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Lula, condenado por corrupción, asume nuevamente las riendas de Brasil: ¿cuál es su historia?

Lula, condenado por corrupción, asume nuevamente las riendas de Brasil: ¿cuál es su historia?, EFE

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El socialista Luiz Inácio Lula da Silva asumió el pasado domingo de nuevo como presidente de Brasil. El triunfo electoral del izquierdista se dio después de doce años de su último Gobierno y tras ser condenado por hechos de corrupción.

El 12 de julio de 2017 Lula fue condenado a nueve años y seis meses de prisión por el juez Sérgio Moro. Se trató de la primera vez en la historia de Brasil que un expresidente era condenado por corrupción pasiva. Se entregó el 7 de abril de 2018 y estuvo 580 días encarcelado e imposibilitado de presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, que ganó Jair Bolsonaro.

¿Cómo inicio su carrera?

Lula da Silva es un referente del socialismo en América Latina y desde sus inicios ha estado relacionado con las supuestas luchas sociales. Por ejemplo, en 1966 comenzó a trabajar en las Industrias Villares y, pese a que se describía como un obrero “despolitizado”, se inició en el sindicalismo debido a que en 1968 su hermano mayor, Frei Chico, apodado “José” y afiliado al ilegalizado Partido Comunista Brasileño, fue arrestado y torturado por los militares.

De esa manera, los hermanos da Silva fueron elegidos en 1969 para formar el Comité Ejecutivo del sindicato, José como secretario y Lula como suplente. Desde ese momento, comenzó una larga carrera de Lula relacionada con los sindicatos.

El domingo 27 de octubre de 2002 Lula fue elegido presidente de Brasil por primera vez, pero los escándalos por corrupción no se hicieron esperar. Su pujante ascenso político se vio salpicado por escándalos de corrupción de su partido, que recibió el nombre de «Mensalón» en 2005.

El 12 de julio de 2017 Lula fue condenado a nueve años y seis meses de prisión por el juez Sérgio Moro. Por segunda vez en su vida, Lula volvió a la cárcel, alegando que era inocente. Lula pasó 19 meses preso y fue liberado por el Supremo Tribunal Federal, que en 2021 anuló sus condenas, por supuesta parcialidad del juez Moro.

“Estaba seguro de que llegaría este día. El día llegó con el voto de (el ministro del STF, Edson) Fachin, de reconocer que nunca hubo un delito cometido por mí, de reconocer que nunca tuve ningún tipo de participación en Petrobras. Todo el sufrimiento que pasé se acabó”, dijo el año pasado el expresidente en unas declaraciones reseñadas por BBC Mundo.

Lula se refería a la decisión del juez del supremo Edson Fachin de anular los procesos juzgados por Moro en Curitiba, para que fueran juzgados por otro juez en Brasilia. La decisión de la justicia brasileña fue criticada por diversos factores políticos que afirman que los procesos fueron anulados por razones técnicas y no por la inocencia de Lula.

El ahora presidente de Brasil enfrentó una serie de acusaciones durante la Operación Lava Jato, que involucra a la constructora Odebrecht. Se trató de las denuncias de presuntos sobornos que Odebrecht entregó a varios políticos latinoamericanos, usando a bancos del sistema brasileño.

Además de los hechos de corrupción, los Gobiernos de Lula han estado marcados por sus vínculos con la izquierda radical de América Latina y las acciones que han llevado adelante para mantenerse en el poder.

Para nadie es un secreto la gran alianza que hubo entre los Gobiernos de izquierdas bajo el liderazgo de Hugo Chávez y el impulso que tuvo el Foro de São Paulo bajo la Presidencia de Lula da Silva y con el respaldo del dictador de Cuba, Fidel Castro.

La elección del militar izquierdista Hugo Chávez en 1998 en Venezuela representó la llegada al poder del primer Gobierno de izquierda en muchas décadas en América Latina​ y el primer Gobierno de un partido miembro del Foro de São Paulo (el entonces MVR que ahora es el PSUV) después de Cuba.

Al triunfo de Hugo Chávez le siguió Luiz Inácio Lula da Silva del Partido de los Trabajadores en 2002. Desde ese momento se comenzó a impulsar el control del poder por la izquierda en América Latina bajo la coordinación del Foro de São Paulo y la influencia de Castro.

Tan estrecha fue la relación de Lula con el dictador cubano que en 2019 dijo que era la persona más leal que había conocido. “Estoy más dispuesto a luchar que nunca antes. Voy a dirigir este país, no solo para inferir sus vidas, sino para defender al pueblo brasileño, que no merece vivir lo que está viviendo”, dijo Lula en un mensaje publicado por la página oficial de Fidel Castro.

¿Qué esperar de su Gobierno?

Lula da Silva, condenado por corrupción, asume nuevamente las riendas de Brasil: ¿cuál es su historia?, EFE
Luiz Inácio Lula da Silva pronuncia un discurso el miércoles 29 de enero de 2013, en el Palacio de Convenciones de La Habana, durante la III Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo”. (EFE)

Tras la llegada de Lula al poder, El American consultó al analista político Miguel Velarde sobre lo que significa este resultado electoral para la región americana que se tiñe de rojo y los retos que tendrá en su Gobierno.

Velarde resaltó que el resultado electoral es la demostración de un país que se encuentra dividido, pero, sobre todo, a su juicio, muestra que Bolsonaro cuenta con un apoyo mayor y más consolidado de lo que se había dicho.

“La principal variable de análisis es que en Brasil conviven dos países con dos posiciones y visiones opuestas. Uno que siempre ha apoyado a Lula y que añora o recuerda los años en los que fue presidente, en los que evidentemente un sector importante mejoró su vida, y otro que es un sector nuevo, pero mucho más grande de lo que muchos decían, que es el bolsonarismo, que básicamente se ha consolidado en los últimos años”.

Explicó que este triunfo no será tan significativo para la izquierda en América Latina como lo pudo haber sido en años anteriores, principalmente porque hay líderes de izquierda que ya no están y tampoco cuentan con los mismos recursos de hace al menos una década, como cuando, por ejemplo, Chávez gobernaba en Venezuela e impulsaba la unidad socialista en el continente. El especialista comentó que Lula tendrá el reto de gobernar bajo una mayor presión popular y una posible crisis económica.

“En esta nueva ola del socialismo del siglo XXI, el poder no es el mismo del de la primera ola. No solamente porque algunos de sus principales actores no están, como por ejemplo Hugo Chávez en Venezuela o Correa en Ecuador, sino también porque no cuentan con los mismos recursos”, comentó Velarde.

Sin embargo, no se trata de un triunfo para la región. Varios analistas han alertado que la llegada de Lula significaría la consolidación de la izquierda en América Latina.

“El triunfo de Lula va a significar que Venezuela tendrá un amigo menos y a nuestro país le hacen falta amigos. Sobre todo luego de que en Estados Unidos hay una administración que es amigable con el progresismo que plantea la izquierda”, aseguró el analista Roderick Navarro, en una entrevista con El Nacional.

Williams Perdomo es periodista y escritor, especializado en las fuentes Política y Cultura.

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