Este año hasta 350,000 empleos han vuelto a Estados Unidos desde China. El llamado fenómeno reshoring, que significa traer la producción de vuelta al país de origen, empieza a marchar a medida que las relaciones entre Estados Unidos y China se deterioran.
Varios fenómenos han impulsado a las compañías americanas y extranjera a reubicarse en Estados Unido. En primer lugar, el enfriamiento de las relaciones diplomáticas y el inicio de una guerra comercial que ha encarecido la importación de productos provenientes de China.
En segundo lugar, la política de cero COVID-19 del Gobierno de Xi Jinping, le está costando considerable dinero y retrasos a las compañías ubicadas en China. La producción de Tesla, por ejemplo, sufrió retrasos a raíz de las cuarentenas.
El colapso de las cadenas de suministró también influyó, pues para muchas compañías los costos de importación de sus bienes a los Estados Unidos excedían los mismos costos de la manufactura.
Por último, el paso en el Congreso de la Ley Chip y la Ley de Reducción de la inflación le han dado nuevos incentivos a las compañías americanas para ubicarse nuevamente en Estados Unidos.
Entre las empresas que han decidido reubicarse desde China se encuentran el fabricante de autos General Motors; el fabricante de semiconductores Intel; o la acería US Steel.
La mayoría de los productores americanos ubicados en China están viendo con buenos ojos la posibilidad de reubicarse en Estados Unidos, o al menos así lo indica reshoring index de la consultora Kerney.
Según el índice que fue construido con base en una encuesta realizada a múltiples compañías manufactureras en China, 1 de cada 5 está haciendo planes para volver a ubicar sus operaciones en los Estados Unidos durante los próximos 3 años.
Según el reshoring index, la tendencia de ubicar operaciones en China venía al alza hasta el 2019, sin embargo, con el inicio de la pandemia dio un viro y hoy el índice apunta a una futura salida de compañías americanas de territorio chino.
Aunque el reshoring puede traer miles de empleos a los Estados Unidos desde China, esto no significa necesariamente que vaya a haber más trabajos de cuello azul en América. La mayoría de las nuevas fábricas que se están construyendo buscan automatizar sus procesos de producción.
Según datos provistos por Dion Rabouni de The Wall Street Journal, en 2022 las compañías en América han invertido hasta en más de 12,000 robots diseñados para sustituir funciones que anteriormente hacía un humano.
Compañías de transporte invierten en camiones que se manejen solo, empresas de agricultura en proceso de irrigación automatizables y empresas de semiconductores en robótica.
El reshoring a Estados Unidos desde China traerá nuevos empleos, sin embargo, estos no serán los antiguos empleos de cuello azul de la última mitad del siglo XX. Serán empleos técnicos que requieren mano de obra con altos conocimientos en tecnología.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica