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La derecha obtuvo el 49,7 % y 175 escaños frente al 48,8 % y 174 mandatos del centroizquierda, según la última actualización de este lunes de la Autoridad Electoral, cuando faltan por contabilizar 334 distritos.
El Partido Socialdemócrata, que ha dominado la política sueca en el último siglo, repetiría como partido más votado con el 30,5 %, dos puntos más que en 2018; le sigue el derechista Demócratas de Suecia (SD), con el 20,7 %, tres puntos más.
El Partido Moderado (conservador), del líder de la oposición Ulf Kristersson bajaría a la tercera plaza con el 19,1 %.
La Autoridad Electoral ya había avisado ayer de posibles retrasos en el recuento debido a las largas colas registradas en algunos colegios por un cambio legal efectuado en 2019 sobre la colocación de las papeletas dentro de los locales.
El primer resultado preliminar no estará listo hasta este miércoles o jueves, cuando se contabilicen también los votos del exterior y los anticipados enviados por correo dentro del plazo, pero que no llegaron a los distritos electorales el domingo.
La distancia entre ambos bloques es de unos 47.000 votos, según cálculos de la televisión pública SVT.
La Autoridad Electoral ha mandado este año 160.517 papeletas a suecos residentes fuera del país, aunque solo suelen votar alrededor del 40 % y, tradicionalmente, los partidos tradicionales de derecha suelen recibir más apoyos.
El voto exterior tampoco ha tenido históricamente mucha influencia en el resultado electoral final, con la excepción de 1979 cuando decantó la victoria de la derecha, después de que solo 8.500 votos separasen a ambos bloques en el recuento de la noche electoral.
Tanto la socialdemócrata Andersson como el conservador Kristersson se mostraron prudentes esta madrugada en sus declaraciones a la espera de un resultado definitivo, aunque este último mostró su voluntad de “liderar” el cambio.
Las elecciones legislativas de 2018 ya fueron un drama, con un solo escaño a favor del bloque gubernamental, una semana de espera para tener un resultado definitivo y 134 días de negociaciones para formar gobierno (récord en Suecia), después de un pacto con dos fuerzas del bloque de centroderecha.
Conservadores, cristianodemócratas y liberales aceptan desde hace tiempo negociar con el SD, aunque no forme parte de un gobierno, una postura que puede verse comprometida por la subida de ese partido y su condición de fuerza más votada dentro del bloque.
