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AMLO presume su negligencia criminal

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“Entonces, no hay, así lo sostengo categóricamente, ningún problema de rediseño en el manejo del espacio aéreo; al contrario”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su conferencia matutina del 10 de mayo de 2022.

Nadie quiere volar

En semanas anteriores hemos hablado un poco sobre el problema de saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que se intentó resolver con un nuevo aeropuerto lejos de la ciudad, y sobre cómo esta alternativa tiene un flujo de alrededor de 15 vuelos diarios, ya que muchas aerolíneas se rehúsan a mudar su tráfico allá, sea por razones técnicas, como que el aeropuerto no cuenta con algunas certificaciones, o porque es más complicado para su clientela trasladarse hasta la ciudad de Pachuca para tomar un vuelo.

Sin importar cuál sea la razón, las líneas no han movido sus vuelos al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), así que el gobierno mexicano ha estado pensando en voz alta las medidas que podría tomar para hacer más atractivo su aeropuerto nuevo, o más bien, para hacer menos atractivo el AICM, ya que todas las medidas que proponen parten de limitar la capacidad del aeropuerto para que no quede otra opción que volar desde y hacia el AIFA.

Vista de la torre de control del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles el 1 de febrero de 2022, ubicada en el municipio de Zumpango, Estado de México (México). EFE

Sobre advertencia…

El 4 de mayo la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Línea Aérea (IFALPA por sus siglas en inglés) lanzó un comunicado preocupante en el que, a partir de la apertura del AIFA, se reportaron varios incidentes en que aviones que pretendían aterrizar en la Ciudad de México llegaron a tierra con niveles muy bajos de combustible, pues el personal de la torre de control los mantuvo en el aire por mucho más tiempo del planeado. El comunicado denunciaba el poco entrenamiento de los encargados de dirigir el tráfico aéreo y que incluso no utilizaban el lenguaje estándar de la Organización Internacional de Aviación Civil.

El comunicado fue negado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes de México (SICT) diciendo que el único reporte que ellos habían recibido fue del 15 de junio de 2021. Aquí es donde está el gran riesgo: si el gobierno federal no puede admitir que hay un problema, no hay forma de que busque una solución. No es ya un tema de si debió o no construirse el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, sino que hay una necesidad de rediseñar el espacio aéreo.

Peligro en el aire

La SICT no había terminado de decir que no es verdad cuando la realidad los alcanzó: la noche siguiente, el 7 de mayo, la torre de control autorizó aterrizar a un avión de la aerolínea Volaris mientras aún había otra aeronave en la pista. La tragedia fue evitada gracias a la pericia de los pilotos, pero quedó como evidencia de que los incidentes son reales. Tanto, que Víctor Hernández, el director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, renunció en el acto. Esta es una señal importante, con la autoridad aferrada a que el problema no existe, es mejor no estar en el cargo que podrían usar como chivo expiatorio.

Cinco días después otro incidente: esta vez un avión de Aeroméxico tuvo que abortar su aterrizaje porque, nuevamente, otro avión seguía en pista. Para el presidente mexicano los incidentes son una conspiración de las corporaciones para desprestigiar su gobierno, “un invento de sus adversarios y la prensa conservadora”, y por lo tanto no piensa revisar siquiera el diseño del espacio aéreo.

El cinismo del presidente está ya transformado en negligencia criminal, pero no es la primera vez. Antes ya ha dicho cosas como que los feminicidios los usa la prensa para distraer de lo importante, la rifa de un avión; que el alza de la violencia en el país es una mentira de la prensa para desprestigiarlo, que los homicidios de periodistas durante su gobierno son parte de una campaña en su contra, que los niños con cáncer que se mueren por la falta de medicinas son golpistas. No le sorprenda que, cuando la tragedia ocurra, diga que “fueron las aerolíneas para desprestigiar al AIFA”.

Bien merecida tiene la reciente medalla de la Orden José Martí que le dio la dictadura cubana, porque igual que a Castro y otros ganadores de esa infame condecoración (Saddam, Caeausescu, Brezhnev, Lukashenko, Putin o Maduro), le importa más su lucha que la vida de las personas.

José Torra is an economist, Research Coordinator at Caminos de la Libertad, co-author of the Fraser Institute's Economic Freedom of North America Index, and co-host of the podcast Libertad Aquí y Ahora // José Torra es economista, Coordinador de investigación en Caminos de la Libertad, coautor del índice Economic Freedom of Northamerica del Fraser Institute, y co-conductor del podcast Libertad Aquí y Ahora

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