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“HEMOS tenido unos días para reflexionar sobre ello y hemos llegado a la conclusión de que ninguna persona honesta podría creer que la redada en la casa de Donald Trump la semana pasada fue un acto legítimo de aplicación de la ley”, así empezó su más reciente monólogo el presentador de televisión más importante de los Estados Unidos, Tucker Carlson, quien habló largo y tendido sobre la redada del FBI en Mar-a-Lago y sobre cómo el Departamento de Justicia, bajo la Administración Biden, ha invertido esfuerzos para perseguir y acosar a la disidencia política.
¿Por qué el FBI allanó la residencia de Trump?
Carlson apuntó que la redada contra Trump estuvo tan fuera de los límites de la aplicación de la ley que “ni siquiera el gobierno de Biden se molestó en fingir lo contrario”. Además, dijo que “Las explicaciones oficiales que hemos escuchado sobre la redada no tienen ningún sentido. No importa la fuerza con que las repitan los medios de comunicación, no tienen sentido”.
No honest person believes the raid on Donald Trump’s home last week was a legitimate act of law enforcement. It wasn’t. Even the Biden administration didn’t bother to pretend otherwise. pic.twitter.com/COee4Wvirr
— Tucker Carlson (@TuckerCarlson) August 16, 2022
Después empezó a explicarlas una por una, antes de denunciar al Departamento de Justicia de Biden por atacar al círculo cercano del expresidente Trump durante los últimos 18 meses.
El presentador de Fox News citó al historiador Michael Beschloss, quien adelantándose a los hechos y sin saber qué incautó el FBI específicamente, cargó contra Trump por tener documentos supuestamente ultra secretos en su residencia en Florida. Básicamente, Beschloss insinuó que el expresidente era un irresponsable por guardar documentos que podrían poner en riesgo la seguridad nacional si son obtenidos por los enemigos de Estados Unidos, especialmente “terroristas”. Tucker no perdonó los dichos sin fundamento del historiador.
“¿Estás escuchando esto? Así que no sólo hay documentos clasificados en el sótano de Mar-a-Lago, sino que, según Michael Beschloss, el historiador favorito de los imbéciles que dirigen nuestro país, se trata de documentos ultra-clasificados, del tipo más clasificado, que están ahí indefensos en cajas como doncellas en bikini, esperando a ser fotografiados por terroristas. Uno se imagina a Al Qaeda tomándose selfies con estos documentos, uno tras otro sin descanso, repulsivos y aterradores”, soltó Carlson, quien luego explicó que otro punto importante, pero poco analizado en los medios nacionales, es que casi nadie se está preguntando qué contenían estos documentos supuestamente clasificados.
“¿Contenían esos documentos información significativa? ¿Deberían haber sido clasificados en primer lugar? ¿Hay alguna buena razón por la que no se nos debería haber permitido ver esos documentos?”, soltó Tucker, antes de cuestionar la otra información circulada en los medios nacionales: los supuestos documentos clasificados que Trump tenía en su residencia guardan “secretos nucleares”.
“Dos palabras para ti, amigo mío. Dos palabras. ‘Secretos nucleares'”, dijo Tucker Carlson. “¿Qué? ¿Secretos nucleares? Los secretos nucleares son de la más alta clasificación. Secretos nucleares ultra secretos. Donald Trump los robó. Damas y caballeros, Estados Unidos está en peligro esta noche. Esa fue su nueva explicación para la incursión. Ahora, esa historia revisada se filtró anónimamente a un cuerpo de prensa obediente, que, como acaba de ver, repitió cada palabra como si fuera un hecho verificable”.
“Una vez más, nadie se molestó en explicar cuáles eran esos secretos nucleares”, siguió el presentador. “¿Qué es un secreto nuclear exactamente y qué planeaba hacer Trump con ellos? ¿Planeaba desertar a Moscú, dar los códigos de lanzamiento a Vladimir Putin, fundar su propio estado canalla en las Bahamas? Nadie lo dijo, pero eso no impidió que el exdirector de la CIA, Michael Hayden, sugiriera que Donald Trump debería ser ejecutado, frito hasta la muerte en la silla eléctrica, por cometer estos crímenes, sean los que sean. Todavía no lo sabemos”.
El presentador de Fox News, Tucker Carlson, durante su más reciente monólogo donde analizó la redada del FBI en Mar-a-Lago. (Captura de pantalla)
¿Un autoritarismo silencioso?
Mientras Tucker Carlson intentaba responder la pregunta que millones de americanos todavía se están haciendo, “¿Por qué el FBI allanó la residencia de Trump?”, el presentador cuestionó el doble rasero de la prensa nacional y los analistas liberales que se han llenado la boca las últimas dos semanas con la frase “nadie está por encima del Estado de derecho” para justificar la redada contra el expresidente y líder de la oposición.
“Hubo un sinfín de resoplidos en la televisión sobre algo llamado el Estado de derecho y cómo absolutamente nadie está por encima de eso. Nadie. Ni siquiera un expresidente”, dijo Tucker. “Nos informan de esto las mismas personas que pagaron a los alborotadores para que quemaran nuestras ciudades, las que eliminaron la fianza, las que animaron a decenas de millones de extranjeros a ignorar nuestros estatutos federales de inmigración y a trasladarse a nuestro país permanentemente a costa del público como recompensa por infringir nuestras leyes, pero tengan en cuenta que nadie está por encima de la ley”.
