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Ha pasado un año desde que la Administración Biden declaró la guerra a los padres. Al anunciar su intención de investigar a los padres que hablaban en las reuniones de la junta escolar, el Departamento de Justicia de Biden enmarcó como el enemigo a las mamás y los papás preocupados. Bajo la dirección del fiscal general Merrick Garland, el FBI incluso creó una “etiqueta de amenaza” para rastrear a los padres problemáticos, una herramienta que tradicionalmente se usa para monitorear a los terroristas. Los últimos dos años han expuesto la visión exagerada de los demócratas acerca de su poder sobre nuestros niños. Para padres como yo, eso es inaceptable. El día de las elecciones nos brinda la oportunidad de reclamar el papel que nos corresponde como la influencia más importante en la vida de nuestros hijos.
Los demócratas tienen un largo historial de poner su agenda por encima de los mejores intereses de nuestros niños. Por tercer año consecutivo, los demócratas obligan a los niños a usar cubrebocas en la escuela. El condado de Prince George, Maryland, dirigido por los demócratas, está obligando a los estudiantes de hasta 4 años a usar máscaras este otoño. Los estudiantes de preescolar en Filadelfia, desde los 3 años, se verán obligados a usar cubrebocas durante todo el año. Y en Kentucky, una junta escolar pública liberal se ha negado a poner fin a su mandato de máscara sobre sus 96,000 estudiantes.
Nada de esto tiene sus raíces en la ciencia, y tampoco lo tuvieron las políticas demócratas que mantuvieron las escuelas cerradas durante meses. En cambio, fueron el resultado de la connivencia de los sindicatos de maestros con los CDC de Biden, con el fin de retrasar el aprendizaje en persona. ¿El resultado? Daño irreparable al desarrollo académico de los niños. Los bloqueos sin sentido borraron dos décadas de progreso en matemáticas y lectura, y los estudiantes negros e hispanos fueron los más afectados. Los estudiantes negros, hispanos y de bajos ingresos también se vieron afectados de manera desproporcionada por el cierre de escuelas, porque su aprendizaje permaneció remoto por más tiempo. Pero todo esto se pone peor. Según cálculos, 1,1 millones de estudiantes de K-12 se registraron para el año escolar 2020-21 pero nunca se presentaron a clase. No obstante, los demócratas no lo lamentan en lo más mínimo. El secretario de Educación de Biden, Miguel Cardona, dijo que fue la “decisión correcta” cerrar las escuelas y volverse virtuales. Y la senadora demócrata del estado de Washington, Patty Murray, que enfrenta una dura carrera contra la republicana Tiffany Smiley, insiste en que “no fue en absoluto” un error mantener a los estudiantes en casa durante la pandemia.
Cuando los niños están en clase, con demasiada frecuencia son adoctrinados en lugar de educados. En Portland, Oregón, ciudad gobernada por los demócratas, las escuelas están enseñando a los niños de jardín de infantes el “espectro de género infinito,” presentando a los estudiantes de primer grado la “teoría queer” básica y utilizando la teoría crítica de la raza (CRT) para dividir a los estudiantes por cuestiones raciales. En California, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles está alentando a los niños de cinco años a experimentar con pronombres de género como “ellos”, “ze” y “tree,” además de su política de “afirmación trans” que requiere que los maestros usen el nombre y los pronombres preferidos del estudiante, ocultándolo de los padres a pedido del estudiante. Y en Pensilvania, el Departamento de Educación del estado sugiere “pronombres de género neutral” para los estudiantes e incluye una guía de lecciones para el “día de género neutral” a partir del tercer grado, todo con la bendición del vicegobernador demócrata y candidato al Senado John Fetterman.
No es de extrañar que los demócratas estén excluyendo a los padres. En Michigan, los funcionarios del Departamento de Educación alentaron a los maestros a ocultar a los padres lo que un niño dice sobre su orientación sexual o género, cuando hablan sobre los pensamientos suicidas de un estudiante. En California, el gobernador demócrata Gavin Newsom firmó una ley que convierte al estado en un “santuario” para los jóvenes que buscan cirugías de reasignación de sexo sin la aprobación de los padres. Y en Arizona, la candidata a gobernadora demócrata y secretaria de Estado, Katie Hobbs, ha hecho todo lo posible para evitar que las familias soliciten las oportunidades de opciones escolares del estado.
Mientras tanto, los republicanos luchan para proteger a los estudiantes y empoderar a los padres. El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, mantiene a los padres informados e involucrados en la educación de sus hijos, particularmente en cuestiones de identidad de género. En Florida, el gobernador Ron DeSantis ha defendido los derechos de los padres para permitir que sean ellos quienes tomen decisiones sobre la crianza de sus hijos y para evitar que se enseñe contenido sexual inapropiado a niños de hasta 5 años. Y en Arizona, el gobernador Doug Ducey firmó la legislación de opciones escolares más expansiva de la nación. De hecho, los candidatos republicanos de todo el país están siguiendo sus ejemplos. El GOP es el partido de los padres.
Ya sea que se trate de bloqueos sin apoyo científico y mandatos de uso de máscaras, ideologías destructivas o una frontera abierta que permite que el fentanilo “arcoíris” dirigido a los niños ingrese a nuestro país, los demócratas constantemente anteponen sus intereses especiales, y nuestros niños sufren por ello. Los padres están cansados de que los traten como obstáculos que deben evitarse, o como amenazas que es preciso castigar. Esa es una lección que los demócratas aprenderán por las malas el 8 de noviembre.
Ronna McDaniel is a politician and political strategist serving as chair of the Republican National Committee (RNC) since 2017. She was chair of the Michigan Republican Party from 2015 to 2017 // Ronna McDaniel es política y estratega política, se desempeña como presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC) desde 2017. Fue presidenta del Partido Republicano de Michigan de 2015 a 2017.