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Persecución a la Iglesia católica en Nicaragua: obispo en arresto domiciliario

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DESPUÉS DE días de persecución a uno de sus sacerdotes, monseñor Rolando Álvarez de la diócesis de Matagalpa salió a la calle, afuera de la curia diocesana, con el Santísimo Sacramento a bendecir a quienes le acompañaban —y a los policías que le impedían entrar al lugar—. En ese momento, Monseñor Álvarez convocó a una misa y hora santa en la Catedral a las 4 p. m., posteriormente lo dejaron ingresar a la curia. No sabía que entraba a un arresto domiciliario indefinido.

Persecución a la Iglesia católica en Nicaragua: obispo en arresto domiciliario

El obispo Rolando Álvarez frente a la curia diocesana de Matagalpa. (Crédito: Diócesis de Matagalpa)

¿Qué está pasando con la Iglesia católica en Nicaragua?

La persecución a la Iglesia católica en Nicaragua se remonta a, al menos, 2018, cuando empezaron los ataques contra iglesias, obispos, sacerdotes y laicos por su rol en las protestas de ese año y por su fallido rol como mediador en las negociaciones entre el régimen y la oposición, que la terminaron convirtiendo en el perfecto chivo expiatorio para Daniel Ortega y su esposa y vicepresidente, Rosario Murillo.

En julio de 2018, el régimen y sus paramilitares atacaron el campus de una universidad en Managua y a un grupo de personas, en su mayoría estudiantes, quienes se refugiaron en una iglesia cercana, que fue sitiada durante dos días por la Policía. La operación dejó como resultado dos muertos.

Los demás estudiantes pudieron salir de la iglesia solo cuando un grupo de obispos y representantes de ONG los escoltaron hacia la Catedral de Managua.

Ese mismo año, monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua y una de las caras más visibles de las protestas, se fue de Nicaragua exiliado —primero a Roma, luego a Miami, donde hoy trabaja en la parroquia de Santa Ágata, que se ha convertido en el hogar espiritual de cientos de nicas exiliados en Estados Unidos, incluyendo al padre Edwin Román, otro sacerdote nicaragüense exiliado por las amenazas del régimen—.

Pero esto fue solo el comienzo. Desde entonces, los ataques a iglesias y amenazas a sacerdotes se empezaron a volver más comunes.

De acuerdo con el informe Nicaragua: ¿una iglesia perseguida?, fueron 190 los ataques a la Iglesia católica entre 2018 y 2022.

Y en 2022, la persecución ha llegado a un nuevo nivel.

En marzo, el nuncio apostólico (el embajador del Vaticano) Waldemar Stanislaw Sommertag, un hombre generalmente abierto a dialogar con el régimen, difícilmente considerado como un radical, fue declarado persona non grata por la dictadura de Ortega y expulsado del país sin mayor explicación.

Esto solo sería el preludio.

Desde entonces, el régimen socialista de Ortega ha encarcelado a dos sacerdotes, ha puesto a otros dos bajo asedio dentro de su parroquia, expulsó a las Misioneras de la Caridad, fundadas por la Madre Teresa de Calcuta, y cerró una televisora católica y 10 estaciones de radio.

Ahora amenaza con encarcelar a un obispo, algo completamente inédito, ni siquiera visto en el peor punto de la persecución del régimen sandinista hace 43 años.

¿Quién es el obispo Rolando Álvarez?

Monseñor Rolando Álvarez es el obispo de la Diócesis de Matagalpa y el administrador apostólico de Estelí.

Matagalpa es una ciudad al norte de Nicaragua con unos 100,000 habitantes. La diócesis también cubre pueblos y pequeñas villas circundantes, por lo que monseñor Álvarez es famoso por ir constantemente a dichos pueblos en cualquier medio necesario: moto, mula, caballo o bote.

Álvarez fue uno de los interlocutores de la Iglesia en el primer diálogo con el régimen en 2018. Por sus posturas, fue vetado por Ortega de posteriores intentos de diálogo.

A su vez, es director de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, por lo que entre sus funciones está la de ser director del canal de televisión católico de ese país. O al menos lo era hasta que el régimen lo cerrara en mayo.

El 19 de mayo, el obispo fue a Managua porque dijo que la Policía lo perseguía en su diócesis, incluso yendo a casa de familiares.

En ese momento, monseñor Álvarez declaró que entraría en un ayuno de forma indefinida hasta que la Policía nacional le garantizara la seguridad a él y a su familia.

La respuesta del régimen no se hizo esperar. Solo un día después, Claro —el proveedor privado de TV más grande del país— anunció que Telcor, el ente regulador de telecomunicaciones le ordenó dejar de transmitir el Canal Católico, dirigido por Álvarez y por donde todos los domingos eran transmitidas sus misas, en las que criticaba al régimen de Ortega.

El cierre de las radios católicas de Matagalpa

La persecución empeoraría. El primero de agosto, Telcor anunció el cierre de 10 estaciones de radio católicas, además de una televisora y otra estación de radio de contenido general.

Las excusas eran variadas, pero la principal era que supuestamente las emisoras no tenían los permisos correspondientes para operar. Todas las estaciones de radio eran propiedad de la Diócesis de Matagalpa, liderada por Álvarez.

