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Macron confirma que el plan energético de Biden ha fracasado

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La actual crisis energética mundial ha llevado a las economías de los países desarrollados a un punto de ruptura mientras crece la inflación y el temor a una recesión. En este momento crucial para la estabilidad de la economía mundial, Macron le dijo a un inconsciente Biden que los saudíes no pueden bombear mucho más petróleo, un golpe devastador para su plan energético. La conversación informal tuvo lugar durante la reunión del G7 y fue recogida por los medios de comunicación internacionales.

Los líderes del G7 se reúnen esta semana en Alemania mientras el mundo se ve afectado por el aumento de los precios de la energía, la inflación disparada y una posible crisis alimentaria debido a la guerra en Ucrania. En un momento intermedio entre las reuniones oficiales, el presidente francés mantuvo una conversación informal con Biden, muy cerca de la prensa internacional, que pudo grabar lo que hablaron.

Las cámaras muestran el momento preciso en el que Macron dice al presidente americano que acababa de hablar con el líder de los Emiratos Árabes Unidos, quien le dijo que la nación del Golfo ya estaba al máximo de su capacidad de producción y que los saudíes solo pueden aumentar la producción de petróleo en 150.00 barriles por día.

La información de Macron fue confirmada más tarde por el ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, que emitió un comunicado de prensa en el que decía que “los EAU están produciendo cerca de nuestra capacidad máxima de producción con base en su actual línea base de producción de la OPEP+”.

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El presidente francés Emmanuel Macron reveló a Biden que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos están casi al máximo de su capacidad productiva (Imagen: EFE)

El plan energético de Biden: más petróleo extranjero, una guerra contra la producción nacional

Biden ha tratado de hacer frente a la subida de los precios de la energía apelando a los países productores de petróleo de Oriente Medio para que bombeen más como respuesta a la necesidad mundial de energía, ya que los efectos económicos de la COVID y la invasión rusa de Ucrania están provocando una conmoción en la economía mundial.

El aumento de los precios del petróleo y la inflación galopante en Estados Unidos, agravada por el plan de gastos de Biden de 2021, han creado un escenario político de pesadilla para la Casa Blanca de Biden y el Partido Demócrata. Los precios de la gasolina en todo el país han subido a niveles récord, y la impopularidad del presidente está amenazando las estrechas mayorías demócratas tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.

Como la demanda de energía sigue siendo superior a la oferta, la única forma de que los precios bajen, sin una desaceleración significativa de la economía, es un aumento sustancial de la producción de petróleo. En teoría, la industria petrolera americana podría llenar ese vacío, sobre todo porque se convirtió en el primer productor mundial de petróleo en la última década. No obstante, las compañías petroleras americanas se enfrentan a una serie de retos económicos y políticos para aumentar la producción.

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Los precios de la gasolina en Estados Unidos han alcanzado máximos históricos este año (Imagen: EFE)

Desde el punto de vista político, la crisis energética mundial pone a la Casa Blanca de Biden entre la espada y la pared, ya que necesita hacer todo lo posible para reducir los precios de la gasolina y mejorar sus cifras de aprobación. Sin embargo, Biden no puede buscar ser amigable con las compañías petroleras en casa, ya que su partido se ha comprometido mucho a apoyar exclusivamente las energías renovables como parte de un esfuerzo contra el cambio climático. En consecuencia, Biden ha emprendido una guerra no declarada contra las empresas petroleras locales, deteniendo los permisos de perforación y cancelando los arrendamientos de gas en Alaska.

Además del conflicto de Biden con las grandes petroleras, las empresas americanas también se enfrentan a problemas financieros para reactivar la producción.

La alternativa doméstica para contrarrestar la crisis energética fue descartada tanto por razones políticas como económicas. La estrategia de Biden para mejorar la situación energética en casa ha sido presionar a los países productores de petróleo y autorizar la liberación de parte de las reservas estratégicas de Estados Unidos para reducir el precio en los surtidores de gasolina.

En la escena mundial, Biden ha decidido cambiar su postura hacia Arabia Saudí para convencerla de que bombee más petróleo. Inicialmente, calificó al Reino de “Estado paria” debido al asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018, pero la crisis energética mundial le obligó a cambiar de rumbo. Biden mantuvo relaciones muy distantes con Riad, lo que llevó a que el príncipe heredero Muhammad Bin Salaman ignorara sus peticiones telefónicas de Biden. A medida que los precios del petróleo seguían subiendo, el rechazo inicial de Biden a Arabia Saudí se transformó en un intento desesperado de cortejar a los saudíes, que terminó con el viaje del presidente a la capital saudí el mes pasado.

Biden también ha iniciado negociaciones directas con el régimen venezolano (un importante giro en política exterior), supuestamente con el objetivo de levantar las sanciones al gobierno socialista y a su compañía petrolera estatal, lo que permitiría a Estados Unidos utilizar una fuente de energía diferente.

Sin embargo, los comentarios de Macron indican que los intentos de Biden han fracasado. Los países del Golfo están casi en el pico de su producción de petróleo, y es hora de que Biden siga con este plan, asegurando una crisis energética más larga, o trabaje duro para reactivar la industria petrolera americana y dañar aún más su posición con la base progresista.

Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.

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