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El final de temporada de la serie de Paramount+, The Good Fight, ha generado una polémica tras su estreno este jueves al centrar su trama en una acusación de agresión homosexual contra Ron DeSantis, gobernador republicano reelecto de Florida.
En el último episodio de la sexta temporada de este drama judicial —spin-off de The Good Wife—, puede verse una escena en la que un personaje recurrente de la serie, que se caracteriza por ser amanerado y pleitista, declara ante los abogados protagonistas que ha sido agredido sexualmente por Ron DeSantis, quien le obligó a practicar sexo oral después de una conferencia del CPAC.
El personaje, que dice haber sido trabajador de la oficina de DeSantis, muestra una camiseta de propaganda de Florida con una mancha de semen cuyo ADN incriminaría a Ron DeSantis.
The Good Fight: ¿todo vale?
Que una serie de televisión utilice para su trama —por muy ficticia que sea— a una persona pública real con nombre y apellidos resulta realmente impactante. Las películas y series suelen ser muy cautelosas con las referencias a personas y eventos del mundo real, pero a The Good Fight no parece haberle importado saltarse todo límite ético —y quizás legal— con tal de hacer mofa del Partido Republicano.
El revuelo en redes sociales no se ha hecho esperar y muchos usuarios han criticado la trama y cuestionado la legalidad del contenido. Irónicamente, muchos usuarios progresistas que tanto cacarean sobre los límites de la libertad de expresión, ahora se parapetan tras ella para defender la libertad creativa de la serie.
Incluso se han atrevido a defender esta salida de tono de la serie diciendo que más adelante en el capítulo se demuestra que la acusación es falsa, llegando a burlarse de quienes critican la escena por no ponerla en contexto con la trama del capítulo completo.
La hipocresía demócrata es flagrante e insultante, ya que resulta inimaginable que una serie de televisión que se atreviera a utilizar a un demócrata como blanco de sus burlas pudiera salir indemne de algo así. Pero es que para colmo, en este capítulo la acusación falsa ni siquiera es realizada por un personaje demócrata para manchar la reputación de Ron DeSantis, sino que resulta ser un seguidor de Trump, que lo hace para que el expresidente se posicione mejor en las primarias de los republicanos de cara a las elecciones de 2024.
El nivel de partidismo de los guionistas resulta demencial y ni siquiera han tenido el disimulo de repartir un poco las culpas, sino que utilizan una soez mancha de semen para atacar al republicano DeSantis, y el personaje mentiroso también resulta ser un republicano, mientras que los demócratas salen indemnes y sin mácula del episodio.
Una vez pasadas las elecciones de medio término, parece evidente que la maquinaria mediática y cultural demócrata se ha puesto en marcha de cara a las elecciones presidenciales de 2024, y lo ha hecho pisando el acelerador a fondo, sin ningún tipo de límite, rubor, ni tapujos.
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
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