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La hipocresía migratoria progresista

La hipocresía migratoria progresista

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La semana pasada se rompió un nuevo récord de hipocresía migratoria, los demócratas y medios progresistas satanizaron el envío de migrantes por parte del gobernador de Florida, Ron DeSantis, a la exclusiva isla de Martha´s Vineyard.

La perdedora habitual, Nikki Fried, pidió que se investigara a DeSantis por supuesto tráfico humano, el gobernador de California, Gavin Newsom, también saltó a la ofensiva asegurando que el gobernador de Florida estaba beneficiándose del tráfico de niños en la frontera, y Ocasio-Cortez dedicó un montón de lágrimas falsas en forma de tweets para asegurar que los millonarios residentes de Martha´s Vineyard habían demostrado su altura al “recibir” a los migrantes, pese a que a las 24 horas ya la Guardia Nacional estaba en la isla para expulsarlos.

Como venezolano y, ante todo, migrante en este país, sería cuando menos ridículo oponerse a la migración, pero el asunto son las formas y también los propósitos. Es plenamente conocido que los venezolanos escapamos de una dictadura socialista, y que la mayoría de nuestra población es gente honrada, buena y trabajadora, victima de un régimen asesino. Sin embargo, no podemos obviar tampoco la exportación de grupos delincuenciales por parte de la tiranía de Maduro, algo que incluso ha reflejado un informe de inteligencia del Departamento de Seguridad Nacional, por lo que, lo menos que podríamos pedir quienes migramos legalmente, es que quienes vienen tras nosotros cumplan los procesos legales y pasen filtros de seguridad, con la intención de que no ingresen a dañar los países de acogida y a perjudicar la reputación de los venezolanos en el mundo.

Dicho esto, la hipocresía progresista no podría ser más absurda. Promueven la migración ilegal, siempre y cuando ellos no tengan que hacerse cargo de los migrantes. Para reflejar esto con estadísticas: la élite progresista que vive en Martha’s Vineyard declaró una “crisis humanitaria” por la llegada de 50 migrantes a su isla de 17.000 habitantes y los expulsaron en 24 horas. En Del Río, Texas, una población fronteriza con muchos menos recursos y 34.584 habitantes, se han realizado 49.563 encuentros con migrantes, es decir, la cantidad de migrantes ilegales es superior a la población de Del Río, y a diferencia de lo ocurrido en Martha´s Vineyard no ha llegado la Guardia Nacional a “evacuar” la zona, como hizo en la isla de Massachussets.

De la boca para afuera es muy fácil ser “amigo” de los migrantes, lo difícil es tener que lidiar con la situación. Los demócratas desde Washington y Nueva York piden abrir las fronteras, pero cuando reciben menos del 1 % de la migración que recibe Texas declaran una crisis humanitaria y satanizan a las poblaciones saturadas por enviarles una ínfima parte de lo que ellas reciben a diario.

Sin importar su posición sobre políticas migratorias usted debería rechazar la hipocresía de quienes promueven un caos que aspiran que otros resuelvan. Si los humanistas progresistas desean fronteras abiertas, que den el ejemplo, se muden a las fronteras y abran sus hogares a refugiados de todas partes del mundo.

Emmanuel Rincón is a lawyer, writer, novelist and essayist. He has won several international literary awards. He is Editor-at-large at El American // Emmanuel Rincón es abogado, escritor, novelista y ensayista. Ganador de diversos premios literarios internacionales. Es editor-at-large en El American

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