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Según los informes, los investigadores de la Corte Suprema de Estados Unidos han centrado sus pesquisas en un pequeño grupo de personas sospechosas de haber filtrado en mayo un proyecto de sentencia que habría anulado la histórica sentencia Roe vs. Wade de 1973, que legalizó el aborto en los 50 estados.
El Wall Street Journal informó el viernes que entre las posibilidades figuraban los empleados jurídicos, pero la publicación añadió que personas familiarizadas con la investigación afirmaron que “los funcionarios aún no han identificado de forma concluyente al presunto culpable”.
Un día después de la insólita revelación, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, encargó a Gail Curley, alguacil del Tribunal Supremo, que investigara la situación. Desde entonces, el tribunal no ha publicado ninguna actualización sobre la investigación.
Aparte de una petición de los investigadores en junio para que los asistentes jurídicos de los jueces se sentaran para ser entrevistados y entregaran sus teléfonos inteligentes, no ha salido mucho más a la luz, según el WSJ. Varias de las tres docenas de secretarios que trabajaban en mayo solicitaron asistencia jurídica.
Los republicanos del Congreso han criticado el procedimiento y se han preguntado por qué no se ha identificado o hecho público al filtrador.
El representante Scott Fitzgerald (R-Wisconsin) afirmó durante una audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes en diciembre que “por alguna razón este individuo ha sido ciertamente protegido y es absolutamente evidente que hay personas concretas que saben quién es esta persona”.
La filtración puede no haber sido ilegal, pero sí inaudita y, en palabras de muchos jueces, podría ser “devastadora para las relaciones dentro del tribunal”.
Los manifestantes descendieron casi inmediatamente sobre el edificio del Tribunal Supremo para denunciar el inminente fallo de la mayoría tras el histórico borrador filtrado que sugería que Roe vs. Wade y Planned Parenthood vs. Casey iban a ser anulados, como ocurrió unas semanas después.
Aproximadamente una semana después de la filtración, el Presidente de la Corte Suprema, Clarence Thomas, reaccionó y dijo que podría ser el fin de la Corte Suprema tal como la conocemos.
“No podemos ser una institución a la que se pueda intimidar para que dé los resultados que uno desea. Los acontecimientos de esta semana son un síntoma de ello”, dijo el juez Thomas.
La decisión final emitida por el tribunal en junio de 2022 y el borrador filtrado eran réplicas casi exactas. El juez Samuel Alito redactó ambas.
