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La organización Visit Lauderdale, financiada por los contribuyentes, se ha distanciado de la ley Anti-Grooming de Florida aprobada recientemente. Afirma que “las decisiones tomadas a nivel del estado de Florida no siempre se alinean con la misión y los valores” de su organización.
En un comunicado enviado a la prensa, a través de la empresa de relaciones públicas Aqua Marketing & Communications, la organización insistió en que el Gran Fort Lauderdale “sigue siendo un destino progresista reconocido en toda la industria del turismo por su liderazgo de pensamiento” a pesar de la promulgación de la Ley de la Cámara 1557.
“Los grupos que se reúnen en el destino pueden tener la seguridad de que se encuentran en una zona en la que la diversidad, la inclusión y la aceptación se defienden activamente como una forma de vida establecida que está totalmente entretejida en nuestros 31 barrios”, dice el comunicado.
“De hecho, las innovadoras campañas de marketing de Visit Lauderdale dirigidas a los viajeros LGBT+ comenzaron hace más de 25 años, y continúan hoy en día con una campaña única en las redes sociales que se lanzó este pasado fin de semana”, continúa.
Como parte de la próspera industria turística de Florida, Visit Lauderdale es una agencia gubernamental financiada por una parte del impuesto sobre las habitaciones de hotel.
Con el nombre oficial de “Derechos de los padres en la educación”, el proyecto de ley 1557 de la Cámara de Representantes buscan impedir que quienes trabajan en educación hablen con los niños de preescolar hasta tercer grado de temas relacionados con la sexualidad.
“La instrucción en el aula por parte del personal escolar o de terceros sobre la orientación sexual o la identidad de género no puede tener lugar desde el preescolar hasta el tercer grado o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes de acuerdo con las normas estatales”, se lee en el proyecto de ley.
Los progresistas y los principales demócratas han intentado etiquetar falsamente la legislación como la ley “No digas gay”, a pesar de que no se menciona la homosexualidad ni ninguna otra orientación sexual en la legislación.
Entre los críticos más vociferantes de esta ley se encuentra Disney, que el mes pasado anunció que su “objetivo como empresa es que esta ley sea derogada por la legislatura o anulada en los tribunales”.
A pesar de la agresiva campaña de los medios de comunicación en contra de la legislación, los últimos sondeos revelan que incluso los votantes demócratas de Florida apoyan la ley respaldada por los republicanos, con un 52 % frente a un 36 %.
Mientras tanto, más de una docena de otros estados, entre ellos Texas, Ohio, Luisiana y Alabama, también han manifestado su intención de aprobar en un futuro próximo proyectos de ley similares.
Ben Kew is English Editor of El American. He studied politics and modern languages at the University of Bristol where he developed a passion for the Americas and anti-communist movements. He previously worked as a national security correspondent for Breitbart News. He has also written for The Spectator, Spiked, PanAm Post, and The Independent
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Ben Kew es editor en inglés de El American. Estudió política y lenguas modernas en la Universidad de Bristol, donde desarrolló una pasión por las Américas y los movimientos anticomunistas. Anteriormente trabajó como corresponsal de seguridad nacional para Breitbart News. También ha escrito para The Spectator, Spiked, PanAm Post y The Independent.