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Estados neutrales de Europa Occidental se alinean con la OTAN

Estados neutrales de Europa Occidental se alinean con la OTAN, EFE

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Suiza es un país pequeño, notablemente próspero y oficialmente neutral desde 1815. Pero sus fuerzas armadas están muy bien preparadas para actuar conjuntamente con la OTAN en cualquier escenario de conflicto europeo que incluyese a Suiza. Actualmente, el 52 % de los suizos apoya una colaboración militar más estrecha con la OTAN. Tras la invasión rusa de Crimea en 2014, únicamente entre un 22 % al 25 % de los finlandeses apoyaba unirse a la OTAN. En encuestas de abril de este año el 76 % de los finlandeses apoyaba el ingreso de su país en la OTAN. En abril de este año ya apoyaba el ingreso de Suecia a la OTAN el 57 % de su población, mientras en 2014 poco menos del 32 % de los suecos apoyaba el ingreso de su país a la OTAN.

La excepción a este cambio político entre los países neutrales de Europa Occidental sería Austria, donde en 2019 las encuestas señalaban que la neutralidad era importante para el 81 % de la población y este año un 91 % de encuestados la calificaban de importante, mientras el 64 % de los austriacos se opone a ingresar en la OTAN y únicamente el 16 % apoya el ingreso en esa alianza.

En 2014 una encuesta realizada en 64 países ya había revelado que únicamente el 25 % de los europeos occidentales estarían dispuestos a tomar las armas para defender su país. Pero en los países neutrales de Europa Occidental el 74 % de los finlandeses sí que tomaría las armas para defender su a país, en Suecia el 55 % y en Suiza cerca del 40 %. Mientras en Austria lo haría solo el 21 %. Además, las fuerzas militares austriacas están mal preparadas y no han mejorado lo que podía esperarse tras unirse a la Unión Europea (UE) en 1995 y enviar soldados austriacos a aéreas crisis. Los austriacos dan por hecho que al estar rodeados de Estados miembros de la OTAN serán protegidos por las fuerzas de la alianza occidental en cualquier escenario de conflicto que los incluya.

El alto diplomático austriaco Thomas Mayr-Harting recordó recientemente en un artículo que, a diferencia de Suiza, el gran apoyo austriaco a la neutralidad nunca incluyó un significativo apoyo a la defensa. Ya en la Guerra Fría, señalaba Mayr-Hartinf, suponíamos tácitamente que ante un ataque exterior otros vendrían en nuestra ayuda. Pero para que Austria pueda ser apoyada efectivamente por la OTAN, advirtió Mayr-Harting, las fuerzas de defensa austriacas deben ser interoperables con las de la OTAN y estar entrenadas bajo sus estándares. Los austriacos actuales han olvidado la invasión soviética de 1968 a su vecina Checoeslovaquia e ignoran olímpicamente las ominosas implicaciones para Europa Central de la actual ideología del Kremlin.

El gasto militar de Austria, incluso tras modestos incrementos recientes del presupuesto de defensa, apenas llega al 0.8 % del PIB. El analista de defensa y miembro del Institute for International Strategic Studies (IISS) de Londres y el Austrian Instititute for European and Security Policy (AIES) ha señalado repetidamente que las debilidades austriacas de defensa e inteligencia son serias y estimado que a Austria le tomaría entre 10 a 20 años crear una fuerza de defensa operacional comparable a la Suiza.

Gady es uno de los firmantes de la carta abierta al Gobierno y el pueblo de Austria publicada en mayo por 50 prominentes académicos, diplomáticos y periodistas austriacos, entre los que se encuentran el brigadier general Walter Feichtinger y el exministro de Defensa Friedhelm Frischenschlager, llamando a una urgente discusión nacional sobre seguridad y defensa, en la que cuestionan una neutralidad que califican de “intocable religión secular” sobre la que:

“…nunca se verificó su funcionalidad actualizada, sino que se elevó a un mito supuestamente intocable […] A pesar de las advertencias urgentes de los expertos, nuestras fuerzas armadas y servicios de inteligencia no solo no se fortalecieron, sino que incluso se debilitaron. Ahora no estamos preparados, en esta, la peor crisis de seguridad en Europa desde 1945 […] Estamos unidos en la convicción de que el statu quo de nuestra política de seguridad no solo es insostenible sino peligroso para nuestro país”.

Guillermo Rodríguez is a professor of Political Economy in the extension area of the Faculty of Economic and Administrative Sciences at Universidad Monteávila, in Caracas. A researcher at the Juan de Mariana Center and author of several books // Guillermo es profesor de Economía Política en el área de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Monteávila, en Caracas, investigador en el Centro Juan de Mariana y autor de varios libros

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