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Melina vive en San Javier, la conocida comuna 13 de Medellín. En esta comuna más del 74 % de la población vive por debajo de la línea de pobreza, y por la extensa informalidad que rodea al trabajo, muchos de los jóvenes han perdido su empleo desde que comenzó la pandemia.
“Hay demasiado muchacho desempleado, no tienen trabajo, y no consiguen, y lo peor es que muchos fueron a la Universidad y son personas estudiadas, pero siguen sin encontrar trabajo, y más con esto que está pasando”, comenta Melina preocupada por la situación de los jóvenes en su barrio.
Los jóvenes en el barrio de Melina, no son los únicos en Colombia que enfrentan una difícil situación, el desempleo entre la población joven del país supera el 21 %, casi 7 puntos por encima de la tasa de desempleo promedio.
Por sí fuera poco desde que comenzaron las protestas la situación no mejora en el barrio, Melina ha contemplado con sorpresa los precios en las tiendas, comenzando por la proteína que detonó un paro nacional, el huevo.
“Vea, la canasta de huevos antes valía 9,000 (USD $2.37) y ya están a 14,000 pesos (USD $3.68) en la tienda”, pero los huevos no son los únicos productos que escasean “yo vivo con mis dos hijos y compro una libra de carne y me toca hacerla rendir, esta vez no pude comprarla, paso de 7,000 (USD $1.84) a 9,000 pesos (USD $2.37)”.
Melina cuenta que el litro de aceite se encareció de 7,000 (USD $1.84 )a 16,000 pesos (USD $4.21), y un kilo de papas ya no vale 2,700 pesos (USD $0.71), subió a 5,000 (USD $1.32). En poco menos de una semana Melina vio cómo sus compras casuales pasaron de 25,700 pesos (USD $6.76) a 46,000 (USD $12.11), una inflación casi del 80 % en su canasta básica.
“Es que los muchachos si quieren protestar, que lo hagan, pero no así”, comenta Melina con preocupación por la situación actual del país. “Es que mire, esa protesta era para tumbar la reforma tributaria, ya se cayó, y renunció este señor Carrasquilla, ya lo que están haciendo con los bloqueos es perjudicarnos a nosotros los más pobres”.
A pesar de los percances de Melina, los bloqueos no han sido tan fuertes para Medellín como lo explica Kevin Giraldo, quien es proveedor de frutas y verduras en la principal central de abastos de Medellín, La Mayorista: “Los bloqueos en Antioquia (el departamento donde queda Medellín) no han sido tan severos como en Cauca y Valle del Cauca”. Si bien se ha afectado la distribución de productos que provienen del sur como la pitaya, el maracuyá, el azúcar y cárnicos, para Kevin la subida de los precios en Medellín no sólo responde a los bloqueos en el sur.
“Aunque si ha habido desabastecimiento en algunos productos la subida de precios también responde al pánico, hay incertidumbre y la gente comienza a comprar más de lo normal y los proveedores suben precios”, comenta Giraldo sobre la situación de los mayoristas en Medellín.
En Pereira, tras varias horas de negociación se logró levantar los bloqueos de las estaciones de combustibles, que suministran cerca del 30 % de combustibles líquidos de los departamentos de Quindío y Risaralda.
En la capital la situación financiera de las empresas se agudizó por los bloqueos, según una encuesta que realizó la Cámara de Comercio de Bogotá.
De 1,015 empresas consultadas el 55 % ha registrado pérdidas por un valor de 10.810 millones de pesos (USD $2.844 millones). De continuar con los bloqueos que restringen la actividad comercial, 35 % cerraría parcialmente; 48 % reduciría los costos para sostener la operación; 21 % reduciría el personal contratado; y 6 % cerraría totalmente.
Cali, la ciudad más afectada por el desabastecimiento
En Cali, la capital del Valle del Cauca, el desabastecimiento ha golpeado con fuerza, los supermercados ya muestran muchas secciones agotadas, mientras que en las estaciones de gasolina se observan largas filas, que llegan a extenderse por manzanas enteras con vehículos esperando poder abastecerse de combustible. El ejército ha tenido que establecer puntos de custodia en diferentes estaciones de gasolina para evitar el robo del preciado combustible.
En los supermercados ya se comienzan a ver los estantes vacíos , donde escasea la carne, y la propia azúcar por la que es tan reconocido el Valle del Cauca. Los repetidos bloqueos en algunos barrios de la ciudad mantienen a las tiendas de esquina desabastecidas, y los comerciantes se quejan de que los toques de queda los van a llevar a la quiebra.
La situación de sanidad parece empeorar, pues los camiones de basura llevan varios días sin poder recolectarla, causando que en la ciudad la basura se acumule en muchos barrios.
Los numerosos peajes ilegales persisten, causando molestias y manifestaciones ciudadanas en contra. Muchos ciudadanos indican que en estos peajes ilegales se le cobra a los ciudadanos entre 5,000 (USD $1.32) y 10,000 pesos (USD $2.63) para poder cruzar, e incluso llegan a realizar requisas.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica