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El recién investido gobernador de Virginia, el republicano Glenn Youngkin, firmó una orden ejecutiva que convertirá la oficina estatal de diversidad en una “embajada para los niños no nacidos”.
Según la legislación, el Director de Diversidad, Oportunidades e Inclusión (DEI) de su oficina se dedicará a promover “ideas, políticas y prácticas” orientadas a “eliminar las disparidades” del cuidado prenatal en el sistema local de salud.
Así, la nueva función de la oficina de diversidad será la de “facilitar la unión de los habitantes de Virginia de diferentes religiones para servir a sus comunidades y al Commonwealth”.
Youngkin da la vuelta a Virginia
Adicionalmente, quien ocupe la DEI tendrá la tarea de “promover la libertad de expresión y el discurso civil en la vida cívica, incluida la diversidad de puntos de vista en la educación superior, en coordinación con la Secretaría de Educación”.
En ese sentido, la legislación busca incluir a los padres en el debate sobre lo que se impartirá en el sistema educativo, con el fin de garantizar que “la enseñanza de la historia de Virginia y de Estados Unidos sea honesta, objetiva y completa”.
Con esta movida, Youngkin hace uso de los preceptos impuestos por los promotores de la Teoría Crítica de la Raza (como lo son la equidad y la diversidad) y los convierte en una herramienta para promover valores conservadores, aprovechando a su favor las armas de los activistas woke de la previa administración.
Muestra de ello fue la reacción de la organización izquierdista Planned Parenthood, que condenó en Twitter la decisión de Youngkin de convertir la oficina de la DEI en un territorio anti-abortista.
“Virginia ahora tiene un oficial de DEI alentado a hablar y defender la legislación contra el aborto, una de las políticas menos inclusivas y equitativas en los libros”, fue el tweet de la organización.
