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“ME LEVANTO hoy para discutir los graves peligros para la seguridad nacional que se han formado y se están profundizando en todo el hemisferio occidental. Estos peligros se han fusionado debido a las políticas integrales y catastróficas seguidas por el presidente Biden y su administración”, así empezó este jueves el senador Ted Cruz un fuerte discurso en el que alerta sobre las amenazas a la seguridad de Estados Unidos que se están fortaleciendo en Latinoamérica.
Cruz aseguró que “El Gobierno de Biden parece estar ideológicamente comprometido con la alienación sistemática de nuestros aliados y la potenciación de nuestros enemigos. En este objetivo —y tal vez solo en este— han tenido un gran éxito”.
El senador aprovechó la ocasión para no dejar recalcar la crueldad y la miseria propia de los gobiernos socialistas, y recordó el caso de su padre:
“En Cuba, cuando Fulgencio Batista dio un golpe de Estado y se convirtió en un brutal dictador en la década de 1950, mi padre era un adolescente en Cuba y luchó contra el cruel régimen de Batista. Mi padre fue encarcelado y torturado. Fue golpeado en una cárcel cubana. Le rompieron la nariz, le sacaron los dientes de la boca. Mi padre huyó de Cuba en 1957, vino a Estados Unidos, vino a Texas en busca de libertad. Tenía $100 en su ropa interior. Él no hablaba inglés. Lavaba los platos por 50 centavos la hora”.
En un detallado recorrido por lo que ha pasado recientemente en Latinoamérica, el senador señaló diferentes ocasiones en las que la actual administración, en lugar de tomar una posición clara en contra de socialistas que representan una amenaza a este país, pareciera beneficiarlos.
Específicamente sobre Colombia y Gustavo Petro, el nuevo presidente socialista que asumirá el poder de ese país, Cruz dijo:
“¿Cómo ha manejado la administración Biden el ascenso al poder de Petro, que su propia debilidad y su propio apaciguamiento facilitaron? Con aún más debilidad y apaciguamiento. Tanto Joe Biden como el secretario de Estado Blinken felicitaron efusivamente a Petro: “¡Qué grande, un marxista antiamericano en un aliado cercano nuestro en América Latina!””.
El discurso fue la introducción a la presentación de su nuevo proyecto de ley con el que busca condicionar la ayuda que Estados Unidos da a Colombia al cumplimiento de ciertas condiciones. Colombia tendrá, a partir del 7 de agosto, como presidente a Gustavo Petro, un exguerrillero de extrema izquierda, y el senador por Texas está preocupado por la amenaza que eso pueda representar para Estados Unidos y por la ayuda que el actual Gobierno pudiera dar a un antiamericano.
“No estoy interesado en dar a los izquierdistas antiamericanos dólares de los contribuyentes americanos como ayuda. Creo que nuestra política exterior debería usar palos y zanahorias para incentivar a otros países a comportarse de una manera que beneficie los intereses americanos y fortalezca nuestras amistades, y una forma que disuade a los países de buscar dañar y socavar a los Estados Unidos de América”.
Las demandas del senador parecen apenas lógicas. Aunque todo tipo de disparates se han visto en materia de relaciones internacionales bajo la administración Biden, es una demanda mínima que aquellos países a los que se les da ayuda económica y militar respondan con cierto grado de colaboración y, sobre todo, que no contribuyan con los enemigos de Estados Unidos.
Con el nombre de Ley de PRECAUCIÓN, el proyecto busca que la asistencia a Colombia se condicione en función del camino que elija el exguerrillero, ahora presidente, Gustavo Petro. “Si recorta la coordinación de defensa con Estados Unidos, mi proyecto de ley asegurará que no reciba más dinero para la coordinación de seguridad. Si recorta la cooperación en el narcotráfico, mi proyecto de ley asegurará que no reciba más dinero para la lucha contra las drogas”.
El proyecto establece que, para mantener la ayuda a Colombia, el presidente Biden tiene que certificar ante el Congreso que el gobierno de Petro:
1) no ha buscado erosionar la cooperación con los Estados Unidos en las áreas militar, de inteligencia y antiterrorista;
2) está afirmando su soberanía contra los Gobiernos de Cuba, Irán, Nicaragua, la República Popular China y Venezuela, incluso negando todo acceso a la infraestructura militar o de inteligencia a esos gobiernos;
3) no ha tomado medidas significativas para reconocer, legitimar o involucrar a ninguna organización terrorista extranjera
4) y no ha interferido en los esfuerzos de la Jurisdicción Especial para la Paz para investigar y, en su caso, sentenciar a miembros actuales o anteriores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que cometieron actos de terrorismo o graves violaciones a los derechos humanos.
Para cerrar su discurso, el Senador hizo un llamado al Senado a unirse en contra de los regímenes socialistas de la región y frenar cualquier tipo de ayuda.
“No apoyamos a los marxistas en América Latina, y cualquier líder de izquierda que elija el socialismo será responsable ante Estados Unidos. Y como mínimo, ya no será financiado por los contribuyentes americanos para socavar a nuestra gran nación […] Si el presidente Biden no defiende a Estados Unidos, entonces espero y rezo para que el Congreso lo haga”.
Vanessa Vallejo. Co-editor-in-chief of El American. Economist. Podcaster. Political and economic analysis of America. Colombian exile in the United States // Vanessa Vallejo. Co-editora en jefe de El American. Economista. Podcaster. Análisis político y económico de América. Colombiana exiliada en EE. UU.