fbpx
Saltar al contenido

5 claves de las elecciones parlamentarias de Hungría

Hungría - Viktor Orbán - El American

Read in English

El domingo 3 de abril se celebran las elecciones parlamentarias en Hungría. Como de costumbre en Europa, los parlamentarios del país eligen a su vez al primer ministro, por lo cual son las elecciones que dirigen el rumbo de la política nacional por los próximos 4 años.

Por primera vez desde que llegó al gobierno en 2010, Viktor Orbán se enfrenta a un verdadero reto electoral. Después de arrasar en dicho año y 2014 y 2018, obteniendo supermayorías de ⅔ en los tres casos, tiene enfrente a una oposición unida que presenta a un candidato único, Péter Márki-Zay, alcalde de Hódmezővásárhely, un centro de poder tradicional de Fidesz. 

Por este motivo y porque Hungría se ha convertido en un modelo de gobernanza para muchos conservadores y ha sido un país lleno de controversias por sus enfrentamientos con la burocracia europea y su cercanía a la Rusia de Putin, estas son quizá las elecciones más determinantes de la historia democrática de este país. Nunca antes se le había prestado tanta atención en Estados Unidos a las elecciones de un país tan pequeño y tan lejano.

Los candidatos

Péter Marki-Záy, candidato de la alianza opositora (EFE)

Los dos principales contendientes para la posición de Primer Ministro son el conservador Viktor Orbán, quien está en el poder desde 2010 (y tuvo un período previamente entre 1998 y 2002) y el ya mencionado Péter Marki-Záy. 

Orbán es el líder del partido Fidesz (la Alianza Cívica Húngara), que fue fundado como un movimiento de derecha liberal y que con el pasar del tiempo fue mutando hacia un partido conservador. Marki-Záy lidera una extraña coalición opositora, que incluye al Partido Socialista, al partido liberal Momentum al Partido Verde y al otrora partido antisemita Jobbik, entre otras fuerzas políticas. 

Fuera de las dos grandes alianzas, solo tienen alguna posibilidad de entrar en el Parlamento son el movimiento de extrema derecha Nuestra Patria, que es una escisión de Jobbik y el partido chiste MKKP.

El sistema electoral

El domingo se renovará en pleno la Asamblea Nacional de Hungría, única cámara del poder legislativo de dicho país, compuesta por 199 diputados. 

Las elecciones se dan bajo el sistema FTTP (first-past-the-post), con lo cual se elige al candidato con más votos sin existir una segunda vuelta. Esto ha sido considerado como injusto por algunos comentaristas de oposición puesto que tiende a favorecer al partido predominante. Sin embargo, existe también un voto por lista de compensación que elige al 40% de los miembros al Parlamento. 

Si el sistema húngaro sería similar al británico, en 2010, Fidesz hubiera ganado todos los escaños del Parlamento menos 3, pero debido al voto por lista, la oposición obtuvo una representación mayor.

A su vez, habrán 899 observadores internacionales y 368 intérpretes para estos observadores. Curiosamente, cualquier periodista o miembro de una ONG internacional puede solicitar ser observador internacional y ver el conteo y certificación de los votos con llenar una sencilla planilla, algo que no es posible en muchos estados de los Estados Unidos, especialmente aquellos dominados por los demócratas.

Las controversias

Orbán ha sido acusado de ventajismo por diversas organizaciones europeas y políticos y periodistas locales. Por ejemplo, un reporte indicó que Orbán gastó 8 veces más que la oposición en propaganda electoral, triplicando el límite legal. Sin embargo, de acuerdo al periodista húngaro Mátyás Kohán, esta información está siendo sacada de contexto. 

“La única manera de postular estas diferencias astronómicas entre el gasto del gobierno y el de la oposición en propaganda política es sumando los anuncios políticos realizados por las ONG progubernamentales al gasto del gobierno, mientras que no se hace lo mismo con los anuncios políticos realizados por las ONG alineadas con la oposición,” Kohán, quien escribe para el segundo semanario más importante de Hungría, Mandiner, dijo a El American.

“En Hungría hay una gran cantidad de ONGs que realizan campañas políticas anti-Orbán dentro y fuera del periodo de campaña electoral. Cualquier informe que no los tenga en cuenta a la hora de contabilizar los gastos de campaña de la oposición, y que añada a los gastos de Fidesz los de organizaciones progubernamentales, está gravemente sesgado,” agregó.

Otros han acusado a Fidesz de gerrymandering, esto es, dibujar los distritos electorales de forma que favorezca al partido en el poder. Esto le llevó a ganar ⅔ de los puestos en el parlamento en 2014 y 2018 con solo 45% y 49% del voto respectivamente. Sin embargo, aunque el sistema no sea perfecto, no es una rareza en Europa. Macron obtuvo 54% de la Asamblea Nacional francesa con 43% de los votos en 2017, por solo mencionar un ejemplo. A esto habría que sumar la desunión en la oposición que llevó a Fidesz a poder ganar en muchos distritos sin grandes porcentajes de los votos.

