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El episodio de Djokovic en Australia, detallado y sin manipulación

Los hechos sobre la travesía de Novak Djokovic en Australia y su deportación

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El mejor tenista del mundo, Novak Djokovic, no podrá jugar el Abierto de Australia tras la decisión del ministro de inmigración, Alex Hawke, de usar sus poderes para deportar al serbio en virtud del “interés público”. Los abogados del tenista presentaron un recurso para evitar la deportación, el caso llegó al Tribunal Federal australiano, pero fue rechazado unánimemente.

Más allá de que la travesía de Djokovic en Australia llegó a su final, hay muchos mitos y desinformación en torno al caso que se han venido difundiendo sistemáticamente en redes sociales no solo por fanáticos, sino también por periodistas. Frases similares a “Australia hizo valer sus leyes” o “Djokovic no merecía un trato especial por ser una estrella” se hicieron recurrentes, pero, en realidad, están alejadas de los hechos en este caso.

Djokovic y una exención médica que generó polémica

Mucho se habló sobre la decisión del gobierno australiano de imponer la vacunación obligatoria para entrar al país. Esto dio paso a la posibilidad y especulación de que Djokovic, de quien se presumía que no estaba vacunado (algo que se confirmó en los últimos días), no iba a poder entrar a Australia para jugar el Abierto. Sin embargo, el serbio calificó para la exención médica que fue solicitada por él y otras 26 personas; un puñado de esas solicitudes fueron aceptadas. Dicha exención fue entregada por el organismo Tenis Australia y el Gobierno de Victoria, estado donde se desarrollará el Abierto de Australia.

La exención médica fue recibida por el serbio el 30 de diciembre. El documento, a priori, le permitía al tenista entrar a Australia sin la vacuna COVID ni la cuarentena. ¿Cómo consiguió Djokovic la exención? El tenista demostró, a través de una prueba PCR positiva, que se acababa de recuperar de COVID y que tenía el aval de un médico certificado.

El 1 de enero, de hecho, el equipo de Djokovic presentó su declaración de viaje al Ministerio del Interior australiano, institución que tras previa evaluación aprobó la llegada al país sin cuarentena. Luego, el 2 de enero, Djokovic recibió un permiso de viaje en la frontera por parte del gobierno del estado de Victoria.

El 4 de enero Djokovic, a través de sus redes sociales, informó que se dirigía a Australia con una exención médica. Tenis Australia confirmó la noticia. A partir de allí empezó un gran revuelo global porque, según los críticos del serbio, el tenista estaba recibiendo un trato privilegiado por parte del gobierno australiano.

Muchos medios citaron el injusto caso de la tenista rusa Natalia Vikhlyantseva, quien sí está vacunada contra el COVID-19, pero con Sputnik, fármaco no reconocido por las autoridades sanitarias australianas. Asimismo, el gobierno australiano a lo largo de los últimos meses implementó una serie de medidas sanitarias extremas que afectaron a los ciudadanos de ese país. Muchos no entendían la lógica de dejar entrar a Djokovic ante estos dos casos.

Una vez Djokovic se embarcó en un vuelo hacia Australia, el primer ministro del país, Scott Morrison, advirtió que si el serbio no cumplía los requisitos de exención médica su visa sería cancelada y, posteriormente, él sería deportado. Cuando el tenista llegó a Australia, el 6 de enero, las autoridades migratorias lo dejaron detenido por más de ocho horas sin poder comunicarse al exterior.

De acuerdo con una transcripción publicada del interrogatorio, a Djokovic, a altas horas de la madrugada, se le pidió información adicional sobre su exención médica que previamente no fue solicitada para poder permitirle entrar al país. El serbio, quien se quejó con los funcionarios por la difícil situación a la que lo sometieron, no pudo proporcionar esa información; por ende, su visa fue cancelada y él fue detenido en un hotel para inmigrantes.

En una conferencia de prensa, el propio primer ministro Scott Morrison leyó una carta enviada el 29 de noviembre por el ministro de salud Greg Hunt a Tenis Australia en la que indicó que contraer y recuperarse por COVID-19 en los últimos seis meses no cumple con los requisitos para la entrada libre de cuarentena. Sin embargo, las recomendaciones del gobierno federal se contradicen, generando confusión con la norma, de acuerdo con informe de ABC Australia.

El Grupo Asesor Técnico Australiano sobre Inmunización (ATAGI), que asesora al ministro de sanidad sobre el Programa Nacional de Inmunización (PNI) y otros temas relacionados con la inmunización, tiene “la definición de totalmente vacunado” actualizada desde 15 de diciembre. En un apartado se lee: “La vacunación con COVID-19 en personas que han tenido una infección por SARS-CoV-2 confirmada por PCR puede aplazarse durante un máximo de seis meses después de la enfermedad aguda, como exención temporal debido a una enfermedad médica grave aguda”.

Esto indica que Djokovic, en un principio, y con el conocimiento del gobierno australiano (la exención médica concedida era de conocimiento público) iba a poder entrar a Australia, pero en medio de la polémica mediática el gobierno decidió cancelar su visa.

Novak Djokovic de Serbia reacciona después de derrotar a Casper Ruud de Noruega en su partido de la fase de grupos del torneo de tenis Nitto ATP Finals en Turín, Italia, 15 de noviembre de 2021. (EFE)

Otro punto que generó controversia, tal y como reseñó ABC Australia, es que dos tenistas con exenciones médicas entraron sin inconvenientes a Australia y dejaron el país tras ver la detención y revocación de vista contra Djokovic y la expulsión de la tenista checa Renata Voracova, que también causó cuestionamientos al gobierno australiano.

“La aparición de otros dos jugadores con exenciones en Australia aumenta la confusión sobre el tratamiento de los tenistas por parte de los funcionarios de fronteras a su llegada”, relató ABC.

La “irrazonable” cancelación de la visa y los poderes del ministro de inmigración

Pasaron 4 días hasta que, el 10 de enero, el juez Anthony Kelly falló en favor del serbio anulando su caso y ordenando su inmediata liberación.

Kelly fue tajante con su fallo, calificando de “irrazonable” la cancelación del visado y, por tanto, determinó que el serbio no violó leyes migratorias y que su exención médica es válida.

Esta victoria jurídica duró poco para Djokovic, pues según las leyes australianas, el ministro de inmigración, Alex Hawke, posee poderes especiales para deportarlo. Además, hubo una serie de polémicas que involucraron al tenista en los días posteriores a su liberación que obligaron al serbio a dar explicaciones públicas.

Primero, el 11 de enero, la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF) empezó a investigar si Djokovic presentó una declaración de viaje falsa antes de llegar a Australia. Esto lo confirmó el mismo Djokovic en Instagram, pues en su declaración jurada tachó la casilla “no” en la pregunta sobre si había ido a un tercer país antes de ir a Australia. El serbio sí había estado en España previamente y explicó que fue un “error humano” de su equipo de trabajo.

También se empezó a especular de la validez de su prueba PCR positiva (cuya supuesta “invalidez” nunca se llegó a demostrar) y además hubo muchas críticas porque el serbio asistió a una entrevista con el diario L’Équipe estando contagiado por COVID-19 el 18 de diciembre. El número uno del mundo se disculpó y dijo estar arrepentido por haber cometido ese error.

Todo este ruido desvió la atención de lo verdaderamente importante: la difícil decisión que debía tomar Alex Hawke. El propio ministro de inmigración admitió, en una entrevista a The Age, que Djokovic no violó ninguna norma sanitaria, ley migratoria o que representaba un riesgo de contagio, pero que era un supuesto peligro para la salud pública de Australia por, aparentemente, incitar a la población a no cumplir las normas sanitarias del gobierno al ser una figura reconocida.

Por esta razón, el pasado viernes 14 de enero, Hawke escribió en una declaración que la anulación de la visa del serbio por segunda ocasión fue ejercida “bajo la sección 133C (3) de la Ley de Migración (…) por motivos de salud y buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo”.

La Corte Federal falla a favor del ministro

El caso no terminó allí, pues los abogados del serbio apelaron llevando el caso hasta la Corte Federal de Australia. El abogado de Djokovic, Nick Wood, dio una gran y extensa presentación, abordando los puntos clave de la cancelación del segundo visado; la poca evidencia usada por el ministro Hawke para usar su poder especial, desmentir los informes de prensa que tachaban a Djokovic de “antivacunas” y la disparidad de criterios por parte del gobierno federal entre la primera y segunda cancelación; pues los argumentos entre ambas decisiones son totalmente opuestos.

Uno de los argumentos de Wood es que el ministro Hawke interpretó que la continuidad de Djokovic en Australia es un riesgo para la salud pública, pero no evaluó el descontento que podría generar la deportación forzosa de una persona que cumplió con todas las leyes migratorias y sanitarias.

No obstante, según los expertos legales, el caso siempre estuvo cuesta arriba para los abogados del serbio y la Corte, compuesta por los jueces James Allsop (presidente), Anthony Besanko y David O’Callaghan, decidieron unánimemente fallar contra de Djokovic. Las razones serán publicadas, de forma escrita, en los próximos días.

“Ahora me tomaré un tiempo para descansar y recuperarme, antes de hacer más comentarios más allá de esto. Estoy extremadamente decepcionado con el fallo”, dijo Djokovic tras la decisión de la Corte Federal. “Me incomoda que el enfoque de las últimas semanas haya estado en mí y espero que ahora todos podamos concentrarnos en el juego y el torneo que amo. Me gustaría desearles a los jugadores, oficiales del torneo, personal, voluntarios y fanáticos todo lo mejor para el torneo”.  

El serbio también agradeció todo el apoyo a nivel global que recibió y dijo que aceptaría el fallo y colaboraría con las autoridades para su deportación.

Más allá del gran revuelo que tuvo el caso Djokovic, generando un álgido debate en redes sociales y medios de comunicación, hay un hecho irrebatible en este caso: el serbio siempre tuvo sus papeles en regla desde el primer día y el gobierno decidió cancelar su visa, en dos ocasiones, con dos argumentos diferentes, tras recibir críticas y presiones en todo el mundo. Al final, las reglas sanitarias o migratorias se cumplieron, pero la política pudo más.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

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