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UN NUEVO PICO de inflación vuelve a romper récords no vistos en los últimos 41 años y ajusta el 9.1 % anual en junio, según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. La subida de este mes eclipsó el dato de mayo del 8.6 %, lo que significa que Estados Unidos ha sido incapaz de reducir su inflación.
Los precios de la gasolina crecieron por encima de todas las categorías con un 11.2 % en junio. Además, el precio de la energía ha subido un 60 % en los últimos doce meses, impactando fuertemente el costo de vida.
El reporte de inflación cae como un baldado de agua fría para los mercados financieros, que anticipan con temor la pérdida de confianza del consumidor, lo que podría desatar un problema crónico de inflación en Estados Unidos.
La situación genera presiones sobre para la Reserva Federal (FED), órgano encargado de controlar la inflación, pues tendrá que subir más las tasas de interés, lo que encarece el costo del crédito en la economía.
En junio, la FED realizó la subida de tasas más alta vista en 28 años, y señaló que tenía serias intenciones de controlar la subida de precios. Para algunos analistas la decisión del Banco Central ha sido interpretada como disposición para recesionar la economía con tal de controlar el alza en los precios.
Americanos tendrán que acostumbrarse a bienes y servicios más caros
El vicepresidente de la junta de Black Rock, Philipp Hildebrand, afirmó recientemente que “estamos viendo el pico de la inflación general, lo interesante es lo que va a pasar con la inflación base”. Es decir, pronto las subidas en el precio de los combustibles, la energía y la comida dejarán de impactar al bolsillo de los americanos, y aunque la inflación general se contenga, se continuarán sintiendo los impactos de la inflación en otros bienes de consumo, al menos hasta diciembre, anticipa el fondo de inversión.
Los americanos continuarán viviendo con una inflación más alta de lo normal y al menos hasta finales del 2023 la economía presentará alzas en los precios por el orden del 4 %. Todavía está por ver qué tanto durará esta era de volatilidad e incertidumbre en los mercados.
Según Black Rock, los mercados se están preparándo para el fin de lo que llaman “la gran moderación”, un periodo de cuatro décadas de crecimiento pronunciado y baja inflación.
Aparentemente, todo eso ha quedado atrás y al mundo se le viene un tiempo de transformaciones donde los ciclos de la economía serán más cortos y volátiles. Antes la FED era capaz de estimular el crecimiento económico a la vez que controlaba la inflación, ahora, para los inversionistas de Black Rock, no parece tan probable que este fenómeno vuelva a ocurrir en un buen tiempo.
Los efectos económicos y sociales de la pandemia, junto con la invasión de Rusia a Ucrania, la transición energética y la transformación que viven las cadenas de suministros, han hecho del mundo un lugar más incierto, donde la abundancia de las últimas décadas no estará garantizada en el futuro.
Europa ya afronta la escasez de gas y petróleo. El riesgo de sufrir apagones y caer en recesión producto de una crisis energética se ha vuelto latente. Aparte de una crisis económica, los países europeos deben lidiar con un conflicto en sus puertas del este, en donde la joven democracia en Ucrania se ha visto obligada a defender su soberanía de una Rusia autocracia, que por azares de la historia, es la segunda potencia nuclear y posee la llave del grifo energético europeo.
En América el desbordado gasto público y la emisión monetaria dieron un vuelco al consumo, los mercados financieros, al precio de la vivienda, autos, combustible, entre otros bienes y servicios. Con una demanda sobreestimulada, pero una oferta limitada en parte por la política de cero COVID-19 en China, la guerra en Ucrania llegó como un choque para Estados Unidos que hoy afronta un contexto político y económico desconocido.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica