Read in English
La Universidad de Yale ha recibido una donación de $1 millón para estudiar el racismo en los videojuegos.
Esta investigación parece que ya tiene sus conclusiones antes de haber empezado, porque según un comunicado de prensa de Yale, el profesor Theodore Kim liderará un equipo para “desarrollar nuevas herramientas y algoritmos para llevar la inclusión a las pantallas digitales”.
Aunque gracias al crecimiento de la industria del videojuego las posibilidades de personalización de personajes son casi infinitas, Yale está convencida de que los algoritmos de los videojuegos están “profundamente sesgados” porque utilizan “características predominantemente europeas” para crear personajes.
En un mundo en el que puedes personalizar a tu personaje con toda clase de aspectos y atuendos, en el que puedes elegir jugar como humano, extraterrestre, superhéroe, robot, hechicera, nigromante o como toda clase de animales –-existentes o no—, e incluso los hay en el que puedes ser una planta, la premisa del estudio de Yale parece un poco tomada por los pelos con tal de aceptar la donación.
Tan tomada por los pelos está, que el comunicado de Yale asegura que el aspecto más sesgado del algoritmo de personalización es “la representación del cabello humano”. En concreto, del “cabello tipo 4”, que sería el “que ocurre con mayor frecuencia en las comunidades negras”.
Yale asegura que el profesor “Kim liderará un grupo que investigará la representación algorítmica del cabello tipo 4 como un problema singularmente antirracista”, y que “esta investigación servirá de ejemplo sobre cómo identificar los productos del racismo sistémico en los gráficos y mostrar cómo tomar medidas concretas para aliviar su daño”.
Wokeismo de Yale vs. racismo en los videojuegos. Fight!
Da la sensación de que estamos ante la enésima muestra de un departamento universitario compitiendo por ser más woke que los demás, para así conseguir financiación para sus estudios sin sentido. O, mejor dicho, con el perverso objetivo de promover la confrontación y la dialéctica marxista en todos y cada uno de los temas imaginables, incluyendo el cabello de los personajes de videojuegos.
La capacidad woke para victimizarse y encontrar campos de estudio donde descubrir supuesto racismo, sexismo, clasismo, homofobia, etc. no deja de sorprendernos. Lo más gracioso de esta absurda investigación es que, probablemente, una vez consigan promover algún tipo de legislación o código de buenas prácticas que imponer a la industria en lo referente al peinado de los personajes, luego volverán a la carga criticando lo problemática que es la apropiación cultural de poder poner “cabello tipo 4” a personajes caucásicos.
Esta espiral de victimismo en el que el ganador es el que más puntos de opresión consiga es más adictiva que el más adictivo de los videojuegos, especialmente cuando hay tan suculentos botines como este millón de dólares donado por la Fundación Bungie.
Aunque se trata de una donación privada por parte de una autodenominada Organización No Gubernamental sin ánimo de lucro, el momento elegido para esta investigación por parte de Yale no parece el más apropiado.
Anunciar un millonario estudio sobre lo racista que es no poder elegir el peinado de tu personaje en un videojuego coincidiendo con la noticia de que los contribuyentes tendrán que pagar la cancelación de la deuda de préstamos estudiantiles, parece una tomadura de pelo —y nunca mejor dicho—.
Es un intolerable agravio comparativo que la cancelación de deuda estudiantil recaiga sobre los bolsillos de los americanos que sí han pagado sus préstamos universitarios o que responsablemente no han cursado estudios universitarios por no poderse permitir las infladas matrículas, pero que no se repercuta ni un sólo centavo sobre las universidades que se siguen beneficiando de este regalo gubernamental, mientras se dedican a bobadas como estudiar el “racismo sistémico” en la confección de personajes de videojuegos.
Cualquiera que entienda un poco cómo funcionan las dinámicas de juegos, se dará cuenta de que premiar el oportunismo de los departamentos universitarios woke —improductivos en el mejor de los casos, y más bien contraproducentes, por divisorios, en su formato actual— a costa de los individuos productivos de la sociedad, nos llevará a un inevitable “game over”.
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
Social Networks: @ignaciomgm