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América Latina no vive sus mejores años. La región se ha convertido en un nido de grupos terroristas, gobiernos y dictaduras radicales de izquierda, pobreza, criminalidad, violencia, y por supuesto, hambre y desesperación.
A juzgar por las imágenes que vemos a diario en la frontera sur, con cientos de miles de migrantes tratando de saltar desde México a Estados Unidos para abandonar el paraíso de las miserias en que se ha transformado América Latina, se hace evidente la necesidad de que en Washington se instalen, o sigan instaladas, personas realmente conocedoras de la realidad en el sur del continente, y que estén dispuestos a combatir las dinámicas empobrecedoras que han llevado a millones a abandonar sus hogares, y para ello, el escaño de Marco Rubio en el Senado es fundamental.
La elección de Rubio es determinante, no solo para los habitantes de Florida, sino para los ciudadanos de toda América Latina, pues durante los últimos años, pocos senadores le han prestado tanta atención y dedicado tanto tiempo a tratar de contrarrestar los regímenes totalitarios que se han instalado en el sur del continente, con el propósito evidente de cuidar la seguridad nacional de Estados Unidos, y a su vez, procurar mejores condiciones de vida para toda América.
Marco Rubio enfrentará en noviembre a la candidata demócrata Val Demings, quien apenas el fin de semana pasado publicó un mensaje en español desde la cuenta de Twitter de su campaña tratando de apelar al electorado latino, que posteriormente se vieron obligados a borrar por la terrible redacción.
Realmente, en este articulo no hace falta juzgar a Demings para favorecer a Rubio, la demócrata viene de un partido que se ha corrido gravemente a la izquierda en los últimos años y cuyos últimos gobiernos se han caracterizado por desmontar sanciones y ofrecer buenos tratos a las tiranías de América Latina, y es evidente que la candidata demócrata solo podría seguir la línea partidista.
Mientras tanto, el republicano ha sido el primero en llevar al Senado y a los medios de comunicación internacionales las desgracias y amenazas de seguridad que representan las tiranías de Venezuela, Cuba y Nicaragua para Estados Unidos y el mundo, ha estado cerca de la comunidad latina en Florida, no por compromisos electorales, sino porque él ha formado parte de la misma: es hijo de cubanos, habla un español nativo, y comprende perfectamente lo que el socialismo ha ocasionado en nuestros países de origen, y lo que podría suceder de radicalizarse el sistema redistributivo en Estados Unidos.
El senador Rubio ha liderado legislaciones para imponer sanciones contra las tiranías de los Castro y Díaz-Canel en Cuba, Maduro en Venezuela y Ortega en Nicaragua, ha sido un vocal defensor de la libertad en los países de América Latina y se ha plantado firme contra la expansión del socialismo y el comunismo en nuestras naciones.
Además de la incesante lucha contra las tiranías regionales, Rubio ha liderado innumerables iniciativas para la gente de Florida, duplicando el crédito tributario por hijo para las familias trabajadoras, favoreciendo la rendición de cuentas por parte del Gobierno Federal con los veteranos de la nación, gestionando los esfuerzos de restauración de los Everglades para mejorar la calidad del agua en el estado, entre otras iniciativas que han hecho que el Centro para la Legislación Efectiva (CEL, por sus siglas en inglés), una iniciativa de la Universidad de Virginia y la Universidad de Vanderbilt, nombraran a Marco Rubio como el republicano más efectivo en el Senado.
Por todo es evidente que los habitantes del estado de Florida necesitan a Marco Rubio en el Senado, pero una vez más, no solo lo necesitan quienes residen en el estado soleado, sino todos los habitantes de América Latina que a diario son pisoteados por regímenes opresores que vulneran sus libertades, destruyen sus economías, y posteriormente encarcelan a quienes protestan pidiendo mejores condiciones de vida.
Los últimos sondeos apuntan a Rubio con una ventaja de 11 puntos sobre su rival, Val Demings, sin embargo, el triunfalismo es el camino más seguro para el fracaso, hasta que no se cuente el último voto ninguna elección se puede dar por terminada, y los latinos, republicanos, y la misma campaña de Rubio cometerían un grave error si piensan que el asunto ya está cerrado.
La abismal diferencia social, económica y cultural que existe actualmente entre California y Florida, se explica por la presencia de leyes y autoridades conservadoras, que han mantenido a raya las mafias de la “justicia social progresista” y a su vez han permitido que sean los ciudadanos quienes escojan libremente la forma en que administran su dinero y cuidan de su salud. Es por esto que miles de californianos han migrado en los últimos años a Florida: el peor error sería votar por quienes han destruido uno de los estados más ricos de la unión.
Si usted es latino y vive en Florida, es importante que se involucre para lograr la reelección de Rubio al Senado, se lo agradecerán especialmente sus familiares en el sur del continente, que lamentablemente no tienen la suerte de vivir en un país libre, pero que podrán contar con un aliado en Washington para denunciar los atropellos de las dictaduras latinoamericanas.
Emmanuel Rincón is a lawyer, writer, novelist and essayist. He has won several international literary awards. He is Editor-at-large at El American // Emmanuel Rincón es abogado, escritor, novelista y ensayista. Ganador de diversos premios literarios internacionales. Es editor-at-large en El American