Álvarez negó las acusaciones de Telcor y dijo que en 2016 había presentado todos los permisos actualizados y que podía volver a presentarlos si le daban una cita.

Pero Telcor hizo oídos sordos y mandó a una funcionaria a tomar los equipos de Radio Católica Sébaco, ubicada en la parroquia de la Divina Misericordia en dicha ciudad. La parroquia tiene un complejo que incluye la iglesia principal, una capilla dedicada al Divino Niño de Praga, la radio, la rectoría (la residencia del sacerdote) y el colegio San Luis Gonzaga, todos liderados por el párroco, el padre Uriel Vallejos.

El episodio empezaría un asedio que duraría 48 horas.

Vallejos aceptó la carta que notifica el cierre de la emisora, pero se negó a entregar los equipos sin una orden judicial. La funcionaria volvió minutos después con efectivos de la Policía.

Amigos, fieles vengan, estoy siendo asediado”, tuiteó Vallejos.

Vallejos se encerró con 6 fieles en la rectoría mientras que cientos de personas se lanzaron a las calles a proteger a la parroquia y fueron reprimidas violentamente en un operativo liderado por el controversial Ramón Avellán, un comisionado de la Policía nicaragüense sancionado por el Gobierno americano debido a su rol en al menos 107 asesinatos durante las protestas en Nicaragua entre 2018 y 2019.

Persecución a la Iglesia católica en Nicaragua: obispo en arresto domiciliario

Vallejos, que padece diabetes, sobrevivió por 48 horas sin electricidad, comiendo unas pocas golosinas y agua. (Cortesía: @pbrourielv)

Un ministro de la palabra de la parroquia fue herido de un perdigonazo en el ojo, mientras que al menos tres jóvenes fueron detenidos y varias decenas de personas golpeadas por agentes de la policía

Los policías violentaros la cerca que da acceso a la capilla y abrieron un hueco en el techo para llevarse los equipos de la radio. Además, cortaron la electricidad para que Vallejos no pudiera seguir transmitiendo el asedio con las cámaras de seguridad de la iglesia y ocuparon la cocina de la rectoría, por lo que Vallejos no tenía acceso a comida, más allá de un poco de agua, jugo y galletas.

El párroco denunció que los policías entraron violentamente a su oficina en el colegio y se robaron numerosos equipos de sonido.

La situación, que comenzó el lunes primero de agosto, terminaría en la noche del miércoles 3 cuando Vallejos fue escoltado por una comitiva de al menos 12 clérigos hacia una ubicación todavía desconocida.

“Curia por cárcel”

En simultáneo se desarrollaba otra situación. En aparente respuesta a las declaraciones de monseñor Álvarez en sus homilías en protesta por el cierre de las emisoras, la presencia policial en las cercanías de la curia diocesana aumentó progresivamente desde el miércoles.

Ya son mundialmente famosas las imágenes de Álvarez fuera del edificio de la curia con el Santísimo Sacramento bendiciendo a todo el que se acercara en protesta porque no lo dejaban entrar al lugar.

Luego entraría, y desde entonces no ha podido salir.

El 5 de agosto, la Policía Nacional de Nicaragua anunció una investigación criminal contra Álvarez porque “prevaliéndose de su condición de [líder religioso] (…) está intentando organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población”.

“La Policía Nacional, como autoridad competente para garantizar la paz y la seguridad ciudadana (…) ha iniciado un proceso de investigación con la finalidad de determinar la responsabilidad penal de las personas involucradas en la comisión de estos actos delictivos,” agrega el comunicado.

Curiosamente, a pesar de no haberse hecho pública una orden judicial que mandase arresto domiciliario, la orden dice que “las personas investigadas se mantendrán en sus casas”, lo que explica por qué no se le permite a Álvarez salir de la curia.

Mientras que el régimen acusaba a monseñor Álvarez de actos violentos, el obispo se encontraba cantando y bailando música religiosa en un streaming por Facebook desde su arresto domiciliario.

Hasta el momento, el Vaticano no se ha pronunciado sobre esta situación. Aunque algunos católicos en el país critican el silencio del papa Francisco, otros temen que una declaración frontal cause una persecución aún mayor contra la Iglesia en el país y además apresure el ya previsible encarcelamiento de Álvarez.

En una misa celebrada desde su arresto informal, monseñor Álvarez dijo que “Cristo no pasa de moda, de ahí en el mundo todos pasamos, todo es efímero, todo pasa, solo Dios es eterno, solo Dios permanece, solo él perdura, que nada te turbe, que nada te espante, Dios o se muda, la paciencia todo lo alcanza”.

Luego, leyó una carta a los sacerdotes de las diócesis de Matagalpa y Estelí: “Sacerdotes del señor, sé muy bien que es mucha la carga, que es mucho el peso para nuestros hombros, pero Dios ya lo dijo: mi yugo es suave y la carga es ligera”.

Edgar is political scientist and philosopher. He defends the Catholic intellectual tradition. Edgar writes about religion, ideology, culture, US politics, abortion, and the Supreme Court. Twitter: @edgarjbb_ // Edgar es politólogo y filósofo. Defiende la tradición intelectual católica. Edgar escribe sobre religión, ideología, cultura, política doméstica, aborto y la Corte Suprema. Twitter: @edgarjbb_

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