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PARA LO QUE podría haber utilizado el activista de BLM Shaun King el dinero de las donaciones es tan estrambótico que se lleva el galardón de La Idiotez de la Semana de El American.
Según The Washington Free Beacon, Shaun King se habría gastado más de $40,000 dólares de las donaciones a su Comité de Acción Política Grassroots Law para comprar un perro de raza con pedigree como mascota familiar.
Aunque el pago no parece ser ilegal, debería hacer que sus donantes se pregunten si la compra de un perro de presa de lujo es el destino más apropiado para su dinero. Su organización, del entorno de BLM, dice estar comprometida con reducir la encarcelación masiva y la violencia policial.
Quizás hubiera sido más apropiado que se comprara un gato de raza, ya que al menos los felinos no son colaboradores habituales de la policía. Los gatos pueden ser muy odiosos, pero yo nunca he visto a ninguno chivándose a la policía de que alguien lleva droga encima.
Además, todos sabemos que existe La Patrulla Canina, pero ni siquiera Netflix o Disney —tan preocupadas por la diversidad y la representación— han hecho una serie de La Patrulla Felina. Por algo será. Punto para los gatos.
Además, para alguien como Shaun King, que hace de la cuestión racial y el privilegio los puntos centrales de su discurso, tampoco parece lo más indicado haber optado por comprar un perro de raza pura, cuando pudo haber adoptado a otros perrillos menos privilegiados que son sistemáticamente abandonados y discriminados por no ser de la raza correcta.
Las explicaciones del activista de BLM Shaun King
En su defensa, Shaun King alegó que la compra del perro se debió a motivos de seguridad, ya que a pesar de los $40,000 dólares gastados, resultaba más barato que contratar seguridad humana.
El perro Marz, en un post en Instagram de Shaun King.
Quizás todo se trate de un elaborado experimento para el movimiento Defund the Police, que podría plantearse proponer que todos los policías humanos fueran sustituidos por unidades caninas. Todos sabemos que son menos racistas, porque no ven en color; más baratos y productivos, porque trabajan como perros; y no pueden disparar alegremente, porque carecen de dedos alargados y pulgares oponibles.
Si fue un experimento no parece haber tenido demasiado éxito, ya que es muy posible que Shaun King haya devuelto el perro al vendedor. Pocas semanas después del post de Instagram —ya borrado— de Shaun King dando la bienvenida al “nuevo miembro de la familia King”, se pudo ver de nuevo al mismo perro en otra publicación en redes sociales de la empresa vendedora.
En la publicación, también borrada o hecha privada, se podía ver a Marz —así se llama el perro, acabado en “z”, no en “x”— y explicaban que el perro tenía “un poco de energía de más para ser un perro de familia, así que está de vuelta”. Aunque bueno, esa es la versión de Shaun King, habría que escuchar la versión de Marz, que a lo mejor fue el perro quien no soportaba las cosas de su dueño.
Otra cosa que Shaun King ha jurado devolver es “todo el daño causado a su familia”, en venganza por haber destapado la compra del perro. Eso es lo que aseguró en un post de Instagram, en su tono de matón habitual, en el que se defendía como gato panza arriba. Veremos lo que pasa con estas amenazas, porque ya saben que perro que ladra no muerde.
Mientras esperamos a ver si BLM y asociados vuelven a protagonizar el enésimo escándalo de uso dudoso del dinero de sus donaciones, Shaun King se lleva el premio de La Idiotez de la Semana de El American.
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
Social Networks: @ignaciomgm