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En la última entrega de Lo Que Importa, nuestra co-editora en jefe, Vanessa Vallejo, se sentó con la activista cubana y coordinadora del movimiento Cuba Decide, Rosa María Payá, para conversar sobre los peligros que representa el régimen castrista para la región ahora que la administración de Joe Biden se sienta a dialogar con la dictadura de Venezuela.
Rosa María Payá, hija del conocido líder opositor asesinado por la tiranía, Oswaldo Payá, denunció que el régimen de Miguel Díaz-Canel ha detenido a más de 1,000 ciudadanos por manifestarse pacíficamente el pasado 11 de julio, cuando las protestas contra el Gobierno comunista sacudieron la isla.
La activista considera que el régimen de su país “utiliza” a los presos políticos para “enviarle una lección de terror” al pueblo cubano, y que después de las protestas del 11 de julio la dictadura aplica un “terrorismo de Estado” contra la ciudadanía “de manera sistemática” en un intento por evitar futuros levantamientos populares.
Entre quienes enfrentan procesos legales por protestar el 11J, cuenta la activista, hay al menos 50 menores de edad, algunos incluso menores de 16 años. Algunos de ellos han sido condenados por la dictadura a años de prisión en cárceles para adultos.
Rosa María Payá prevé más protestas y más represión
Payá indica que, pese a la represión y persecución a la que son sometidos los cubanos en la isla, las protestas no han parado. “En el mes de enero, por ejemplo, hubo al menos 275 protestas públicas en Cuba”, comenta la activista.
“Todavía se están registrando los hechos ocurridos en medio de la represión, en medio de una crisis económica rampante, y en medio de una situación en la cual la mayoría de los cubanos tiene mucho trabajo para llegar al final del día, ya no al final del mes”, continuó Payá. “Los cubanos siguen expresando su determinación de cambio”.
La entrevistada señala que la dictadura cubana, además de tener en su poder toda la fuerza del Estado, se afianza con el control que ejerce sobre la región mediante “sus dictaduras hijas” en Venezuela y Nicaragua.
El terror que la dictadura cubana ejerce sobre su población, señala Payá, tiene entre sus objetivos “expulsar” a los ciudadanos de la isla. “En los últimos cinco meses a los Estados Unidos han entrado de manera irregular al menos 47,000 cubanos” y, agrega, en coordinación con sus aliados en Cuba, la dictadura nicaragüense retiró la visa a los cubanos.
Para acabar con el horror en Cuba, piensa Payá, “hace falta una reacción mundial”, pero aclara que debe comenzar en Latinoamérica, dado que la región se encuentra seriamente afectada por “los resultados” de la revolución cubana.
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