La oposición tampoco ha estado exenta de controversias. Por ejemplo, uno de los medios más grandes cercanos al gobierno, Magyar Nemzet, acusó a la oposición de usar ilegalmente datos personales de más de un millón de personas para enviarles mensajes políticos contra el gobierno de Orbán.

Los grandes temas

Orbán - Putin - Hungría - El American
Los vínculos de Orbán con Rusia ha sido uno de los puntos de mayor discusión de la campaña electoral (EFE)

Antes de la invasión rusa en Ucrania, la elección tenía diversos temas prioritarios: los servicios públicos, la inflación, las relaciones con la UE, la corrupción y un largo etcétera.

Sin embargo, ahora lo que está en boca de todos es la guerra. La campaña de Marki-Záy se ha enfocado en pedirle a los húngaros que “elijan a Occidente sobre Oriente” y Orbán en elegir “la paz sobre la guerra”. Orbán ha sido criticado en Hungría y Occidente por su cercanía al régimen ruso debido a los profundos vínculos comerciales entre ambos países. El American consultó a diversos expertos energéticos y las estimaciones asoman que entre 80 y 95 % de la energía en Hungría depende de Rusia. 

“El gobierno húngaro siempre ha estado al lado de las alianzas occidentales en la condena de la agresión rusa contra sus países vecinos. Sin embargo, esto no significa que Hungría no vaya a cooperar con Rusia en materia de política energética. Teniendo en cuenta la posición geográfica de Hungría, está claro que garantizar un suministro de gas asequible para la población tiene que ser una cuestión práctica, no ideológica”, declaró a El American el analista de política exterior y editor de Axióma, Marcell Bákos.

Hungría está en la incómoda posición de ser un país sin salida al mar, sin realmente otras opciones cercanas viables de las que obtener gas ni sin mucha potencia energética nuclear, lo que ha llevado al país a depender del gas ruso.

“El interés nacional de todo país debe incluir que la población tenga fácil acceso a cosas como energía y alimentos baratos. Por ello, Hungría ha firmado recientemente un acuerdo de gas de quince años con Rusia, y también está recibiendo su ayuda para actualizar sus instalaciones de energía nuclear. Desde la perspectiva húngara, ésta es la mejor apuesta”, dijo a El American el analista de energía y relaciones internacionales de la Budapest Foundation, Tate Sanders.

“En cuanto a la falta de recursos, Hungría tiene que importar la mayor parte de sus necesidades energéticas, y gran parte de ellas provienen de Rusia. Cuando se es una nación pobre en recursos, las opciones se vuelven mucho más de blanco y negro”, agregó Sanders.

Las encuestas

Aunque esta postura le ha ganado críticas de Occidente y no parece ser viable que Hungría dependa tanto de Rusia a largo plazo, a lo interno, ha mejorado los prospectos electorales de Orbán. Por ejemplo, las encuestas de Nézőpont Intézet proveídas a El American le dan a Orbán una ventaja de 8%, cuando antes de la guerra era de 5%, mientras que Medián, una encuestadora cercana a la oposición le da a Orbán una ventaja del 10% y Politico Europe da una ventaja a Fidesz de 6%. 

Con estos números, todo indica que Fidesz volverá a ganar las elecciones, aunque podría no tener una supermayoría parlamentaria por primera vez. La encuesta de Medián indica una mayoría de 128 escaños, mientras que la estimación opositora más optimista es de 105 escaños de Fidesz.

Sin embargo, algunos analistas no descartan la existencia de un voto silencioso rural a favor de la oposición y del 10-15% que permanecía indeciso hasta las últimas encuestas. A su vez, a Orbán le favorece que tiene una ventaja de casi 90 % entre la minoría romaní, la más grande del país por dos principales razones: la guerra y la migración. Hay muchos romaníes en el ejército, con lo cual sus familias tienden a apoyar la postura aislacionista de Fidesz y ven con recelo la migración de Medio Oriente y África porque muchos trabajan en el comercio informal o como obreros.

Sin una supermayoría parlamentaria, Fidesz probablemente tendrá que trabajar más de la mano con elementos moderados de la oposición para sacar adelante su plan de gobierno. ¿Será al fin el momento de Fidesz de mostrar si tiene un talante democrático?

Edgar is political scientist and philosopher. He defends the Catholic intellectual tradition. Edgar writes about religion, ideology, culture, US politics, abortion, and the Supreme Court. Twitter: @edgarjbb_ // Edgar es politólogo y filósofo. Defiende la tradición intelectual católica. Edgar escribe sobre religión, ideología, cultura, política doméstica, aborto y la Corte Suprema. Twitter: @edgarjbb_

Deja una respuesta

Total
0
Share