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La legendaria Wendy Williams, a quien deseamos una pronta recuperación y regreso a su show, decía que a veces debemos decir algo bueno de una persona antes de proceder a atacarla.
Siempre he pensado —como Wendy— que Joy Behar es una mujer extraordinariamente divertida. La veo como una “tía en mi cabeza” con la que podría pasar horas riéndome de todo y de todos. Sin embargo, hay ocasiones en que su razonamiento político me parece sencillamente demencial.
Behar, una de las socialistas del panel de The View junto a Sunny Hostin, criticó al presidente Joe Biden por intentar tender puentes de diálogo con el Partido Republicano y aseguró que sus intentos de negociación con la oposición son una demostración de su white privilege.
Al referirse a la férrea oposición republicana a las políticas demócratas, la icónica conductora cuestionó: “¿Qué tan denso fue Biden en estos casos? No me importa que seas un senador blanco privilegiado. Eres un senador del privilegio blanco en el Congreso de los Estados Unidos y crees que otros tipos del privilegio blanco trabajarán contigo, pero no lo harán. Y no lo hacen”.
Joy, me parece que tu razonamiento es simplemente excesivo. La base de toda democracia son los pesos y contrapesos. No se puede esperar de la oposición otra cosa que resistencia. No se pueden pasar leyes si el partido de gobierno no encuentra unidad.
El problema no está en la voluntad de Biden para negociar con los republicanos —algo que me parece sano en toda democracia—, sino en que la intransigencia de ambos bandos impide que haya avances. Como daño colateral: la desastrosa popularidad de tu amado presidente.No todo se reduce al white privilege en la política. El fracaso del Gobierno demócrata después de un año en funciones es más que evidente. Son ya 12 meses de escucharte decir: “no puedes esperar que en este tiempo arregle 4 años de desastre”. Sin embargo, querida Joy, pasado un año de su llegada al poder, me temo que el camino hacia el final de este Gobierno no es nada prometedor.
