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El precio del gas natural bate récord y se encuentra en un máximo no visto hace 14 años y es probable que no deje de subir durante un tiempo.
La última alza vino tras el anuncio de Rusia de que apagará las operaciones de la línea Nord Stream —el principal gasoducto que conecta con Europa— a finales de este mes, supuestamente para realizar operaciones de mantenimiento.
Tras el anuncio, el precio del gas natural en Europa subió un 15 %, mientras que en Estados Unidos lo hizo un 3.7 %.
Además, una ola de calor inusualmente alta en Europa y una temporada de huracanes en el Mar Caribe que puede llegar a afectar la producción en el golfo de México amenazan con elevar aún más los precios del gas.
Durante esta época del año, los precios del gas tienden a moderarse, sin embargo, debido a las restricciones a la oferta y a las altas temperaturas, los precios de los futuros del gas se han mantenido elevados como si fuera temporada de invierno.
Los altos precios del gas no han sido suficiente para incentivar a los productores americanos de gas a invertir en más infraestructura para extraer el preciado hidrocarburo.
Tras años de pérdidas debido a la volatilidad de los precios del gas, hoy las gasíferas americanas basan más sus decisiones de inversión en criterios de rentabilidad que de crecimiento, y se resisten a incurrir en costosas inversiones de infraestructura que no podrán recuperar en caso de una caída súbita de los precios en el mediano plazo.
Aunque se ha recuperado del mínimo histórico por las cuarentenas del 2020, la producción del sector gasífero en América continua por debajo de sus niveles prepandemia.
La Agencia de Energía de Estados Unidos espera que este año el consumo promedio diario del país crezca un 3 %, pero la producción de este año crecerá remotamente a la misma tasa.
El largo viaje del gas americano para llegar a hogares de Europa
En Europa la situación es aún más crítica y el precio de la energía se encuentra por las nubes. Para sustituir el preciado gas ruso, la Unión Europea ha tenido que recurrir a los productores americanos.
No obstante, el tráfico marítimo del gas toma más tiempo y es más costoso. Para ser transportado por barco, el gas natural tiene que ser licuado en plantas especiales y luego es transportado por cargueros especializados hasta Europa, donde vuelve a ser regasificado.
Europa tiene que competir con Corea del Sur y Japón por el escaso suministro de gas, pues los países asiáticos también han aumentado considerablemente su consumo energético por las oleadas de calor en el verano.
Los tanqueros de gas natural licuado, vitales para llevar el preciado hidrocarburo a Europa, están en alta demanda en la última temporada. (EFE)
La demanda de cargueros de gas natural licuado (LNG) ha dado un salto en los últimos meses. En el presente, agendar un carguero de LNG puede tardar hasta dos meses en el Pacífico y no hay ningún carguero disponible en el Océano Atlántico, pues todos se encuentran llevando envíos de este hidrocarburo a una Europa asfixiada por los costos de la energía.
Esta asfixia puede volverse prácticamente fatal en caso de que la invasión de Rusia a Ucrania se prolongue hasta invierno. Vladímir Putin, en un esfuerzo por presionar a la Unión Europea para que retire su apoyo bélico a Ucrania puede volver a cortar el suministro de gas en una temporada donde es fundamental para Europa, lo que llevaría a millones de hogares a afrontar racionamiento energético y a que los precios den un nuevo salto.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica