Read in English
Con la invasión a Ucrania y la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea al Gobierno de Vladimir Putin, decenas de compañías se han ido de Rusia en cumplimiento con las restricciones impuestas.
Las compañías que se han ido de Rusia van desde empresas de inmobiliarios como la sueca IKEA, hasta empresas de moda como Zara del español Amancio Ortega, seguidas de fabricantes de autos como BMW, Ford, GM y Honda.
La comida rápida abandona Rusia
La apertura de McDonald’s en Rusia, resultó un suceso histórico para miles de moscovitas, que estaban dispuestos a gastar el salario de una semana, a causa de la desencadenada inflación en una convaleciente Unión Soviética. Los primeros días de McDonald’s en 1990 se caracterizaron por filas enormes de curiosos rusos ansiosos por probar una de esas clásicas hamburguesas americanas.
McDonald’s cerrará su más de 800 restaurantes en Rusia, sin embargo, aclaró que continuará pagando a los más de 62,000 empleados que tiene la cadena en el país.
Como McDonald’s’s, la pizzería Papa Jophn’s suspenderá todas las operaciones en Rusia. En el país eslavo Papa John’s franquicia sus 100 establecimientos, es dueña del centro de producción que provee la materia prima para todas sus franquicias.
El grupo de comida empacada y bebidas Nestlé, se unió a las sanciones de la industria y anunció que en marzo 9 pararía todas sus inversiones de capital en Rusia.
Las compañías de refrescos americanas dejan sedienta a Rusia
La primera vez que los rusos tuvieron contacto con una bebida carbonatada fue en la feria americana, celebrada en Moscú durante los años 60. Allí los astutos directivos de Pepsi lograron colar su bebida en la propia Unión Soviética, y capturaron las papilas gustativas de los rusos, pues la compañía continuaría operando en la Unión Soviética desde entonces.
Tras la caída de la Unión Soviética, Coca-Cola no demoró en llegar y desplazó a Pepsi como la nueva bebida carbonatada de moda, pues los jóvenes rusos identificaron a Coca-Cola con lo nuevo y a Pepsi con el pasado.
Hoy las dos empresas que fueron protagonistas de una u otra forma de la historia de Rusia, abandonan el país. Según The Wall Street Journal, los ejecutivos de Pepsi estaban reluctantes de salir de Rusia y abandonar una relación de más de 60 años. Coca-Cola ha secundado la decisión de Pepsi y anunció que suspendería su línea de negocios en Rusia.
Otra compañía que se unió al cierre fue Starbucks, la compañía de café más grande del mundo que tiene 130 tiendas por toda Rusia.
El sistema financiero responde a las sanciones impuestas a Rusia
Predeciblemente, ante las sanciones financieras impuestas por los países del G-7, las primeras compañías en salir de Rusia, fueron las financieras. Todo comenzó con el anuncio de que Visa y Mastercard no continuarían prestando sus servicios en el país, dejando a millones de rusos sin acceso al crédito internacional.
A las compañías de tarjetas de créditos se les unieron los bancos de inversión como Goldman Sachs, quien cerró completamente sus oficinas en Rusia y está arreglando la salida del país de 80 de sus empleados. El mismo día JP Morgan & Chase se unió a la decisión de su homólogo y anunció que cerraría sus operaciones en el país. Los bancos comerciales americanos tienen hasta $14,700 millones en activos en Rusia.
Las compañías de Streaming dejan sin novelas a los rusos
Al boicot también se han unido básicamente todas las compañías de Streaming: Disney, Prime Video, Netflix y HBO anunciaron su retiro de Rusia.
Y, por su parte, no ha anunciado el retiro de su servicio en Rusia, sin embargo, ha tomado la decisión de dejar de monetizar a todos los youtubers rusos. La compañía, subsidiaria de Google/Alphabet, también ha removido todos los vídeos relacionados con la prensa estatal rusa. También Twitch se unió y suspendió los pagos a sus creadores de contenido rusos.
Las compañías de redes sociales también se han unido al bloqueo, TikTok ha suspendido los livestreams y la opción de subir nuevo contenido en Rusia. La compañía aclaró que su decisión se debió a la nueva ley de fake news impuesta por el gobierno ruso el 6 de marzo. Snapchat ha bloqueado todos los anuncios de propaganda del Kremlin.
A Meta, la otrora Facebook, Rusia se le adelantó y prohibió Instagram por completo, después que la compañía comenzara a limitar el contenido prorruso y a desmontar vídeos de sus plataformas de los principales órganos de propaganda estatales.
Las tecnológicas también abandonan el bote
Al éxodo de compañías se le unen el de los líderes en la tecnología. Amazon anunció que suspenderá todos sus envíos de productos de retail a Rusia, y no prestará servicios para nuevos clientes que quieran usar sus servicios de cloud computing, AWS, en el país eslavo.
Alphabet dejó de aceptar nuevos clientes en su servicio de almacenamiento de información Google Cloud. Google Play también suspendió sus servicios de pago y finalmente la compañía tecnológica ha bloqueado a RT, Sputnik y otras agencias de prensa estatales rusas de aparecer en los resultados del buscador Google en Europa y Estados Unidos.
La empresa de tecnología Apple ha dejado de vender sus productos en Rusia y ha parado el servicio de pagos online Apple Pay en el país.
La aplicación de citas Bumble ha bloqueado sus servicios en Rusia, al igual que la app de arrendamientos de apartamentos AirBnb que ha suspendido todas sus operaciones en el país.
Elon Musk ha estado entre los pocos CEO que ha resistido las presiones de sumarse a las sanciones a Rusia. Aunque el millonario prestó los satélites de baja órbita de Starlink para proveer Internet en Ucrania, se ha negado a bloquear las fuentes de noticias rusas. Al millonario también se le pidió esta semana bloquear todos los Teslas que operen en Rusia, sin embargo, hasta ahora Musk no se pronunció al respecto.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica