JILL BIDEN, primera dama de los Estados Unidos, ha protagonizado La Idiotez de la Semana de El American. Ha comparado a los hispanos con “tacos para desayunar”.
Por algún extraño motivo, el Partido Demócrata considera a Jill Biden la portavoz más capaz para asuntos latinos. Ya hace un año nos dejó claro que el motivo por el que siempre la usan para apelar a los latinos no es precisamente por su manejo del idioma español. Aunque ella piensa que “sí puede” hablar español, lo cierto es que “no say pwod way” hablar peor.
Esta semana, Jill Biden se ha vuelto a superar. En un discurso en San Antonio de Texas ha pronunciado “bodegas” de manera sui generis (bow gedas) y ha demostrado que no solo tiene problemas con la literalidad del lenguaje, sino también con el empleo de metáforas y comparaciones. Remató su intervención diciendo que “la diversidad de la comunidad” latina es tan “única como los tacos para el desayuno”.
Imagino que la preparación del discurso pudo haber sido algo así:
- —“Voy a comparar a los latinxs con tacos para el desayuno”.
- —“Pero Jill, no podemos decir eso”.
- —“Vale, entonces voy a decir que la diversidad de la comunidad latina es tan única como los tacos para el desayuno”.
A Jill Biden se le atragantan los tacos
La condescendencia y el paternalismo de los demócratas desespera a cualquier latino, pero, en realidad, este tipo de discursos llenos de tópicos y clichés absurdos parecen más bien fruto de la desesperación de los propios demócratas, que ven que se les está escapando el voto hispano.
Durante años, los demócratas han dado por sentado el voto hispano porque les había venido funcionando el truco de apelar a los sentimientos de agravio de una minoría supuestamente oprimida. Pero ahora se están dando cuenta de que eso ya no es suficiente para captar su voto, y están cometiendo este tipo de torpezas, propias de las prisas y el desconocimiento de la cultura latina.
Que reduzcan a todos los hispanos a los tacos mexicanos es la demostración de que los demócratas pecan precisamente de lo que presumen, y que su preocupación por los hispanos suena tan falsa como el español de Jill. Presumen de ser diversos e inclusivos, pero son incapaces de darse cuenta de que los “latinxs” no son una minoría homogénea a la que poder manipular fácilmente.
Para ellos todo lo que esté más allá de la frontera sur son sombreros de mariachi, tacos y salsa. Una pasta homogénea de votantes a los que creen poder meter en un colectivo al que resulte fácil de victimizar y, sobre todo, fácil de controlar.
Por suerte, cada vez son más los hispanos que se dan cuenta de la falsedad e hipocresía de los demócratas. Son conscientes de que las políticas de este Gobierno son las mismas que arruinaron a los países de los que huyeron, y están viendo con preocupación que su sueño americano puede convertirse en pesadilla si se continúa por el camino trazado por los demócratas.
El comportamiento del voto demuestra que más que tacos y guiños en un español impostado, los latinos quieren una economía robusta, un buen futuro para sus hijos, y seguridad en las fronteras y los vecindarios.
En defensa de los demócratas hay que decir que “FLOTUS Latinx Tacos” sería un gran nombre comercial para un restaurante latino… o para un grupo de rock progresivo. Pero quitando eso, es una metedura de pata solo superable si los demócratas siguen usando a Jill Biden para dirigirse a los latinos y en su próximo discurso hace referencia a las arepas venezolanas o colombianas (o viceversa).
Aunque parezca descabellado, todo es posible. ¡See say pwod way!
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
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