También señaló que todavía no hay hechos oficiales que expliquen por qué se realizó la redada y que aquellos que apoyan el accionar de las autoridades solo pueden respaldarse en la fe ciega de funcionarios y burócratas que anteriormente ya han manipulado y mentido a los americanos.
Sin embargo, según Tucker, sí hay una explicación que ronda en el aire y pocos se atreven a explicar: las instituciones americanas cada vez están más corrompidas, politizadas y quiénes las manejan buscan, en definitiva, mantener el poder.
El fiscal general, Merrick Garland, es uno de los principales funcionarios cuestionados tras la redada contra la residencia del expresidente Trump. (EFE)
Para Tucker Carlson, ni la potencial violación de la Ley de Registros Presidenciales, ni los ultra secretos nucleares y mucho menos el supuesto cumplimiento Estado de derecho son explicaciones serias que justifiquen la redada. Sin embargo, las ambiciones por mantener el poder político sí.
“¿Secretos nucleares? Si el gobierno de Biden realmente creía eso, si realmente pensaba que Donald Trump poseía documentos que representaban un peligro inminente para la seguridad nacional americana, entonces hay que preguntarse, ¿por qué esperaron un año y medio para hacer algo al respecto? ¿Por qué esperaron hasta 90 días antes de las elecciones de medio término, unas elecciones que las encuestas sugieren que perderán? No tiene, oh, espera, en realidad, tiene sentido”, atizó el presentador. “De hecho, la pregunta se responde sola. A pesar de las apariencias superficiales, la redada de Mar-a-Lago no fue un acto de aplicación de la ley. Fue todo lo contrario. Fue un ataque al Estado de derecho. Fue una toma de poder”.
El presentador arguyó que la misma semana en la que la Casa Blanca anunció que Biden buscará un segundo mandato, cuando apenas quedan 90 días para unas elecciones vitales para el futuro de su Gobierno, las agencias de seguridad y justicia se movilizaron para ir contra el principal líder opositor del país.
“Haga una pausa por un minuto. Si el New York Times te dijera que algo así está ocurriendo en Chad o en Gambia, ¿cuál sería tu reacción?”, dijo Tucker. “Probablemente te dirías a ti mismo: ‘Gracias a Dios que no vivo en un lugar así, un país en el que los políticos utilizan hombres armados para aferrarse al poder’. Oh, pero sí que vives en un país así. Lo haces. La evidencia está a nuestro alrededor. Sólo que no queremos verlas. Una semana después de la toma de posesión de Joe Biden, el FBI arrestó a un hombre de 31 años de Vermont llamado Douglass Mackey. Según el comunicado de prensa posterior del Departamento de Justicia, Mackey cometió un delito extremadamente grave. Al igual que Vladimir Putin, conspiró para subvertir las elecciones presidenciales de 2016”.
Tucker dijo que Mackey fue, básicamente, vilipendiado por el New York Times por llamarlo un “troll de extrema derecha” y perseguido injustamente por las fuerzas del Estado. El presentador insistió en que el joven no era una mente maestra del crimen electoral, sino un tipo que usaba su computadora para burlarse de políticos vía Internet, en este caso, haciendo una broma sobre cómo emitir votos erróneamente. Ahora este hombre podría ir a la cárcel por diez años.
“Puede que Douglass Mackey haya sido la primera víctima del nuevo autoritarismo, pero no ha sido la última. En los últimos 18 meses, prácticamente todas las figuras importantes de la órbita de Donald Trump han sido barridas por Merrick Garland en el Departamento de Justicia”, denunció el presentador, quien mencionó varios casos importantes, como el de Eric Herschmann, quien fue recientemente citado por el Departamento de Justicia para hablar sobre el 6 de Enero y representó a Trump durante el primer impeachment.
Según Tucker Carlson, “Herschmann nunca trabajó en la oficina del abogado de la Casa Blanca”, sin embargo, “El gobierno de Biden lo persigue de todos modos porque asesoró legalmente a su cliente, Donald Trump”.
“Eso solía estar permitido. Antes se permitía tener abogados y hablar con ellos en privado, pero ya no está permitido. Es por eso que la CIA incautó los registros de clientes de abogados de Mar-a-Lago. También es la razón por la que el Departamento de Justicia está ahora apuntando directamente al abogado personal más prominente de Trump, Rudy Giuliani”, continuó el presentador, quien siguió mencionando casos y cuestionando a los agentes federales que supuestamente incautaron los pasaportes de Trump y su familia durante la redada.
El feroz monólogo de Tucker Carlson plantea, en efecto, una realidad cruda y tal vez difícil de asimilar: que las agencias de seguridad y justicia usan su poder político para atacar disidentes y, de momento, los medios nacionales hacen la vista de gorda. Como si Estados Unidos estuviera inmerso en un autoritarismo silencioso.
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
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