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El actual presidente de Colombia, el exguerrillero Gustavo Petro, prometió durante su campaña que no utilizaría la figura de la expropiación para hacerse con tierras privadas, e incluso, ante la falta de credibilidad de sus palabras, acudió a una oficina pública para registrar un documento en el que prometía y firmaba que, de resultar vencedor en las elecciones, no expropiaría tierras.
“Con contundencia firmo que mi propuesta de transformación para este país no se fundamenta ni incluye ningún tipo de expropiación dentro del respeto profundo por la Constitución y la ley”, dijo en abril del presente año.
Sin embargo, tras apenas semanas de haber tomado el poder, ese documento ya debe estar hecho cenizas, pues pese a que Petro se comprometió a respetar la propiedad privada, su Gobierno no ha hecho absolutamente nada para asegurar los bienes de los colombianos.
Sí, técnicamente hablando, solo técnicamente, todavía no hay decretos formales de expropiaciones, sin embargo, ya hay propuestas por parte del exguerrillero para subir drásticamente los impuestos de los tenedores de tierras, y recibir como parte de pago —en caso de caer en insolvencia— las tierras de estos. ¿Qué conveniente no? Ahogamos con impuestos a los productores agrícolas, y cuando se queden sin dinero, les recibimos de buena fe sus tierras.
Pero no solo eso, la revista SEMANA en Colombia, reveló en un reportaje que ya han iniciado las invasiones de tierras privadas en el país por parte de ciudadanos que se respaldan en los dichos de Petro: “parafraseando el discurso del nuevo mandatario– la tierra no es de quien la posee, sino de aquel que la necesita”.
Reporteros de la revista visitaron diferentes puntos del país y encontraron que, en las afueras de Neiva, Huila, al suroeste de Colombia, miles de seguidores del mandatario socialista se tomaron un predio privado y fundaron un asentamiento llamado Gustavo Petro, en honor al presidente de la República.
En Cesar, al noroeste de Colombia, también fueron invadidas al menos cinco grandes haciendas. Semana relata que “Lo mismo ocurre en Remedios, nordeste de Antioquia. La situación ha escalado a tal nivel de preocupación que la Defensoría del Pueblo se pronunció y le pidió al Gobierno nacional planes concretos para encontrar una solución pacífica a esta situación”.
Los dueños de los terrenos privados se quejan de la falta de apoyo del Gobierno para tomar cartas en el asunto, pues tan solo emitieron un mensaje pidiendo el desalojo de parte de los invasores en 48 horas, pero pasado más de una semana, las invasiones ilegales continúan y las fuerzas de seguridad del Estado no hacen nada al respecto.
Cuando los invasores fueron entrevistados por Semana, estos respondieron que: “Antes de ser presidente (Gustavo Petro), él dijo que había muchos predios haciendo nada, muchas fincas grandes haciendo nada y él dijo que cuando fuera presidente les iba a dar uso a esas tierras, bien sea para cultivar o hacer viviendas y se dio la oportunidad de estar acá”.
De esta forma ha comenzado el asedio a la propiedad privada por parte del gobierno socialista de Gustavo Petro, cuando su gestión apenas se encuentra en sus primeros días.
Previo a las elecciones el exguerrillero prometió marcar distancia con el chavismo venezolano, sin embargo, en sus orígenes, ha estrechado relaciones con la tiranía de Nicolás Maduro, y poco a poco empieza a ejecutar el mismo programa político y económico que utilizó el fallecido Hugo Chávez para llevar a Venezuela a la quiebra absoluta.
A los socialistas les gusta repetir cada vez que su modelo fracasa que: “eso no era verdadero socialismo”, ¿qué le hace pensar a los colombianos que esta vez será diferente?
Emmanuel Rincón is a lawyer, writer, novelist and essayist. He has won several international literary awards. He is Editor-at-large at El American // Emmanuel Rincón es abogado, escritor, novelista y ensayista. Ganador de diversos premios literarios internacionales. Es editor-at-large en El American