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Por todo el país, los candidatos demócratas al Senado están huyendo de sus antecedentes y tratando de darle un giro propio a sus terribles políticas. Pero hay una cosa de la que no pueden escapar. Todos son demócratas de Biden y todos están llevando a los Estados Unidos por el mismo camino de destrucción.
En el estado del Gran Cañón, el senador Mark Kelly se hace pasar en sus anuncios políticos por un hombre moderado, común y corriente. Pero desde que fue elegido, Kelly ha votado con Joe Biden el 94 % de las veces. Ha aprobado la ola de gastos que alimenta la inflación de Biden y votó a favor de su llamada Ley de Reducción de la Inflación, que aumenta los impuestos a las familias durante una recesión y contrata a 87,000 nuevos agentes del IRS para incrementar las auditorías a la clase media. Votó a favor de la guerra de Biden contra la producción de energía americana y respaldó la prohibición del fracking tres veces. Y además se ha negado a hacer lo mínimo para asegurar la frontera entre Estados Unidos y México, comprometiendo nuestra seguridad nacional y permitiendo que el fentanilo y el crimen fluyan profundamente en nuestras comunidades.
El historial de la demócrata Catherine Cortez Masto no es mucho mejor. La senadora por Nevada ha votado con Joe Biden el 93 % de las veces y las familias trabajadoras literalmente han pagado el precio. Los habitantes de Nevada se enfrentan con gastos mensuales de inflación que ocupan el cuarto lugar entre los peores del país, lidian con precios de gasolina casi un dólar por encima del promedio nacional y se ven afectados por costos de vivienda imposibles. Mientras tanto, Cortez Masto permite que Biden aumente efectivamente los impuestos a miles de trabajadores que reciben propinas en Nevada y considera que su aumento de impuestos es una “gran victoria”, incluso cuando las familias de Nevada todavía están tratando de recuperarse de los cierres por COVID de los demócratas. Mientras aumenta la tasa de homicidios de Nevada, Cortez Masto elogia a una organización radical sin fines de lucro que apoya el movimiento para Desfinanciar a la Policía y se niega a rechazar el respaldo de sus partidarios. Y mientras los padres se preocupan por el pésimo sistema educativo de Nevada, la disminución de la competencia académica y la caída en las tasas de graduación, Cortez Masto se jacta de la solidez del sistema escolar de su estado y se alinea con los activistas confundidos que difunden la teoría crítica de la raza en los salones de clase.
Con un récord del 96 % de votos a favor de Biden, el Senador Demócrata de Georgia, Raphael Warnock, es aún más extremista. Votó para dar cheques de estímulo a los presos. Ha apoyado la agenda de fronteras abiertas de la administración Biden, incluso cuando más de un millón de inmigrantes cruzan ilegalmente nuestra frontera sur y el fentanilo devasta las comunidades de Georgia. Y en lugar de aliviar la inflación más alta en 40 años, Warnock ayudó a impulsar un boicot al Juego de Estrellas de la MLB que les costó a las pequeñas empresas de Atlanta $100 millones de dólares, y votó a favor de desperdiciar $1.9 trillones con el “estímulo” de Biden.
Pero no se trata solo de los funcionarios electoral. Hay también demócratas de Biden compitiendo por escaños en el Senado para un primer período. En Pensilvania, el radical John Fetterman se postula contra el republicano Dr. Mehmet Oz, sobre una plataforma que incluye antros para consumo de drogas financiados por los contribuyentes, y la liberación de un tercio de la población carcelaria, porque según él, “todos están más seguros o mejor”, a pesar del aumento de los delitos violentos en ciudades como Filadelfia y Pittsburgh, dirigidas por los demócratas. Fetterman apoya el proyecto de ley de Estafa de la Bidenflation de los demócratas. Y está ansioso por destruir la industria energética crucial de Pensilvania, describiendo el fracking como “una mancha” en ese estado y firmando un compromiso para prohibirlo en Pensilvania.
En Wisconsin, el socialista Mandela Barnes se enfrenta al senador Republicano Ron Johnson, con una agenda que hace que Bernie Sanders parezca conservador. Ha aplaudido la decisión de Biden de rescatar por sí solo la deuda estudiantil, respaldó la Ley de Aborto para Todos de los demócratas, abogó por la Ley de Libertad para Hacer Trampa, con el propósito de federalizar las elecciones locales, y apoyó la eliminación del filibusterismo, para que los demócratas puedan aprobar su lista de deseos progresistas. Peor aún, Barnes cree que liberar a la mitad de la población carcelaria haría que las comunidades fueran más seguras.
En Ohio, el congresista Tim Ryan ha votado con Biden en el 100 % de las ocasiones y promete ser un voto de izquierda confiable en temas sociales. Y en Carolina del Norte, la demócrata Cheri Beasley es la candidata más radical que se postula al Senado en la historia del estado. Su historial incluye todo, desde ser débil con los asesinos de policías y recaudar fondos con un líder del movimiento para “desfinanciar” hasta guardar silencio sobre la crisis fronteriza de Biden, responsable de un incontrolable flujo de fentanilo que ha matado a casi 4,000 habitantes de Carolina del Norte.
En los Estados Unidos de Biden, todo es más caro, los vecindarios son más peligrosos y nuestros niños aún sufren las consecuencias de las escuelas cerradas. Uno pensaría que los demócratas que participan en contiendas electorales competitivas de medio término se distanciarían de estas políticas. En cambio, están aceptando la agenda fallida de Biden porque están más preocupados por sus perspectivas políticas que por los intereses de las personas que representan. Afortunadamente, los votantes de cada uno de estos estados tienen excelentes alternativas en los republicanos, que han dado un paso al frente para encarar a estos candidatos radicales. Entienden que no fue solo Biden quien nos trajo 87,000 nuevos agentes del IRS e impuestos más altos durante una recesión; también fueron estos senadores y congresistas. Cuando llegue noviembre, los votantes rechazarán a los demócratas de Biden, de costa a costa.
Ronna McDaniel is a politician and political strategist serving as chair of the Republican National Committee (RNC) since 2017. She was chair of the Michigan Republican Party from 2015 to 2017 // Ronna McDaniel es política y estratega política, se desempeña como presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC) desde 2017. Fue presidenta del Partido Republicano de Michigan de 2015 a 2017.