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El galardón de El Idiota de la Semana de El American va para la senadora Elizabeth Warren (D-MA) por su lamentable intento de echarles la culpa de la inflación a los “malvados empresarios”.
Con una inflación rampante afectando claramente los bolsillos de individuos y familias, el americano puede comparar la situación económica de hace apenas un año con la actual y empezar a sacar conclusiones.
Para controlar esta situación, los demócratas han optado por dos narrativas alternativas que –aunque son aparentemente contradictorias– parecen contentar a sus votantes. A veces tienen el descaro de decir que la inflación no es mala y otras la atribuyen a los empresarios. Eso es justamente lo que acaba de hacer Elizabeth Warren.
Cualquier cosa con tal de no admitir las nefastas políticas económicas del Gobierno Biden-Harris.
“¿Te preguntas por qué las compras de Acción de Gracias cuestan más este año? Es porque las codiciosas empresas están cobrando a los americanos un precio extra solo para mantener los precios de sus acciones altos. Esto es indignante”, tuiteó Elizabeth Warren.
Warren ha tirado por el camino de dejar de lado los datos y la realidad para dedicarse a apelar a los sentimientos más viscerales, en este caso la envidia.
¿Por qué preocuparse por manejar los datos si puede manipular los sentimientos?
Elizabeth Warren y su pelea con los números
Todos sabemos que Warren está peleada con los números –sobre todo al hacer cálculos de su ADN–, pero ahora también nos quiere poner a pelear entre nosotros para que echemos la culpa de la inflación a los ricos y no al Gobierno.
Su irresponsable llamado a la indignación contra los “avariciosos empresarios” no es novedoso. De hecho, ya se lo hemos escuchado muchas veces a los gobernantes de países con economías fallidas y sumidas en la hiperinflación.
Es casi un cliché de presidente de república bananera estar todo el día echandole la culpa de la inflación a la avaricia de los empresarios. Pronto veremos a Warren reclamando imponer precios máximos, ya que en estos casos el siguiente paso siempre es el control de precios –que hace entrar a la economía en un círculo vicioso de encarecimiento o escasez de productos–. No es nada nuevo y siempre acaba igual de mal.
Es decir que Elizabeth Warren ni es aborigen, ni es pionera. Su demagogia económica e impostada indignación la han hecho merecedora de El Idiota de la Semana de El American.
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
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