro la ha apartado para que no le empañe.

Mientras trabajaba con Córdoba y en el marco de las negociaciones de paz del Gobierno Juan Manuel Santos que se llevaban en Cuba, Rueda viajaba a La Habana y, en una de esas visitas, se reunió con el dictador Fidel Castro, quien le dedicó un libro: “Para Danilo Rueda, francamente Fidel Castro”.

Del encuentro, Rueda escribió: “Una memoria de nuestros dos encuentros, sabio e inspirador, Fidel pasará a la historia y al corazón de millones”.

Fidel Castro hoy es recordado como uno de los dictadores más sanguinarios que ha habido en el continente.

Tuit de Danilo Rueda.

Además, recientemente Danilo Rueda estuvo envuelto en una polémica porque fue una de las personas que asistió junto al hermano del presidente Petro, Juan Fernando, a una cárcel de Bogotá durante la campaña de estas elecciones presidenciales. La visita del equipo de Petro a la cárcel generó mucha polémica, porque luego se filtró que Juan Fernando Petro y Danilo Rueda les ofrecieron dádivas e indultos a varios criminales a cambio de apoyo para la elección de Gustavo Petro.

Seguidora de Hugo Chávez

Aduladores de Fidel Castro, seguidores de Chávez y estatistas: así es el gabinete del nuevo presidente de Colombia

Gloria Inés Ramírez citaba al dictador Fidel Castro y elogiaba constantemente a Chávez. (EFE)

Otra de las designaciones que más preocupación y polémica ha generado es la de la académica y sindicalista Gloria Inés Ramírez, designada como ministra de Trabajo por el presidente.

Como académica ha trabajado principalmente en el sector público y fue presidente del sindicato socialista Federación Colombiana de Educadores (Fecode), responsable de la mayoría de las huelgas que sufrió el Gobierno de Iván Duque.

Ramírez militó de muy joven en el Partido Comunista de Colombia y en la organización de izquierda Unión Patriótica, fundada en 1985 por la organización guerrillera y terrorista FARC.

Uno podría decir que las personas cambian de idea, pero no es el caso de Gloria Inés Ramírez. Hace pocos años, en el 2008, fue electa miembro del Comité Central del Partido Comunista Colombiano. Y ese mismo año la Procuraduría le abrió una investigación por sus vínculos con las FARC.

Una vez Petro decidió designarla como ministra del Trabajo, surgieron varios videos y mensajes de Ramírez que revivieron la polémica sobre sus ideas y relaciones. En el video que fue más viral aparece Gloria Inés Ramírez dando un discurso en el que dice: “Ya quisiéramos nosotros que aquí estuvieran las ideas de Chávez, de Evo, de Rafael Correa”. Hace referencia a Hugo Chávez, dictador de Venezuela, y los presidentes Correa, de Ecuador, y Evo Morales, de Bolivia, ambos acusados de corrupción en sus países.

En redes sociales también retomaron varios de sus tuits viejos. En uno, de abril del 2013, Ramírez llama a Nicolás Maduro, hoy acusado de violaciones de derechos humanos y narcotráfico en Estados Unidos, “un baluarte del chavismo”.

Gloria Inés Ramírez citaba al dictador Fidel Castro y elogiaba constantemente a Chávez.

Enemigo de la justicia

Aduladores de Fidel Castro, seguidores de Chávez y estatistas: así es el gabinete del nuevo presidente de Colombia

La carrera de Velásquez está empañada por su cuestionado papel como jefe de la CICIG. (EFE)

Quizá una de las designaciones que más preocupa es la del jurista Iván Velásquez como ministro de la Defensa. Colombia es un país marcado por el conflicto, en el que los militares y la Policía juegan un papel clave en el resguardo de las instituciones y la seguridad de los ciudadanos. La llegada de Velásquez como cabeza del ministerio ha encendido todas las alarmas, por su pasado de desprecio a las Fuerzas Armadas, su afinidad al grupo guerrillero FARC y sus manipulaciones a la justicia.

Además, de todos los mensajes antiejército que se pueden encontrar en su cuenta de Twitter (desde la que llamó incapaz y corrupto al Ejército colombiano), preocupa que, cuando Velásquez fue fiscal en Medellín, la segunda ciudad de Colombia, se ganó la reputación de favorecer al grupo guerrillero FARC.

Se lee en el The Wall Street Journal: “No hay duda de que su oficina nunca estuvo interesada en perseguir los crímenes de lesa humanidad cometidos por los guerrilleros de las FARC narcotraficante”.

