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Joe Biden podría asegurar la frontera hoy mismo

Joe Biden Could Secure The Border Today. Here’s How, EFE

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Por Chad Wolf y Rob Law*

El pueblo americano puede percibir claramente que es necesario poner fin a la creciente crisis en nuestra frontera sur. Sin embargo, esta crisis nunca terminará a menos que nuestra nación tenga una estrategia coherente para resolver este problema.

Durante los últimos dos años, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha dejado de lado a los agentes de carrera de la Patrulla Fronteriza – los expertos operativos – y se ha convertido en la primera administración en la historia de Estados Unidos en negarse a hacer cumplir nuestras leyes de inmigración. Como resultado de las decisiones imprudentes de la administración, hubo más de un cuarto de millón de detenciones fronterizas en diciembre de 2022, el mes más alto jamás registrado.

Para contextualizar, esa cifra es más de un 141% superior a la media de diciembre durante la administración Trump.

Ahora, en lugar de admitir su fracaso y aplicar una nueva estrategia, la administración Biden culpa al “sistema roto” y al Congreso por negarse a aprobar su proyecto de ley de amnistía. Aunque las nuevas leyes tienen el potencial de ayudar a asegurar la frontera, la administración Biden ya tiene la autoridad que necesita para abordar estos graves problemas. Simplemente aplicando las leyes existentes, la administración Biden podría detener las cifras récord de detenciones de extranjeros ilegales, incluidas las detenciones de niños extranjeros no acompañados y el tráfico de fentanilo en la frontera.

Aquí van 10 medidas que el gobierno de Biden podría tomar ahora para poner fin a la crisis fronteriza y desarticular las redes de tráfico que prosperan con las políticas actuales.

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  1. Construir infraestructura para el muro fronterizo. El muro fronterizo es una barrera física eficaz que protege al pueblo americano. La administración Trump escuchó a los agentes de la Patrulla Fronteriza, que identificaron la infraestructura, los materiales y las ubicaciones óptimas para una barrera en áreas seleccionadas a lo largo de la frontera sur. Por el contrario, la administración Biden ha descartado el consejo de los profesionales encargados de hacer cumplir la ley y ha desperdiciado miles de millones de dólares de los contribuyentes que fueron asignados para construir el muro fronterizo. La incapacidad para completar el muro y la infraestructura relacionada pone en peligro a los americanos e incentiva aún más la inmigración ilegal y el flujo de fentanilo en las comunidades americanas.
  2. Reinstaurar la política “Quédate en México”. Los Protocolos de Protección de Migrantes (también conocidos como “Quédate en México” o MPP) obligaban a los ciudadanos no mexicanos a esperar en México su cita con el tribunal de inmigración en lugar de ser liberados en comunidades americanas. La Corte Suprema confirmó la legalidad de esta política en junio de 2022, y su uso combatió eficazmente el fraude en el asilo y desarticuló las redes de contrabando y tráfico de personas al negar a los migrantes económicos la entrada en Estados Unidos.
  3. Reiniciar los Acuerdos de Cooperación en materia de Asilo (ACA). Los ACA, que se negociaron en 2019 y 2020, crearon un proceso para que los solicitantes legítimos de asilo pudieran solicitar ayuda humanitaria más cerca de sus países de origen. La administración Trump proporcionó apoyo adicional para financiar y ayudar a los socios de nuestra Nación en estos acuerdos, todo mientras enviaba un mensaje de que el fraude en materia de asilo debe terminar. Combinado con la exitosa aplicación del MPP, la inmigración ilegal se desplomó porque la posibilidad de ser devuelto a un tercer país en lugar de ser liberado en los Estados Unidos disuadió el fraude.
  4. Sustituir las competencias del Título 42 por disposiciones permanentes. El Título 42 es una potestad sanitaria de emergencia que permite al gobierno expulsar extranjeros en la frontera para detener la propagación de enfermedades infecciosas. El Título 42 no es una autoridad para la seguridad fronteriza y siempre se pensó que era temporal, pero la administración Biden no tiene una estrategia a largo plazo para contrarrestar a aquellos que explotan el sistema de asilo una vez que finaliza el Título 42. De cara al futuro, deberían sustituir el Título 42 por disposiciones permanentes, utilizar la expulsión acelerada en toda la extensión permitida por la ley, detener a los que cruzan ilegalmente la frontera y deportar rápidamente a los que tienen órdenes definitivas de expulsión.
  5. Atacar a los cárteles. Los cárteles mexicanos son una de las amenazas más peligrosas para nuestra nación, y no han hecho sino aumentar su poder bajo las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden. No sólo ponen en peligro a nuestros agentes y oficiales de primera línea, sino que también facilitan el flujo de miles de kilos de fentanilo mortal a través de nuestra frontera sur. Para derrotar a los cárteles y detener este abrumador flujo de drogas, el gobierno de Biden debe utilizar un enfoque integral. Este enfoque incluye autorizar el uso de la fuerza militar, posiblemente designar a los cárteles como Organización Terrorista Extranjera, y atacarlos a través de las industrias cibernética y financiera.
  6. Apoyar a los estados fronterizos. Aunque todos los estados se ven afectados negativamente por la crisis, los situados a lo largo de la frontera sur están desbordados por la afluencia de extranjeros ilegales que llegan a sus comunidades. En lugar de ignorar las peticiones de ayuda de los gobernadores y vilipendiar sus acciones, la administración Biden debería ser un socio solidario en los esfuerzos de estos estados por asegurar la frontera y mantener a salvo a las comunidades americanas. El DHS debe centrar sus recursos en la aplicación de la ley en lugar de en la tramitación de la entrada de extranjeros ilegales en USA. Centrarse demasiado en la tramitación es un enfoque equivocado y, además, podría decirse que está fuera del alcance de su misión estatutaria.
  7. Desplegar la Guardia Nacional en la frontera. El despliegue estratégico de la Guardia Nacional a lo largo de la frontera sur funciona. La Patrulla Fronteriza está desbordada y la mayoría de sus agentes realizan actividades no policiales, como el procesamiento de extranjeros ilegales. El despliegue de soldados de la Guardia Nacional en la frontera para prestar servicios logísticos y de apoyo liberará a los agentes de la Patrulla Fronteriza para que puedan centrarse en la captura de drogas ilícitas y la detención de extranjeros que intentan cruzar la frontera.
  8. Repatriar rápidamente a los extranjeros ilegales. El DHS calcula que aproximadamente 11 millones de extranjeros ilegales viven dentro de nuestras fronteras, aunque es probable que la cifra real sea mucho mayor. Aunque Estados Unidos dispone de recursos limitados, el gobierno debe deportar cada año el máximo número posible de extranjeros expulsables. La expulsión envía un mensaje claro de que la llegada ilegal no será recompensada y libera a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para que puedan hacer su trabajo con eficacia.
  9. Mano dura contra el fentanilo. El fentanilo es actualmente la principal causa de muerte de jóvenes estadounidenses, y el gobierno de Biden no tiene excusa para no tomar las medidas necesarias para mantener esta droga mortal fuera de las calles de Estados Unidos. Asegurar la frontera es fundamental para erradicar el fentanilo, pero para resolver completamente este problema, el gobierno federal debe dar prioridad a los cargos por tráfico de drogas contra los cárteles hasta el máximo permitido por la ley.
  10. Acabar con los traficantes de personas. La crisis humanitaria en la frontera ha provocado un sufrimiento incalculable a los inmigrantes, especialmente a los menores extranjeros no acompañados, que son víctimas de los traficantes y contrabandistas de seres humanos debido a las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden. Para ayudar a acabar definitivamente con los traficantes de seres humanos, nuestro país debe garantizar que los malos actores condenados por delitos de trata reciban las penas más duras que permita la ley.

El pueblo americano quiere soluciones, no excusas. Sabemos por experiencia propia que estas políticas funcionan. Ya es hora de volver a aplicar en la frontera el enfoque “America First”.


*Chad Wolf es ex Secretario en funciones del Departamento de Seguridad Nacional y Director Ejecutivo y Presidente del Centro de Seguridad Nacional e Inmigración del America First Policy Institute.

Robert Law es director del Centro de Seguridad Nacional e Inmigración del America First Policy Institute y ex alto cargo de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos durante la Administración Trump.

Este artículo forma parte de un acuerdo entre El American y America First Policy Institute.

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