Por último, la carrera de Velásquez está empañada por su cuestionado papel como jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, o CICIG. La CICIG, creada bajo un acuerdo entre las Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala, ha sido acusada ampliamente de abuso de poder, parcialidad y servir de instrumento de persecución política.

Según se lee en una columna de la periodista Mary Anastasia O’Grady, del The Wall Street Journal, la CICIG buscaban humillar y enjuiciar a sospechosos de corrupción en Guatemala, sin que se sometieran al debido proceso. Enjaulaban a los sospechosos “para crear la impresión de que los acusados eran culpables”.

“El sr Velásquez utilizó la táctica de que antes de que los sospechosos fueran siquiera procesados como una forma de humillación, invitaban a los medios a fotografiarlos enjaulados en el aparcamiento del juzgado, donde eran retenidos por días, en algunos casos durante una semana o más, en violación de la ley guatemalteca”, se lee.

Por último, O’Grady escribe: “La oposición colombiana está preocupada de que Petro haya nombrado a Velásquez para que decapite a las fuerzas armadas y sustituya a los altos mandos por gente de su agenda política. El señor Petro era un amigo cercano y asesor de Hugo Chávez, quien hizo exactamente eso a principio de la década de los 2000. En otras palabras, estas preocupaciones no son injustificadas”.

Autor de crisis

Aduladores de Fidel Castro, seguidores de Chávez y estatistas: así es el gabinete del nuevo presidente de Colombia

José Antonio Ocampo ha sido asesor del Gobierno de Alberto Fernández a través del órgano del Ejecutivo, el Consejo Económico Social. (EFE)

El prestigioso economista José Antonio Ocampo, designado ministro de Hacienda por Petro, se ha perfilado como una de las decisiones más moderadas y sensatas del presidente, con el propósito de calmar a los mercados —que no reaccionaron bien a su triunfo en las elecciones, en junio de este año—.

Ocampo fue director ejecutivo de la CEPAL (entre 1998 y 2003) y secretario general adjunto del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas. Es académico de varias universidades, entre las que está Columbia, y es sin duda uno de los economistas colombianos más reconocidos y citados en el mundo. Esto, a primeras, debería de aplacar las preocupaciones.

Sin embargo, el prestigio de Ocampo no vuelve sus ideas exitosas o viables. Es un economista keynesiano, estatista, que ha escrito varios libros junto a otro economista bastante reconocido, pero cuestionado, el Premio Nobel del 2001, Joseph Stiglitz.

Es importante recordar que Stiglitz ha elogiado tanto a Hugo Chávez como a Fidel Castro. Con respecto al primer, asegura que tuvo buenas ideas para sacar a la gente de la pobreza. Sobre el dictador cubano, Stiglitz alabó sus “logros en la salud y educación”.

En el 2016, Stiglitz recordó un encuentro que tuvo con Fidel Castro, de quien dijo: “Recuerdo la fascinación que me produjo que Fidel me felicitara personalmente. Fue extraordinario contar con su presencia”.

Estando en Cuba, en diciembre de 2016, Stiglitz volvió a elogiar a la dictadura y fue recibido con entusiasmo por la academia cubana, afín a la revolución comunista de los Castro.

Con respecto a Ocampo, gran amigo de Stiglitz, es notable su afinidad al Gobierno argentino de los Kirchner. Particularmente, Ocampo ha sido asesor del Gobierno de Alberto Fernández a través del órgano del Ejectuvo, el Consejo Económico Social.

Entre los asesores internacionales con los que cuenta el Consejo Económico Social de Argentina están la expresidente de Brasil Dilma Rousseff y el expresidente uruguayo José Mujica.

Asimismo, es conocido que José Antonio Ocampo fue profesor y mentor del exministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, quien renunció hace poco más de un mes debido a la profunda crisis económica que vive el país latinoamericano.

Actualmente, Argentina tiene una de las economías más frágiles y sufre una de las mayores inflaciones del mundo, debido a las políticas del Gobierno de Alberto Fernández y la expresidente Cristina Fernández.

Orlando Avendaño is the co-editor-in-chief of El American. He is a Venezuelan journalist and has studies in the History of Venezuela. He is the author of the book Days of submission // Orlando Avendaño es el co-editor en Jefe de El American. Es periodista venezolano y cuenta con estudios en Historia de Venezuela. Es autor del libro Días de sumisión.

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